TN: ¿Adónde me llevas?
Gianluca: Te llevo a mi sitio de pensar.
TN: ¿Y dónde es eso?
Gianluca: Haces demasiadas preguntas. No te cargues la magia del momento.
TN: Perdona, pero...
Gianluca: Tranquila. Venga, ven.
✴✴✴✴✴ NARRA GIANLUCA ✴✴✴✴✴
Estaba seguro de que lo que necesitaba era tener un lugar para pensar como el mío, y no me importaba tener que compartirlo, la veía bastante mal. La guié hasta una colina algo empinada que yo subí sin problemas, pero a ella le costó un poco:
TN: Ay, no puedo... Me resbalan los zapatos, Edoardo.
Le tendí mi mano para que se sujetara:
Gianluca: Agárrate, yo te ayudo.
TN: Vale...
Me la cogió y yo tiré de ella lo más fuerte que pude. Conseguí subirla, pero tropezó y se cayó encima de mí:
Gianluca: ¡Ouch!
TN: ¡Ups! Lo siento mucho, ¿estás bien?
Gianluca: Eh...
Nos miramos y ya no supe qué decir. Yo estaba agusto observándola tras los cristales de las gafas:
TN: ¿Edoardo?
Me hizo salir de mis pensamientos:
Gianluca: Sí, sí, estoy fenomenal.
Sonrió y se levantó. Yo hice lo mismo:
TN: ¿Es este tu lugar de pensar?
Me rasqué el cuello:
Gianluca: Sí, este es.
Miró a su alrededor y luego me miró a mí:
TN: Ahora lo entiendo.
Gianluca: ¿Qué entiendes?
TN: Entiendo por qué este es tu lugar de pensar. Está aislado, es como si pudieras esconderte en tu propia burbuja para tomar decisiones importantes y luego volver al mundo real. Está alto, y así puedes sentir que nadie es capaz de alcanzarte, y eso es alentador, porque nadie puede dirigirse a ti, ni para lo bueno ni para lo malo. Aquí no pueden herirte. Es... Es fantástico.
Puse cara de no entender nada, pero reflexioné sobre lo que había dicho y me pareció que tenía razón. No la recordaba tan profunda:
Gianluca: Sí, ahora que te escucho, me doy cuenta de que tienes razón, pero no he elegido este sitio por ninguno de esos motivos.
TN: ¿Ah, no? Y entonces, ¿por qué?
Gianluca: Es mucho más fácil que lo que has dicho tú. Me encanta tumbarme y ver las estrellas. Eso me relaja y hace que se me aclaren las ideas.
TN: Oh...
Le puse una mano en el hombro y sonreí:
Gianluca: ¿Quieres tumbarte y ver las estrellas conmigo?
Miró mi mano, que continuaba posada en ella, y me miró a mí:
TN: Claro. Me encantaría verlas contigo.
Yo me tumbé primero, y ella se acostó a mi lado. Estábamos los dos boca arriba, yo con la cabeza apoyada en los brazos y ella con sus manos en el vientre. Todo estaba silencioso hasta que suspiró. Yo le dirigí una mirada a través de las gafas y pregunté:
Gianluca: ¿En qué piensas?
TN: Pienso... En tu sencillo motivo para elegir este sitio. Eres simple, y a mí me gusta mucho complicar las cosas. Me recuerdas a alguien... Tú solo quieres ver las estrellas, te da igual todo lo demás, y yo pienso en lo caprichosas que son, que unas noches están y otras no. Podrías seguir siendo feliz sin estrellas, pero yo no. En ese sentido, somos muy opuestos...
Había dicho que le recordaba a alguien... Hoy estaba muy melancólica, había hecho bien al traérmela aquí:
Gianluca: Admiro tu forma de querer enrevesarlo todo. Dijiste que te recordaba a alguien. ¿Puedo preguntar a quién te recuerdo?
Se giró hacia la izquierda, quedando en la posición perfecta para mirarme, y yo me giré a la derecha para mirarla a ella:
TN: Me recuerdas a mi ex novio.
El estómago se me revolvió solo de escucharla decir "ex novio". Me arrepentí de haber preguntado, pero ahora era una necesidad querer indagar en el pasado:
Gianluca: ¿Cómo se llamaba tu ex novio?
TN: Gianluca. Gianluca Ginoble.
Gianluca: Oh, bueno, bonito nombre.
TN: Bonito nombre, bonito chico, bonita personalidad... Todo él era bonito.
Espera, espera, espera... ¿Estaba hablando de MÍ? ¿De Gianluca Ginoble? ¿Desde cuándo hablaba de mí así? ¿Desde cuándo hablaba bien de mí?:
Gianluca: Y...
Me daba miedo preguntar lo que quería preguntar, pero terminé atreviéndome:
Gianluca: ¿Qué pasó?
Se hizo la distraída:
TN: ¿Que qué pasó con qué?
Sonreí, tratando de parecer amable, aunque por dentro me ardía el pecho de coraje:
Gianluca: ¿Qué pasó entre nosotros?
TN: ¿Nosotros?
Mierda, Gianluca, ya has metido la pata, estúpido...:
Gianluca: Vosotros. He dicho vosotros.
TN: Ah, pues... Cortamos. Bueno, no exactamente. Digamos que fue todo culpa mía y terminamos de la peor manera posible.
Gianluca: ¿Puedo preguntar qué sucedió?
TN: Eh...
Tosió y sonrió con tristeza:
TN: Gianluca no existe.
Me dio la sensación de que me acuchillaban, sentí como un pinchazo dentro de mí, pero ahora no podía parar:
Gianluca: ¿Qué quieres decir conque no existe?
TN: Pues eso, que no existe. Está... Uf...
Se sentó en el suelo y agachó la cabeza. Se miraba las rodillas y la vi frotándose un ojo:
Gianluca: ¿Estás llorando?
TN: Perdona, todavía me cuesta mucho hablar de él... Lo siento.
¿Sentía pena? ¿Acaso le parecía el mejor momento para sentir algo? Tragué saliva y la consolé:
Gianluca: No te preocupes. Me gustaría que me lo contaras, pero no quiero presionarte.
De repente, clavó sus ojos en mí:
TN: No lo haces. De acuerdo, te lo contaré. Quizá así me sienta mejor.
Gianluca: Te escucho.
TN: Vale. En mi tercer año de instituto, hice muchos amigos. Desgraciadamente, ya no conservo a ninguno de ellos. El caso es que, por medio de uno de esos amigos, Gianluca y yo nos conocimos. Era fresco, era divertido, guapo, listo... El chico perfecto, si lo quieres llamar así. Y, bueno, empezamos a quedar y nos gustamos. Estaba deseosa porque me pidiera ser su novia, y cuando lo hizo, fui la chica más feliz del mundo mundial, te lo aseguro. Era detallista, un sol... Me quería muchísimo, quizá demasiado. Y yo... Lo traicioné.
Gianluca: ¿Qué le hiciste?
Obviamente lo sabía, pero quería oírselo decir a ella:
TN: Era la fiesta de graduación. Ya llevábamos años siendo pareja, y él tuvo un problema y me dijo que llegaría algo tarde a la fiesta... Yo me quedé con unas amigas, me convencieron para que bebiera un poco y me pasé bastante, me emborraché. Gianluca lo habría impedido, me habría protegido si hubiera estado. No debí dejarme llevar, pero no sabía lo que hacía. Y... Me acosté con otro. Gian llegó después y, al no verme, preguntó por mí. Todos le dijeron dónde estaba y nos pilló... Recuerdo que lloró, lloró mucho, y a pesar de que estaba borracha, eso lo recuerdo perfectamente. Gritó, me preguntó por qué le había hecho aquello, yo no supe qué contestar, apenas me había dado cuenta de que estaba en una cama con otro... Me chilló, histérico, preguntándome si lo quería, si alguna vez lo había querido, yo empezaba a perder la borrachera y le pedía perdón, una y otra vez, los dos llorábamos, luego él se hartó y dijo: "Ya está, se acabó, yo no puedo con esto" y corrió por la calle. Yo lo seguí, justo a tiempo para ver...
Se rompió y se echó a llorar:
Gianluca: Sé fuerte, ¿qué viste? Dímelo, dímelo, por favor...
TN: Lo vi morir. Eso fue lo que vi. Se suicidó, era verdad que no podía con esto, y se mató. Gianluca: Dime cómo lo hizo.
TN: La calle tenía vallas de piedra que daban al mar, estaban bastante altas, y el mar era profundo... Se lanzó. Yo gritaba y pedía ayuda, pero no me hacían caso, seguía mirando al mar con la esperanza de que saliera flotando, pero para nada pasó eso.
Eso, eso era lo que quería oír. Todo era verdad. Me había lanzado, quise suicidarme. Lo que ella no sabía era que me desmayé cuando estaba en el agua, pero alguien me rescató a tiempo. Me desperté en la orilla, con él a mi lado...
* Flash back *
Tosí, mientras me salía agua por la boca. Un tío me sujetaba. Abrí los ojos y lo reconocí:
Gianluca: Ignazio...
Ignazio: Hey, ¿qué tal estás?
Gianluca: Me quiero morir... ¿Por qué no me has dejado morir?
Ignazio: Me he enterado de todo. No te podía dejar morir, además, entre tú y yo podríamos hacer un gran equipo...
Gianluca: ¿A qué te refieres?
Ignazio: Les he dicho a todos que has muerto. Es decir, no han encontrado tu cuerpo, así que estás muerto y punto. TN no te merece, ¿no crees? Yo no la soporto. ¿No tienes ganas de vengarte? Porque yo sí, y muchas.
Gianluca: Yo... Yo no. Empezaré una nueva vida lejos de aquí.
Ignazio: ¿Y adónde tienes pensado ir?
Gianluca: Eh... Abruzzo.
Ignazio: ¿Estás seguro de que no quieres vengarte? Yo soy su primo, podría ayudarte...
Y así me convenció para poner el plan en marcha. Los dos nos mudamos a Abruzzo, él montó el bar y yo me independicé. No volví a verla hasta ahora. Ignazio era mi "jefe".
* Fin del Flash back *
La miré durante mucho rato, llorando como una perdida. No sabía muy bien qué hacer, nunca había sido bueno en cosas de este tipo... Hasta que se me ocurrió una nueva pregunta.
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✴ VIVO PER LEI ✴ {Gianluca Ginoble & Tú} #Wattys2015
FanfictionEstaba harto de fingir, así que me quité las gafas de sol y la miré: - ¿Sabes quién soy? Ella contuvo el aliento: - ¿Gianluca?