Camp Goys [1] EDITANDO

21.

JESSE

—¿Crees que nos querrá matar cuando lo vea?—preguntó Colt sin despegar la vista de Lavina, es la única en todo el campamento que sigue durmiendo.

Suspiré mientras salimos de la carpa.

—No nos pasara nada, si no se entera que fuimos nosotros—caminamos hasta llegar la fogata donde todos nos esperan para partir hacia el campamento, todavía no amaneció por completo por lo que estoy suponiendo que nos hicieron madrugar, que considerados.

—¿Están listos?—preguntó Harry.

—Falta Brent y la zorra—habló Eleanor.

—Bailey— acotó Leah, amiga de esta.

—Lavina no está tampoco—dijo Ciara ofendida por olvidarse de su amiga—Por cierto, lo de zorra estuvo de más, querida— enfrentó a Eleanor.

—No es momento de pelear. Y por favor Eleanor ten un poco de respeto hacia tus compañeros. Grace fue en busca de Bailey y Brent, alguien vaya a buscar a Lavina.

—No hace falta...—un grito proveniente de la carpa, más específico el grito de Lavina se oyó—La no tan bella durmiente acaba de despertar—termine de decir.

—¿Por qué hay una gallina en la carpa?— chillo.

—¿Gallina?—Harry entró en busca del animal.

—¿Todo esto por una gallina? –preguntó Corey.

—Esa cosa estaba haciendo un nido con mi cabello—gruño Lavina.

Eso explica su pelo alborotado.

Colt y yo nos miramos, y no pudimos aguantarnos, nos reímos a carcajadas.

Lavina se calló y nos miró sin parpadear.

Creo que acabábamos de delatarnos.

—Ustedes—nos señaló. Dejamos de reír para empezar a correr con Lavina detrás de nosotros—Malditos idiotas, los mataré . Juro que voy a herirlos donde más les duela.

—No quiero que me saquen a mis hijos—chillo Colt deteniéndose de repente haciendo que Lavina se lo lleve puesto y ambos terminen en el suelo. Dieron vueltas por unos segundos y Colt terminó encima de ella sujetándole las manos para evitar que le pegue.

—Ayúdame a calmar a la fiera— me gritó Colt, no me quedo de otra que ayudarlo.

—¿Por qué lo hicieron? Odio a las gallinas, las detesto. Son feas y malévolas—Lavina lloriqueó retorciéndose debajo de Colt.

—Ellas son lindas y nos dan huevos frescos con mucho amor—me agaché para estar a su altura—Lo sentimos, fue una simple broma. No sabíamos de tu miedo, pero tienes que saber que son inofensivas.

—No me importa lo que digas, les tengo miedo y punto. Y tú sal de encima de mío ahora—se dirigió a mi amigo.

—Solo si prometes no lastimarnos.

—Si no lo hace, me encargare personalmente de hacerlo con mis propias manos—apareció Fiona.

Colt al oír su voz se levantó dejando a Lavina libre.

—Por favor, no lo hagas—suplicó Colt poniéndose de rodillas.

—No nos hará nada, levántate hombre—dije agarrándolo del codo.

—Ella pega muy fuerte, todavía siento el derechazo que me dió el año pasado—se tocó su mejilla.

—Que bien, entonces podrías pegarles a los dos por mí—habló Lavina—No, déjalo así. El destino se encargará de ellos tarde o temprano.