–Exacto.– besó mi mejilla.
–¿Cómo les ha ido chicas?– pregunté hacía Daniela, Val, Sophi y Oriana.
–Bien, estoy estudiando medicina.– dijo Daniela con una sonrisa plasmada en su rostro.
–Me alegró mucho por ti.– le respondí la sonrisa.
–Yo artes musicales.– dijo Val. Ella siempre había cantado hermoso, y estaba segura de que llegaría lejos.
–¿No han sabido algo de Laura y Fabi?– pregunté frunciendo el ceño.
–Lo único que supe fue que entraron en una universidad la cual no recuerdo el nombre, para estudiar ambas Forense.– comentó Oriana.
–Ah.– ellas eran otras de mi antiguo grupo de amigos, nosotros no sólo eramos los actuales, cuando estábamos en el instituto eramos más...– Quisiera verlas.– Comenté.
–¿Y si hacemos un reencuentro?.– habló Sophi.– Así sabremos cómo les está yendo a todos. Puede ser en mi casa, no hay ningún problema.
–Claro, si hay comida por supuesto.– dije.
–Tú y tu comida.– dijo Emma rodando los ojos.– Algún día cuando te des cuenta, estarás gorda y horrible y te arrepentirás por arruinarte la vida.
Mentiría si dijera que su comentario no me había afectado. Estaba más que segura que justo ahora estaba más destrozada, me odiaba a mí misma por no quererme tal cual como era. Comer para mi era una distracción, solo era la manera de matar mi ansiedad. Aparte de escribir.
–Que importa, me amas.– le guiñé un ojo, trataba de sonar lo más fuerte y normal posible.
–¿Cómo no hacerlo?– rió.
–¿Y tu príncipe azul dónde está?.– ignoré su pregunta retórica, preferí cambiar de tema.
–¿Por qué lo llamas así?– preguntó Emma como si fuera la cosa más extraña del mundo.
–No sé, tal vez porque eres la única de nuestras amigas que tiene cinco años con su novio.– Sonreí y Emma rió.
–¿Y las demás?.– pregunté hacía Val que se había quedado observando nuestra conversación con una sonrisa burlona.
–Detrás de ti.– voltee y mis tres queridas amigas estaban bebiendo como locas todo lo que encontraban a la vista mientras parecían disfrutar la canción que salia a través de los altavoces.– Creo que esta noche serás la niñera.
–También lo creo.– dijo Val con notable molestia en su voz.
Y no era de menos, en realidad yo solía ser muy arriesgada en cuanto a la vida en general se tratase, pero nunca de manera consiente pondría a alguien a cuidar de mí en estado de no sobriedad. Sinceramente, la vergüenza no sería nada pequeña.
–Ya chicas, mucha conversación. Es una fiesta, ¡Vamos a bailar!.– gritó Emma arrebatándome de mis pensamientos. Val y yo asentimos y seguimos a Emma hacía la multitud bailante y empezamos a mover nuestras caderas al ritmo de la música.
–Mi amor, te estaba buscando.– dijo Matt apareciendo entre las personas que bailaban como si el mundo dependiera de ello, admiraba la manera tan despreocupada en que lo hacían, como si no fueran propios de problemas o disgustos, de obligaciones o incomodidades.
–No es justo Matt, deberías tener amigos que sean igual de tiernos como tú.– dije golpeando su hombro levemente.
–Lo siento Alex, pero yo soy solo para Emma.– dijo dándome un beso en la frente y volviendo con su novia.
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¿De las Ilusiones se Vive?
Ficção AdolescenteLas ilusiones forman parte de nosotros, pero, ¿Se viven o se Aprenden a vivir?. Siempre me preguntaba qué sería de mi, a dónde sería capaz de llegar. Qué me esperaba en aquel cercano futuro, que aveces lo veía tan lejano. Siempre soñaba con estar co...