Camp Goys [1] EDITANDO

35.

FIONA

—¿Qué está pasando aquí?—grité abriendo la puerta y mirando atentamente el panorama.

Lavina está tendida en su cama llorando con pañuelos desechables a su alrededor.

Ciara estrangulando una almohada mientras llora también.

Bailey está tomando helado desde su cama mientras pequeñas lágrimas se esparcen por todo su rostro.

Colt que está a mi lado susurró en mi oído.

—¿Están en su ciclo menstrual? Porque si es así, me voy. Estas cosas me dan miedo.

Se apresuró a ir a la puerta pero lo agarré del brazo a tiempo.

—Chicas— me acerqué a mis amigas—¿por qué lloran?

—¿Alguien murió?—acotó Colt, la verdad este chico no me está dando la ayuda que necesito, así que deje que se fuera, cosa que hizo con gusto.

Ninguna habló solo se limitaron a mirarme desde sus lugares, volví a preguntar.

Ciara fue la única que me contestó, bueno más bien me lanzo su teléfono, gracias a dios lo agarre como pude.

Si llegaba a romper su Iphone tenía que salir a trabajar y no tenía ganas.

Como sea, pensé en volvérselo a tirar pero algo en la pantalla llamó mi atención.

Es una foto donde se podía ver a Brent y Lester hablando con dos chicas, traté de hacer zoom pero ellas salían pixeleadas.

Mmm... Igual eso no respondía a mi pregunta.

—¿Están así por una simple foto?—exclame riéndome. Si lo sé es cruel, pero estas chicas están armando un drama donde no lo hay o por lo menos yo no lo veo—No están haciendo nada malo.

—Mira la siguiente foto—dijo Bailey sonándose sus mocos.

Toque la pantalla con mi dedo ya que se había apagado y pasé a la otra foto.

Los mato.

Nadie tiene permitido hacer sufrir a estas chicas.

Y mucho menos hacerlas sufrir para luego tener que aguantar sus llantos.

—Las engañaron—apenas eso salió de mi boca las chicas lloraron con más fuerza.

Es otra foto de los chicos, pero en esta ocasión besaban a esas dos personas no identificadas y venía con un mensaje-

"¿ellos no saben que están de novios? Siento lastima por ustedes. Bienvenidas al club de las cornudas"

Me fijé quien era el destinatario pero no tenía número, era privado.

Quien haya sido lo pensó muy bien.

—¿Por qué nos harían eso?—se lamentó Ciara, sacándole la cabeza a un osito de peluche, pobre de él—Lester me engaño y ni siquiera llegamos a cumplir la semana.

—Yo pensé que Brent era distinto a los demás, que idiota que fui—murmuró Bailey con la mirada perdida.

Ciara y Bailey comenzaron a susurrar una canción.

Deje que se desahogaran.

A todo esto me estaba olvidando de una tercera persona, Lavina estaba acostada en su cama mirando el techo mientras lloraba en silencio.

Cierto, aún no se que le pasa a ella, así que me acerque lentamente.

La empujé para que me hiciera un lugar.