Camp Goys [1] EDITANDO

22.

BAILEY

—Lo de cambiar su acondicionar por tintura no fue suficiente para ti ¿no?—dije viendo a Lavina buscar algo debajo de la cama.

—Claro que no, eso fue el comienzo de mi venganza—salió junto a una pequeña caja—Esta será la última, lo prometo.

—¿Que tienes ahí?—Fiona entró a la cabaña, ahora la comparte con nosotras.

—La ultima broma para Hulk—dijo mi amiga.

Rodé mis ojos, no estoy de acuerdo esta vez con ella, creo que ya es suficiente.

Fiona está enterada de las bromas, ella fue la que ayudo a Lavina a poner la tintura verde sin que se den cuenta.

Jesse aún no logró sacarse ni un poquito del color y eso que intento miles de veces. La única solución que encontró fue un gorro viejo que lo usa hasta para dormir.

—Estás empecinada con hacerle la vida imposible a Jesse. Debe ser tu manera de llamar su atención, una muy mala manera—susurré.

—¿Llamar la atención de quién?—preguntó confundida.

—Cabeza de lechuga, hulk, rex el tiranosaurio...—habló Fiona.

—Shrek, dipsy el teletubbie, marciano de pizza planeta—siguió Lavina

—¡Estoy hablando de Jesse!—exclamé perdiendo la paciencia.

Sacudió su mano restándole importancia.

—Lo sabía, estaba dándote la posibilidad de retirar tus palabras—negó con su cabeza—Pero como no lo hiciste te diré que jamás haría todo esto para impresionar al neandertal cabeza de apio. Únicamente es una venganza y se lo merece—me tiró una almohada.

—Entendí, no es necesario recurrir a la violencia Louise—remarque su segundo nombre porque sé que no le gusta.

—Retíralo—Lavina me amenazo con un peine.

—¿Tu segundo nombre es Louise?—preguntó Fiona interesada.

—Sí, búrlate todo lo que quieras.

—¿Por qué lo haría? Mi segundo nombre es Louise y créeme que te entiendo, lo odio también.

—¿En serio? Al fin alguien que me comprende—exclamó aplaudiendo eufórica.

—Bailey, alguien quiere verte—dijo Ciara apareciendo.

—¿En dónde?—me apresuró a salir.

—En la cafetería—es lo último que logro escuchar antes de salir corriendo.

BRENT

Llevo diez minutos esperando a Bailey, he decidido por fin confesarlo lo que siento.

Y espero no espantarla y que todo termine mal por que no quiero perderla.

En tan poco tiempo me hizo sentir cosas que no sentí por ninguna otra chica y eso es importante porque es la persona que estaba buscando para mí.

Escuche un ruido e inmediatamente mis ojos conectaron con los de Bailey, me dio una sonrisa nerviosa y lentamente se fue acercando hasta sentarse en la mesa de la cafetería conmigo.

Tengo que tomarlo con calma.

—Me gustas- solté sin pensarlo. Los ojos de Bailey se abrieron demasiado.

Acabo de arruinarlo.

—Me gusta tu cabello ¿Te hiciste algo?—intente solucionar mi error.

Mejor me quedo soltero y me dedico a criar gatos.