Me llamo Zoe Anderson, tenia mi cabello rubio y ojos color miel, mi familia y yo, fuimos muy unida, salíamos a el parque, íbamos a ver una película, jugábamos juegos de mesa, etc. No podía pedir más, mi vida era una sonrisa, pero nada es eterno, ni la felicidad.
Cuando cumplí 5 años, salimos a jugar con los niños de el vecindario, eran muchos niños, mis amigos y yo jugábamos a "las Traes" mientras las mamás platicaban, y los papás igual. Estábamos jugando en medio de la calle, no pasaban muchos coches, asi que era seguro, pero después un niño me avento hacia la calle y en eso pasó un camioneta. Al mirar arriba, antes de perder la conciencia, vi a un chico de suéter blanco en el árbol que estaba arriba de mi, me estaba viendo, parecia triste.
Me llevaron a el hospital, mis costillas se me facturaron, los huesos de mis piernas y brazos estaban rotos, y de el fuerte impacto de el coche en mi cabeza y el suelo, quede en coma durante 2 años, en esos problemas, notaron que también daño a mi corazon, pero no podían cambiarlo porque era muy arriesgado y podia que no sobreviviera, asi que no quisieron arriesgarse, pero ahora no podré tener una vida normal. Mis padres pagaban cada mes para que me dejarán vivir.
Al despertar de mi largo sueño, habia un chico de suéter blanco en frente de mi camilla, era el mismo chico que estaba viéndome aquel día, mi vista estaba nublada, asi que no podía ver bien a aquel chico, tenia una mascarilla, asi que tampoco podía preguntarle nada, pero este chico me leyó la mente, queria preguntarle su nombre, y el me lo dijo.
-Me llamo Jeff.- al parecer estaban llegando enfermeras a mi habitación, solo pude decir.
-Jeff...- en eso entraron las enfermeras, pero cuando dije su nombre, el ya no estaba. Llamaron a mis papás para avisarles la nueva noticia de que habia despertado.
Cuando porfin salí de aquel hospital, en esos dos años nos mudamos a un callejon, era la última casa, me llevaron a mi habitación, mi habitación estaba cambiada, tenia una máquina de hospital al lado de mi cama, y tenia una ventana en frente de mi cama enorme, ya podia caminar un poco, y también hablar.
-¿Mamá? ¿Me visitaron mis amigos cuando estaba en el hospital?.- pregunte con mi voz de niña inocente, tenia que saberlo, ella me miró y tristemente me acarició mi cabeza y me dijo dulcemente.
-No cariño, no fue nadie.- eso me desilusionó mucho, pude notar que no tenia amigos, estaba sola ahora, sólo mis papás me apoyaban, ya no tenia amigos.
No salía de mi habitación, en las tardes jugaba con mis muñecas, tenia 7 años, jugaba con cochesitos, y mi papá me regaló un Xbox y algunos videojuegos, en ese momento empecé a jugar videojuegos, y en el transcurso de algunos meses, mis ojos cambiaron un poco más claros. Al anochecer me conectaban unos cables a mis brazos para que no me pasara nada, todas las noches lloraba porque recordaba el accidente, o porque ya no tenia amigos, también me ponía triste ver que mis papás daban todo para hacerme feliz, tenian que pagar los gastos de mi medicina y los gastos de la casa, ya estaba perdiendo la esperanza de seguir con que ni vida era una sonrisa, pero ahora mi vida era una lágrima, pero algún día perderé mi luz, mi corazón no lo aguantará más y dejará de latir, me ponía triste pensar que antes tenia felicidad, tenia todo, ahora ya no tenia nada, es como el dicho de nadie se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, y todo por culpa de el accidente, era bastante deprimente, yo estaba muriendo y mis papás igual.
No faltaria mucho para que perdiera mi luz, y estaba muy consciente de ello.......
Hola, espero que les guste mi primer libro, perdón si los capítulos son muy cortos.
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Aviones de Papel. (historia de creepypastas)
Fanfiction“Nada es eterno, ni la felicidad"