—Hija, ¿qué te parece la nueva casa?—, preguntó mi madre bajando del carro.
—No está mal—, respondí sin ganas.
Acabamos de llegar de Londres, nos tuvimos que mudar a Australia, Riverstone, para ser más exactos, ya que mi padre consiguió un ascenso en su trabajo y pues aquí estamos.
—Entra a ver la casa, Mackenzie, se que te gustará—. dijo mi padre.
—Seguro que sí—, rodé los ojos y entré a la casa.
Era bastante grande y linda, fui hacia el piso de arriba y entré a la primera habitación de la izquierda; era muy espaciosa. <<Por lo menos tendré un cuarto agradable sólo para mí>>, pensé.
No es que sea una chica solitaria que odia a todo el mundo, es sólo que por el trabajo de mi padre nos mudamos constantemente y cuando por fin me estoy acostumbrando a un lugar... Nos mudamos de nuevo, y ya estoy cansada de eso, tengo 17 años y quiero hacer buenos amigos, y el mudarnos demasiado dificulta las cosas para mí.
(...)
Toda la tarde nos pasamos desempacando las cosas y terminamos pasadas las 9:00pm, pero valió la pena; quede satisfecha con el resultado de mi habitación.
—Mackenzie, baja a cenar—, gritó mi madre y salí de mi habitación para dirigirme a la cocina.
—Ven, siéntate hija, encargamos pizza —, me dijo mi padre.
Me senté en una silla al lado de mi padre y tomé una rebanada de pizza.
—Hija, mañana es tu primer día de clases en tu nueva escuela, así que procura dormirte apenas termines de cenar—. dijo mi madre.
—Claro—, respondí de mala gana. Odiaba ser la nueva todo el tiempo.
—Yo te iré a dejar mañana para que conozcas bien el camino y después podaras irte tú sola.
—¿Por qué no me vas a dejar tú, papá?—lo miré.
—Lo siento cariño, mañana saldré muy temprano de la casa, necesito estar a tiempo en el trabajo y aún no me aprendo bien el camino—, respondió.
Siempre que llegábamos a un nuevo lugar decía lo mismo, yo sólo quería pasar un tiempo a solas con él, pero nunca podía. Con mi madre tampoco pasaba mucho tiempo, pero podía verla un poco más que a mi padre. Aún así estaba sola la mayor parte del tiempo.
— Terminé—, me levanté de la mesa, les di la buenas noches y subí a mi nueva habitación.
Una vez estando en ella me puse la pijama y fui a lavarme la cara y los dientes.
Apagué la luz de mi cuarto y cuando estaba a punto de acostarme la luz de la casa de al lado se encendió, una señora de un poco más de 50 años entró a la habitación; no parecía una habitación de señora, más bien era de un chico como de mi edad, o más grande. Ella sólo se quedó mirando toda la recamara, dio un enorme suspiro y salió, dio otro pequeño vistazo, apagó la luz y cerró la puerta.—Extraño—, pronuncié alargando un poco más la palabra.
Me acosté, me tapé y me puse los audífonos para escuchar música mientras dormía. Puse mi alarma a las 7:00am y me volteé dándole la espalda a la ventana.
(...)
3:21am
Me desperté de la nada, raro en mí ya que eso nunca me pasaba, vi la hora y aún faltaba mucho para levantarme. Me di cuenta que la música aún sonaba, en ese momento se escuchaba "I miss you" de blink 182.
Le puse pausa, puse mi iPod a un lado y decidí volver a dormir... Pero sentí un gran escalofrío que hizo que me estremeciera de pies a cabeza; ignoré la sensación y cerré los ojos dispuesta a dormir ya que mañana tenía que ir a la escuela.
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Lost Boy
FanfictionEntonces él se acercó a ella y susurró: - Encuéntrame, soy un chico perdido -, dijo para después desaparecer.