Al salir del hospital me permití pasarme por algunas de mis tiendas favoritas. Me animaba mucho ir de compras y gastar aquel dinero que no tenia. La tarde fue bastante productiva. Yo salí del hospital con la idea clara de no comprar mas de 5 cosas innecesarias, pero digamos que se me fue un poco de las manos. Unos manolos negros de tacon, un super pack de lenceria de cama de lino, chaquetas de cuero, botas, pantalones, como unos 5 pares, unas zapatillas de running que estaban en oferta y un albornoz rosa suave a juego con unas zapatillas de andar por casa que tenian una cabeza de vaquita rosa. Apenas me cabia nada en mi pequeño coche por no hablar que subir hasta un tercero sin ascensor cargada de bolsas era una putada que lo flipas. En casa todo fueron mimos y carantoñas ñoñas. Carmen se quedo con la boca abierta al ver lo cargada que venia despues de que me dieran de alta en el hospital, pero al final me abrazo y besuqueo tanto que parecia mi abuela y Drako en ningún momento se despegaba de mi. Pizzas, chocolate, helado, guisanitos, regalices, y demás dulces variados me esperaban junto a Drako y a Carmen. Esos días eran perfectos.
Hasta que una mañana llamaron a la puerta. Al abrir me encontre con un repartidor muy simpático que traía una docena entera de rosas. Pensaba que eran para Carmen, hasta que dijo 'Entrega especial para Ginebra Lopez; Firme aquí, por favor. Las metí en casa, al puse en un florero con agua. Eran preciosas. Rojas como la sangre misma. Y me dí cuenta de que habia una tarjeta.En la tarjeta de Floristería Juli no ponía remitente tan solo un mensaje :
'Las rosas son rojas...'
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A raiz de las sombras
RomanceGinebra, es secretaria. No es nadie importante para nadie. O eso pensaba ella, desde la muerte de su abuelo, ya no es como era antes. Eric, heredero de la gran fortuna del imperio de su padre. Un chulo por naturaleza. Creído, con razón. Su corazón e...