— ¿Puedes apresurarte? Tenemos que ir a almorzar— le dije a Jesse.Nos tiene metidas hace como tres horas en la cabaña, los demás se fueron a la cafetería y nosotras seguimos aquí esperando que el neandertal se arregle.
No sé para qué, si es feo de todos modos, no existen los milagros.Mentir es malo,Lavina.
No miento, digo la verdad
—Si, Jesse— me apoyó Zoe— Se considerado con Lavina, ella tiene que alimentarse por dos ahora.
— Muy cierto— dije haciendo un leve puchero— Piensa en el pequeño Jessito ¿O no te importa?
Jesse dejo de peinarse y me miró sin parpadear, luego se fue acercando a mi, y sin verlo venir poso su mano en mi estómago, maldito.
— Si, me importa todo lo que tenga que ver contigo y el pequeño— sonrío.
— Me alegro— murmuré actuando lo más calmada posible.
No quería cometer un asesinato. No, ahora.
—Creo que lloraré— chilló Zoé de repente— Acabo de presenciar el momento más dulce de mi vida.
— Un momento para recordar— fingí una gran sonrisa— Entonces, ¿Podemos irnos?
**
— ¿No es demasiado? — preguntó Zoe mirando mi plato lleno de hamburguesas, mientras ella elegía un plato de ensalada — Le hará mal a tu bebé, eso contiene mucha grasa.
Jesse asintió de acuerdo y aprovechó para sacarme dos de mis cuatro hamburguesas, pero le pegué en su brazo haciendo que aleje sus manos sucias de mi comida.
— Quiero que mi Jessito ame las hamburguesas como su mamá. Además, es mi antojo no sé entrometan— llegamos a la mesa en donde están nuestros amigos y nos sentamos a comer.
Fue un almuerzo tranquilo sacando que Jesse a veces me tocaba el estómago cuando Zoe nos miraba y yo le pinchaba la mano con el tenedor a escondidas, pero dentro de todo fue agradable.
Estábamos por retirarnos de la cafetería cuando Harry nos interrumpió para darnos un aviso.
—Chicos, no se olviden que la actividad es por tres días. Ninguno se puede soltar, si es así habrá castigos que deberán cumplir. Los estaremos vigilando, ahora sí pueden retirarse.
Cuando estamos por salir nos llamó ahora Grace.
— Y no se olviden que hoy a la noche hay fogata, ahora si vuelen pajaritos.
— ¿Fogata? Eso es genial- habló Ciara sonriendo como una maníaca, a veces me preocupa mi amiga se emociona por todo—Hey, Bailey, tú podrías cantar. Lo harás ¿no? Di que sí,please. El mundo tiene que escucharte cantar.
— ¿Cantas? —preguntó Brent asombrado, ella canta y muy bien.
—Algo así pero no cantare —soltó una risa nerviosa—El mundo no se pierda nada.
—No seas modesta, todo el mundo aquí se perderá de oír tu hermosa voz— dije ganándome una mala mirada de ella.
—No exageres.
—No importa, esta noche cantaras y si lo haces no dudaré en acompañarte con la guitarra— bromeé.
— ¿Tocas un instrumento? Eso quiero verlo— soltó Jesse.
En realidad, no sé tocar la guitarra y ningún instrumento, solo quise darle ánimos a Bailey, pero algo en mi no quiere retractarse.
No cuando Jesse me está retando, lo sé.
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Camp Goys [1] EDITANDO
Teen FictionLavina cansada de fracasar en el amor opta por pasar su verano en un campamento únicamente de mujeres junto a sus tres mejores amigas con tal de permanecer lejos de cualquier chico que se empeñe en romper su corazón, otra vez. Pero lo que nunca imag...