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Un mes más tarde la tranquilidad se quebró.

Aquel día me desperté sobresaltada. No sabía la razón hasta que oí a mi tía gritar. Bajé rápidamente las escaleras y la vi de rodillas hacia el jardín tapándose la boca con la mano. Cuando vi lo que había asustado a Karen, la bilis me subió por la garganta: había un gato degollado y me hizo pensar inmediatamente en mi pobre perro. Además había una nota escrita con sangre que decía: Te estamos observando. Un aviso. Para mí. La única superviviente. Karen llamó a la policía mientras que las primeras miradas morbosas se acercaban a la casa.

El primer coche llegó y el Detective Stevenson se bajó de él. Se quedó blanco como el papel al ver tal espectáculo. Nos preguntaron si habíamos oído algo o alguien, pero negamos con la cabeza, aun con el miedo en la sangre.

-No creo que sea ninguna broma de mal gusto porque el mensaje lo dice claramente- dijo el detective-. Tengo la corazonada que... los asesinos de tus padres, Mandy, te lo han enviado. Además, han reproducido exactamente la degollación e incluso la posición tal y como el perro estaba cuando lo encontraste. Pondré policías las 24 horas. Habrá un coche estacionado en la puerta. Tenéis que mantener la calma, intentar hacer vuestra vida normal pero siempre con un ojo puesto en vuestras espaldas. Si hay cualquier cosa llamadme a mí o a uno de mis hombres

Después de que se fuera vinieron Nicole y Leo. Estaban muy preocupados por mí y querían pasar la noche en mi casa.

-No sé si es lo mejor- empecé-. Probablemente han sido los mismos que asesinaron a mis padres. No sé cómo pero me han encontrado. Tengo miedo de que os hagan daño y no lo podría soportar. Yo...- me salió un sollozo- sois mis amigos y si os pasara algo...

-No te preocupes por nosotros- dijo Leo-. Somos tus amigos y tenemos que ayudarte en todo lo que sea.

-Además- dijo Nicole como quitando peso el asunto- mi padre es el detective y estaremos seguros. Incluso más que si viviéramos en uno de esos palacios. Hoy haremos una cosa: como supongo que no tienes ganas de salir, empezaremos con una maratón de Harry Potter. Muchas películas y muchas horas.

-Os quiero mucho- dije.- no sé qué haría sin vosotros.

-Lo sabemos- rió Leo.

Nada es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora