Capítulo 8: La escapada.

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✴✴✴✴✴ NARRA TN ✴✴✴✴✴
Acordamos que Edoardo vendría a buscarme al anochecer, cuando Piero e Ignazio estuvieran profundamente dormidos. No estaba dispuesta a soportar todo esto y no quise perder ni un solo segundo más. Empecé a hacer de nuevo la maleta, metiendo todas mis cosas a la carrera. Alguien llamó a la puerta, así que supe que no era Ignazio, por supuesto:
TN: ¿Quién es?
Piero: Soy yo. ¿Puedo entrar?
Mierda, me pillaría con el equipaje y no me dejaría irme...:
TN: Eh... ¡Un momento, por favor!
Agarré todo como pude y lo metí rápidamente debajo de mi cama:
TN: ¡Adelante!
Piero entró lentamente. Parecía preocupado, triste y decepcionado al mismo tiempo:
Piero: Hola. ¿Podemos hablar?
Me senté en la cama y di unos toquecitos al colchón para que él hiciera lo mismo:
TN: Claro.
Piero: Escucha, sobre lo que acaba de pasar... Lo siento, me duele tener que reñirte, eres mi hermana y te quiero, pero tu comportamiento ha cambiado radicalmente desde que nos hemos mudado aquí. ¿Por qué? Tú siempre has sido una niña buena, ¿qué es lo que te ocurre?
Bufé y puse los ojos en blanco:
TN: Ignazio y yo no nos aguantamos. Eso dificulta mucho la convivencia, ¿sabes?
Piero: No, error. TÚ eres la que no lo aguanta, él a ti te quiere mucho, tanto como yo.
TN: ¿Sabes qué? Pensándolo mejor, es inútil tratar de abrirte los ojos, Piero. Sabes mejor que nadie que me odia, y que quiso traernos a su casa para hacerme la vida imposible, pero te niegas a verlo. Yo nunca seré feliz en Abruzzo. Cuando sea mayor de edad, volveré a Agrigento, y me da igual si no te vienes conmigo.
Piero: No, TN, no empieces...
TN: ¡¡¡PUES ESCÚCHAME!!! ¡¡¡ESCÚCHAME COMO LO HACÍAS ANTES!!! NO SABES LO MUCHO QUE ECHO DE MENOS AL HERMANO QUE TENÍA EN SICILIA. Ahora... Apenas te reconozco. Has dejado de tratarme bien. Y, sinceramente, no creo que me lo merezca. Si papá y mamá estuvieran aquí...
Piero: NI SE TE OCURRA MENCIONARLOS, ¿ME OYES? HE INTENTADO ACERCARME A TI, PERO TE HAS VUELTO MUY FRÍA, ¿NO TE DAS CUENTA? CADA VEZ VAS A PEOR. ESTO TAMPOCO HA SIDO UN CAMINO DE ROSAS PARA MÍ, ¿POR QUÉ TÚ ESPERAS SOLO QUE YO ME PREOCUPE POR TI CUANDO TÚ NO HARÍAS LO MISMO POR MÍ? ¿TE CREES QUE NO ME DUELE? No soy de piedra, TN. Soy tu hermano, y por muy mayor que sea, a mí también me gusta que quieran ayudarme y se interesen por mí. Pero tú no lo haces. Ni tú ni nadie.
Se levantó y se dirigió hacia la puerta:
TN: Piero, espera...
Me miró:
Piero: ¿Qué?
TN: Yo no quería hacerte daño.
Piero: Lo sé. Pero aún así, me lo has hecho.
Salió y volvió a cerrar. Yo seguía sentada en la cama, y noté que unas lágrimas rebeldes paseaban por mi rostro. Me las limpié y cogí otra vez la maleta para concentrarme en otra cosa. Decidí cerrar con llave para evitar contratiempos y terminé de guardarlo todo. Ya faltaba poco para salir de aquella casa...
✴✴✴✴✴ NARRA GIANLUCA ✴✴✴✴✴
Estaba muy intrigado por lo que le había pasado a TN, y comencé a arreglarme para ir a buscarla. Me tomé una ducha, me vestí con lo primero que encontré y presté especial atención a mi pelo. Me gustaba tenerlo peinado a la perfección, con un bonito copete. Por último, me aseguré cien por cien de que llevaba puestas las gafas y, cuando anocheció, la llamé:
TN: ¿Diga?
Gianluca: Hola, soy Edoardo. Voy a por ti ahora, ¿está bien?
TN: Sí, sí, perfecto.
Le noté la voz rota, como si hubiera estado llorando:
Gianluca: Oye, ¿te pasa algo?
Ella respiró fuerte:
TN: No, nada. Es solo que... No veo la hora de marcharme de aquí.
Eso sin duda era parte del problema, pero había algo más:
Gianluca: Has estado llorando. Ya me lo contarás cuando llegue.
TN: De acuerdo... Hasta ahora.
Gianluca: Adiós.
Colgué y cogí las llaves del coche. Consulté la dirección de nuevo y me puse en camino.
✴✴✴✴✴ NARRA TN ✴✴✴✴✴
Hablar con Edoardo me había relajado, lo que era extraño, porque él para mí tampoco era más que un desconocido, pero lo sentía cercano. Era algo que no podía explicar. Todas las puertas de la casa estaban cerradas con llave, así que tendría que salir por la ventana. Como yo tenía una especie de terraza con balcón, quité las cortinas y las até fuertemente al balcón. Luego lo esperé mientras miraba a la calle, para que no se le ocurriera llamar a la puerta o al timbre. Tras unos 20 minutos, vi que un coche aparcaba cerca de la casa y de él salía alguien que parecía estar buscando algo. Distinguí su sombra y grité:
TN: ¡Edoardo!
✴✴✴✴✴ NARRA GIANLUCA ✴✴✴✴✴
Llegué al vecindario, salí del coche pero tuve problemas con la dirección, de hecho, no conseguía encontrar la casa hasta que sentí que gritaban mi falso nombre. Era ella:
Gianluca: ¡Hola!
Se llevó un dedo a los labios para que me callara y me acerqué a la vivienda:
Gianluca: Ábreme.
Dijo que no con la cabeza y susurró:
TN: Saldré por aquí...
¿Iba a saltar por la ventana? ¡Se mataría!
Gianluca: ¿Estás loca?
Sonrió y señaló algo que estaba atado a su balcón. Parecían cortinas. Se deslizaría por ellas para llegar al suelo:
TN: Cógeme la maleta...
Gianluca: ¿Qué?
No la escuché bien y no me dio tiempo a reaccionar. Ella lanzó algo por la ventana y me golpeó con ello en la cara:
Gianluca: ¡AUCH! ¡JODER, CASI ME REVIENTAS!
Puso cara de enfado y me mandó callar:
TN: ¡¡¡SHHHHH!!! Lo siento...
Cogí la dichosa maleta y la llevé al coche. Luego volví, justo a tiempo para ver cómo bajaba por su improvisada escalerilla:
Gianluca: Ten cuidado, no es plan matarte antes de escaparte, ¿no crees?
Se rió y bajó lenta pero elegantemente hasta que sus pies se posaron en la hierba del césped:
TN: Listo. Perdona otra vez por lo de la maleta.
Gianluca: No importa, ya la he guardado. ¿Nos vamos?
TN: ¡Sí! Oh, un momento...
Tiró de las cortinas, que se habían quedado colgando, y, no sé cómo, pero logró desatarlas desde abajo y las arrojó al primer contenedor que vio:
Gianluca: ¿Por qué haces eso?
Ella contestó:
TN: Cuantas menos pruebas deje, mejor.
Vio mi coche y empezó a correr hacia él. Yo no, yo caminaba tranquilamente, pero me metió prisa:
TN: ¡Vámonos! ¡Vámonos ya, por favor!
Así que me metí dentro lo más rápido que pude y conducí:
Gianluca: ¿Adónde te llevo?
TN: Ah, pues... No sé, déjame en el primer hotel que veas.
Gianluca: ¿No tienes adónde ir?
TN: Sí. Cualquier hotel de Abruzzo me vale.
Gianluca: No, no puedo dejarte sola. ¿Y si te pasa algo o no te queda dinero y tienes que dormir en la calle o no puedes comer?
TN: Llevo suficiente dinero, créeme. Volveré a por más en cuanto se me acabe.
Gianluca: Que no. Te pillarán y luego te meterás en un lío.
TN: Bueno, ¿y entonces dónde voy a quedarme?
Lo pensé un segundo. Solo podía ofrecerle un lugar:
Gianluca: Mi casa.
TN: ¿¡QUÉ!? No, ni harta de vino, ya has hecho mucho por mí, no me iré a tu casa.
Gianluca: No molestas, es grande y vivo solo, y reconoce que es mucho más tentador dormir en una casa que en un hotel.
TN: Pero... No quiero.
Tenía una especie de miedo en la mirada que nunca había visto antes:
Gianluca: ¿Me tienes miedo?
TN: Ah... Bueno, eres un desconocido... Podrías ser un violador o un asesino en serie.
Me reí:
Gianluca: Sí, podría. Pero no lo soy. Venga, mujer, ¿qué te cuesta? Estarás más cómoda, hazme caso.
TN: Bueno...
Suspiró:
TN: Está bien. Muchas gracias...
Gianluca: No se dan. Por cierto, ¿por qué quisiste escaparte?
TN: Las cosas no iban bien. Apenas hace una semana que me he mudado aquí y ya echo de menos mi casa de Agrigento. Vine con mi hermano Piero para trabajar en el bar de mi primo Ignazio. Y él y yo...
Gianluca: ¿No congeniais?
TN: Para nada. Él solo quería tenerme aquí para tratarme como le da la gana, y yo no le voy a bailar a ese son. Además, ha puesto a mi hermano en mi contra. Yo no soy capaz de soportar tanta mierda, necesito irme.
La miré. Estaba a punto de llorar. Paré el coche:
TN: ¿Qué haces? ¿Por qué paras?
Gianluca: Bájate. Necesitas relajarte y yo tengo un truquito para eso.
TN: No vamos a acostarnos.
Gianluca: Yo nunca he dicho eso.
TN: Vale...
Salimos afuera y nos pusimos en marcha hacia mi sitio de pensar. Quería compartirlo con ella.

✴ VIVO PER LEI ✴ {Gianluca Ginoble & Tú} #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora