Camp Goys [1] EDITANDO

41.

COLT

—Toma la leche que te prepare con mucho amor—dije acercándole el biberón a Coltiana pero solo movió la cabeza rechazando la comida.

Estuvo todo el día así, sin ánimos de nada, no quiere comer, ni salir a pasear a escondidas, ni siquiera comió bananas que son sus favoritas. Tampoco quiso ver episodios de Friends en netflix, es nuestra serie preferida.

Agarré a mi bebé y la comencé a mecer entre mis brazos. Tarareo una canción para que se duerma rápido.

—En la radio hay una gallina, En la radio hay una gallina, Y la gallina COO, Y el pollito PIÓ....

Seguí cantando hasta que vi que se durmió, la llevé hasta mi cama y la dejé descansar, pongo un walkie talkie en la cabaña y el otro me llevo conmigo.

Dándole una última mirada salí para ir por algo de comer a la cafetería, no me había dado cuenta que era de noche, estuve todo este tiempo ocupándome de mi hija.

Al llegar visualice a mis amigos en una mesa, me acerque a ellos.

—Al fin apareces—habló Lavina apenas me senté—¿cómo está tu gallina?

—Sin ánimos de nada, creo que tiene fiebre. Pero no sé cómo tomarle la fiebre a una gallina, ¿alguno tiene idea?—pregunté mientras robaba comida de sus platos. No tenía ganas de levantar e ir a buscar mi plato, así era más fácil.

Fiona negó con la cabeza.

—A lo mejor está cansada de vivir en tu cabaña, es una gallina necesita estar al aire libre—inmediatamente la miré mal, ella solo levantó su mano—y no me mires así, es la verdad. Es un animal no puedes tenerlo encerrado. Es hora que la dejes libre.

Me levanté y sin decir nada más me largue de ahí.

¿Quién se cree que es para decir eso? ella no sabe que es lo mejor para Coltiana, si fuera por Fiona se la comería ahora mismo.

Coltiana es mía y conmigo se quedará hasta que el destino lo quiera.

Necesito un tiempo por lo que voy al río a caminar un rato, rápidamente escuche que alguien gritaba mi nombre. Me imaginé que era Fiona pero no.

Una chica rubia, muy linda se acerca a mí, creo que es una de las amigas de la ex psicópata de Brent.

—¿Colt?—preguntó dudosa, asentí, luego extendió su mano y me entrego mi walkie talkie—Se te cayó.

—Gracias, no me había dado cuenta—lo guarde y me senté en el pasto, ella seguía parada mirándome, esto es incómodo—¿quieres sentarte?

—Oh, sí claro—se puso a mi lado, aclaró su garganta—por cierto, soy Leah.

—Colt—dije—pero eso ya lo sabes.

Leah rió y después nos quedamos en silencio mirando el agua correr.

En eso escuchamos un sonido, ella inmediatamente se asustó y creo que sin pensarlo enredó sus brazos en mi cuello.

—¿Que fue eso?—titubeó, por otro lado, también la abracé porque también tenía miedo, luego se escuchó como un cacareo—¿eso fue una gallina?—se separó de mí.

Se supone que nadie tenía que saber que tengo una gallina, además de mis amigos. Si Harry se entera me mata o peor me hace separarme de Coltiana.

Yo seguía sin responder, a veces era mejor hacerse el desentendido.

—Creo que son sapos.

—Eso no era un sapo, tengo la suerte de vivir en el campo y se diferenciar los sonidos de los animales, y eso fue una gallina—comentó , mientras observaba nuestro al rededor.