Camp Goys [1] EDITANDO

27.

BAILEY

—¿Qué es lo que sucede contigo?—le pregunté a Lavina—¿Quieres ignorar a Jesse? Bien, pero ¿Ignorar al resto? Eso sí que no. Puedo ver que algo te preocupa. ¿Quieres contarme?

Ella rodó sus ojos y bajo la mirada a su boca con cinta adhesiva.

Lo siento, pero para poder tener esta encantadora charla, tuve que recurrir a un segundo plan porque cada vez que quería hablarle se escapaba de mí.

Me tomó un tiempo traerla a una vieja cabaña que está alejada del campamento, es un lugar que encontré con Brent.

Un día estábamos tan sumergidos en profunda conversación para conocernos mejor que caminamos y sin darnos cuenta habíamos terminado aquí.

Desde ese momento ha sido nuestro lugar secreto, hasta hoy.

Me acerque a ella para sacarle la cinta de la boca y al segundo comenzó a decir palabras que no puedo repetir.

—Desátame ahora mismo y prometo no matarte—me dió una sonrisa fingida.

También tuve que amarrarla a la silla, no me dejó otra opción.

Me encogí de hombros y coloque una silla enfrente suyo.

—Si prometes responder todas mis preguntas, te soltaré . Si no cooperas, me iré y te dejaré aquí sola, nadie sabrá dónde estás.

Frunció su boca y como vio que no bromeaba, asintió lentamente.

—Señorita, Brown—me incline para mirarla, quería intimidarla. Aclare mi garganta—¿Por qué usted actua de forma sospechosa? ¿Qué fue lo que sucedió con Jesse?

—¿Usted?—me interrumpió.

—No me interrumpa, por favor. No le cedí el derecho de hablar.

—Si así lo quieres, tengo el derecho a un abogado—dijo burlándose. La ignoré y proseguí.

—¿Qué fue lo que sucedió con Jesse? Usted ha estado actuando muy rara—me senté esperando su confesión.

—¿Es necesario todo esto?—asentí y ella bufó—Está bien ¿Quieres todo con lujo de detalle?

—Me gustaría, pero en media hora tengo que reunirme con Brent así que habla rápido—le di un vistazo a mi reloj—Se te acaba el tiempo.

—Nos besamos, y creo que me siento atraída por él. Es por eso que me escondía, no quería afrentarlo.Pero luego volvimos hablar, me dijo que admitiera que me gustaba, claramente no lo hice, le dije que era un error, por que así lo es. Entonces el contesto que tenía razón y dijimos que no pasaría de nuevo. Ahora lo ignoró otra vez porque puedo y quiero. ¿Feliz? Ahora desátame, muero de hambre.

—¿Se besaron?— estaba atónita, no puedo creerlo, eso no me lo esperaba.

La desate rápidamente.

—Eso es lo que básicamente dije.

—Si, pero ¿Te gusta? ¿Sentiste algo cuando se besaron? ¿Mariposas en el estómago? Porque eso sentí cuando Brent me besó la primera vez y por mas estupido que suene sigo sintiéndolo. Aunque lo mío no son como mariposas más bien son como una estampida de elefantes, es una sensación maravillosa y aterradora a la vez. ¿Así se siente estar enamorada?

—¿Estas enamorada?—preguntó Lavina.

Fruncí las cejas. No lo sabia, nunca lo estuve así que como saberlo.

—No sé qué es estar enamorada, todo es nuevo para mí.

—¿Qué es lo que sientes cuando estas con él?

—No se como explicarlo, solo que cuando no estoy a su lado, no puedo dejar de pensar en el.

Lavina sonrió y eso no me gustó.

—Déjame decirte que estas completamente e estúpidamente enamorada, amiga.

—¿Enamorada?—repetí, sacudí mi cabeza— No nos desviemos de tema,no estamos hablando sobre mí. ¿De qué tienes miedo?

—No tengo miedo.

—Lo tienes, tienes miedo de volver a sufrir.

Esquivo mi mirada.

—Puede ser pero no quiero seguir con esta conversación. No quiero estar en ninguna relación con nadie, no estoy lista. Además, sigo manteniendo el pacto. No te preocupes, estoy bien así y no me culpes por querer escapar del neandertal, lo único que hace es complicarme la vida.

—No puedes huir cada vez que alguien se acerca a ti. Es momento de enfrentar tus problemas.

—Gracias, por tus consejos los anotaré en mi diario—dijo— Agradezco que te preocupes por mi, pero estoy bien. Ahora me gustaría estar sola, si no te molesta.

Se levantó dirigiéndose a la puerta y la cerró con fuerza.

*

—Jesse está molesto con Lavina— Brent acaricio mi cabello, estamos tendidos en el pasto mirando las estrellas.

—Ella está molesta conmigo por querer ayudarla—senté enfrentándolo—Me siento mal, esta empecinada en cumplir con ese estúpido pacto y todo es por culpa de unos imbéciles que no supieron apreciarla. Ahora cree que todos son iguales—me dió un beso en la frente haciendo que inmediatamente suspiré.

Me volví una idiota.

—Déjala que solucione sus propios problemas. Hay que darle tiempo.

—Si pero ella siente cosas por Jesse, y no quiere hacer nada al respecto por miedo.

De repente me abrazó.

—Me encanta que te preocupes por tu amiga. También estoy algo preocupado por Jesse, jamás se sintió atraído por ninguna chica.

—Deberíamos dejar que el tiempo haga lo suyo ¿no? —asintió—No, siempre quise hacer de cupido, debemos ayudarlos.

Brent se rió, realmente se rió de mi.

Le pegue en su hombro.

—No creo que funcione, esos dos son demasiado tercos.

—Estoy segura que podremos hacer algo pero debes ayudarme.

—Está bien, te ayudaré.

Enrede mis brazos a su cuello y guié mi boca a la suya.

*

Con Brent ideamos un plan que consiste en juntar a Lavina y Jesse para que hablen.

Harry y Grace recientemente nos anunciaron que tendríamos una actividad mañana a la mañana.

Realizaremos una caminata por el sendero. Así que decidimos poner en marcha el plan para mañana.

Los encerraremos en una de las cabañas y tendrán que permanecer allí juntos hasta que regresemos.

Decidí pedirle ayuda a las chicas, es por eso que estamos reunidas.

Para mantener lejos a Lavina, Marleen la llevo hasta la cafetería.

—Cómo haremos para juntarlos en una misma cabaña?—preguntó Fiona.

—Los chicos lo traerán aquí, dicen que es de sueño pesado, así que no se dará cuenta. Y cuando despierte, la puerta y ventana estarán cerradas.

—Espero que Lavina no quiera asesinarnos cuando se dé cuenta de lo que hicimos. Por cierto ¿Qué le diremos a Harry y Grace? —habló Ciara.

—Algo se nos ocurrirá en el momento.

—Solo espero que este pequeño plan resulte—dije.

Si no, todo habrá sido un fracaso.