9.Por accidente

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Decoré y redecoré aquel despacho. No quedaba nada bien por ningun lado. No me gusta. Bueno me gustaba pero había una cosa que no me cuadraba. Mi cabeza daba vueltas a la vez que yo miraba cada cosa al dedillo para descubrir el error. No lo encontraba y me empezaba a dar dolor de cabeza.
¿Por que demonios no lo encontraba? ¿Por que no me cuadraba nada? Bueno, técnicamente nada cuadraba en mi vida. En verdad, creo que esta vida no esta echa para mi. O este trabajo no era echo para mi. O quizás este despacho. O yo que se. Creo que lo mismo necesitó un interiorista.¿Y si lo dejo tal y como esta? No, no, no y no. ¿Como lo voy a dejar así? No me dí por vencida cuando estudiaba Alemán, no lo pienso hacer ahora.
Miro la estancia desde la puerta cerrada. Una vista panorámica elegante, pero se veía a simple vista que había algo que no encajaba.
¡¿DONDE COÑO ESTA EL PUTO ERROR?!
No había manera. Camine por la sala, desesperada y volví al mismo punto de partida. De espaldas a la puerta. Estaba tan concentrada en averiguar lo que no encajaba que no oí que llamaban a la puerta ni que la abrían empujandome. Cayendo de rodillas y de bruces en el suelo. Al intentar levantarme una mano generosa me ofreció su ayuda. Volvía a ser el.

-Ginebra,¿esta bien?Perdone, yo.. No la había visto y..- tartamudeaba.

-No se preocupe Sr.Lessing, no es nada. No es la primera vez que me caigo. Sera que me gusta besar el suelo.- intente bromear para suavizar la situación.
Y debió de funcionar por que automáticamente se encendió y empezó a dar unas carcajadas a mandíbula batiente. Tenia una sonrisa muy bonita.

-¿Que es lo que estabas haciendo detrás de la puerta?.- dijo con el ceño fruncido.

-Pues, es que, intentaba ponerlo a mi gusto y no me gusta. Osea, espera, me gusta, pero hay algo que no esta bien, no se si habré colocado mal algo o donde no debia no se..- me cojo la cabeza con las manos y desespere en silencio.

Empezó a moverse con soltura por el despacho. Analizando cada cosa. Por fin ví su silueta completa, su forma de caminar y de moverse. Sus manos empezaron a tocar. Los cuadros, algún jarrón, todas la superficies. Hasta que de repente se paró en frente de un cuadro. El cuadro de mi abuelo. Era un retrato que le hicieron antes de nacer yo y lo puse allí por que así lo sentiría conmigo. Se giro sobre sus propios talones y me miró como queriendo algún tipo de explicación o descripción.

- Aquel es el retrato de mi abuelo. Se lo hicieron antes de la Guerra Fria. El tuvo que sacrificar un pelotón entero por su pais y desde que murió es lo único que conservo de el y por lo menos así lo siento conmigo, junto a mi.- dije mirando orgullosa ese cuadro, mirando a los ojos a mi abuelo. Estaba orgullosa que de me criara y enseñara tantas cosas.

-Lo siento por su perdida. Yo perdí hace días a mi hermana embarazada en un accidente de trafico. Así que se lo que se siente por la perdida de un ser querido.-dijo mirando fijamente el suelo.

-Dios, es una tragedia. Lo siento.- me lleve la mano derecha al corazón.

-Por curiosidad,¿su abuelo era ruso?- dijo mientras miraba fijamente el cuadro y se giraba hacia mi.

-Si. Fue coronel en el ejercito.

-Deberia de irme. Solo quería saber que tal estaba y si esta a gusto con su nuevo puesto.-decía mientras iba hacia la puerta.

-Si, si, no se preocupe. Es el trabajo mas importante de mi vida y estoy a gusto.- Yo le seguía hacia la puerta.

De repente se dió la vuelta y miró hacia mi cuadro mas preciado. Como intentando descifrarlo.

-El cuadro esta torcido. Eso no te cuadraba. Trae te ayudo.- decía mientras caminaba haciendo el y después lo puso recto.

-G..Gra..Gracias.- tartamudeé.

Oí como caminaba hacia a mi y giré mi cuerpo intentando seguirle y acompañarla hacia la puerta. Me tope con su pecho duro y firme. En el suelo. Encima de el. Y Eric sonreía.

-Lo siento mucho, yo no quería..- mi voz se quebraba. Se quebró.

-No tranquila, ha sido mi culpa..- decía mientras nos levantábamos.

Caminaba hacia la puerta y yo detrás suya.

-¿Cenas esta noche?- dice dándose la vuelta y señalándome desde el quicio de la puerta.

-¿Supongo?- no entendía la pregunta.

-Eso no es una respuesta.- dijo con el ceño fruncido.

No conteste solo me dedicaba a mirarle.

-Digo..¿Que si cenas..conmigo?

-No.. No lo se..

-Genial, a las 9 te recojo.

Y se fue y me quede allí confundida. ¿Que estaba pasando? Por que mi jefe, MI JEFE, me pedía una cita. Y lo mas importante..¿Era una cita? Quizás solo quería hablar de negocios.
Me quede en medio de aquella sala sola y confusa. Sobretodo sola.

A raiz de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora