Lost Boy

Capítulo 17: "Él era idéntico a Luke".

Capítulo dedicado a Florchu_Pandicornia

Jueves, 7:30.pm.

Al llegar a aquél parque que me indicaba la nota que me escribió Luke, bajé del auto y me adentré hacia la oscuridad buscando la Cabaña o lo fuese que mencionaba la dicha nota.
Saqué mi teléfono para encender la linterna y lograr caminar sin tropezar o estrellarme con un árbol. Después de caminar por dos minutos divisé la pequeña y vieja cabaña/armario.

—¿Luke?—lo llamé abriendo la puerta lentamente.

—Viniste...—escuché decir.

Vi su silueta.

—Vamos Luke, creí ya habíamos superado esta etapa.—dije—. Así que muéstrate y deja de ser tan macabro.

Su pequeña risa rebotó por toda la cabaña.

—Lamento decepcionarte, pero no soy Luke.

Su voz entró por mis odios y en segundos mi corazón se alteró.

Esta vez, gracias a Dios, mi cuerpo me obedeció y salí lo más rápido de ahí.

Corrí entré los árboles, pero yo no era muy astuta; en un abrir y cerrar de ojos aquel extraño ya me había alcanzado. Solté un grito al sentir sus manos sobre mi cuerpo; sus labios estaban pegados a mi oreja y sus brazos me sostenían fuertemente para que no escapara.

—Fue tan fácil traerte hasta aquí.—río—¿El pequeño Luke, te trae loca, no?

—¿Quién eres?—dije nerviosa.

—Ya lo sabrás.—respondió y me volteó hacia sí con brusquedad.

La adrenalina corría por mi cuerpo y todo me daba vueltas. Sentí golpearme contra un árbol, pero no sentí dolor alguno. Cubrí mi cara por reflejo.

—¿Mackenzie?—me llamaron.

Me descubrí un poco el rostro y me sentí aliviada al ver tres rostros ya conocidos para mi.

[...]

Jueves 9:00.pm.

—¿Mackenzie ?—escuché decir.

Su linda voz era como música para mí; me levanté de aquel árbol y fui directo a sus brazos.

—¿Qué haces aquí?—Luke me rodeó con sus brazos.

No había parado de llorar desde que Ash, Mike y Cal se habían ido.

Al no responder nada, Luke tomó mi rostro delicadamente e hizo que lo mirara.

—Pequeña, ¿por qué lloras?—me miró preocupado.—¿Alguien te ha hecho daño?

Negué con la cabeza.

Luke sabía bien que no quería hablar, así que sólo se dispuso a abrazarme sólo como él sabe hacerlo.

—Vámonos, te llevaré a casa.