Me levanté al oír los gritos de Leo, mi hermano y mi madre, retumbando por gran parte de la casa. No era nada extraño semejante acto, pero incluso aún de estar acostumbrada siempre llegaba a molestarme en cierto modo.
Luego de una lucha mental entre levantarme o seguir durmiendo, me decidí en levantarme, sabía que no podría volver dormir.
Me despegué las sabanas blancas de mi cama y pisé la fría madera de mi habitación para luego dirigirme al cuarto de baño.
Luego de una relajante ducha con agua fría, fui directo a mi armario y me coloqué un short de mezclilla y una camisa holgada color vino tinto. Me fijé en la hora de mi reloj y marcaba las 10:30 de la mañana. Bajé a la cocina para prepararme un cereal.
Después de que mi desayuno estaba listo, me senté en el comedor a disfrutar de mi comida.
Mis padres seguramente habían salido a hacer las compras, y Leo había salido hecho una furia a encontrarse con sus amigos.
Eso significaba que la casa estaba sola, y yo no quería estar sola. Eso significaba el hecho de que mi cabeza comenzará a pensar en miles de cosas que justo ahora no quería, mi humor había empezado mal y justo hoy no quería estropearlo, como siempre.Aunque para ser justa y sincera, siempre me había gustado la soledad, aún cuando mi alrededor estaba lleno de personas maravillosas.
Minutos después, recibí un mensaje de mi mejor amiga avisando que vendría en media hora. Ella y yo nos vestiríamos e iríamos juntas al baile.
Faltaban pocos minutos para que Ange llegara, así que decidí ver televisión en la sala. Pocos minutos después escuché el timbre sonar, me levanté del sillón color crema y fui a abrir la puerta principal, y ahí estaba mi amiga siempre sonriente.
–Hola enana.– saludó mi amiga seguido de un beso en la mejilla.
–Hola.– le dije con una sonrisa plasmada en mi rostro.
Después de pasar nuevamente a la sala, nos sentamos a conversar de trivialidades, lo usual.
Luego de varios temas de conversación, Ange me pregunta algo que definitivamente me alegra, pero hace que mi tristeza vaya aumentando. Eso era uno de los pensamientos que quería evitar, no quería darle vueltas al asunto, hoy quería estar feliz, y eso lo dificultaba un poco.
–¿Con quién irás al baile?.– preguntó mi amiga.
–Sabes con quién.– la miré mal, no sé si lo hizo a propósito o inocentemente, pero ella debía saber la situación. Me había encargado de contárselo.– David se irá este año a Inglaterra, me pidió que fuera con él. Será un lindo Recuerdo.– Sonreí al pensar en él. David me había gustado desde hace tres años, y él dos años atrás se me había confesado. Aunque nunca llegamos a nada.– Lo voy a extrañar.– dije con la notable tristeza en mi voz.
–¡Oye disculpa! Solo se me había pasado, no era mi intención hacerte sentir mal Alex, lo sabes.– en realidad sabía que era así.– Pero piensa en que algún día se encontrarán.– dijo Ange animándome un poco.
Siempre esa era la respuesta que conseguía "Algún día se encontraran". Pero el problema era, ¿Qué día?. Había esperado mucho tiempo para poder entablar un relación seria con David, pero, desafortunadamente su noticia derrumbó todas mis esperanzas.
Yo solo asentí.
Después continuamos conversando hasta que se hicieron las cuatro de la tarde y decidimos subir a prepararnos para el baile.
Los vestidos que habíamos comprado eran completamente hermosos, definitivamente estaba orgullosa de mi elección. David no se olvidaría jamás de esta noche, y mi idea era yo tampoco hacerlo. Ésta era una noche especial, y tenía que ser perfecta.
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¿De las Ilusiones se Vive?
Teen FictionLas ilusiones forman parte de nosotros, pero, ¿Se viven o se Aprenden a vivir?. Siempre me preguntaba qué sería de mi, a dónde sería capaz de llegar. Qué me esperaba en aquel cercano futuro, que aveces lo veía tan lejano. Siempre soñaba con estar co...