CAPÍTULO 26 | No puedes salvarme más.

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Los Angeles, California
Rachel.

"Todo lo que podía ver era su cara. Yo me encontraba corriendo lo más rápido que se podía pero.. A donde quiera que yo llegaba; ahí el se encontraba. No podía escapar de él. Yo volvía a correr entre el pastizal y podía escuchar sus pasos persiguiéndome. Encontré una montaña frente a mi y no dudé en escalarla hasta la punta; a la cuál llegué. Ahora me encontraba al borde de un abismo del cuál unas cuantas rocas caían por el y desaparecían en la nada.
Aún así podía escuchar el sonido de su respiración acercarse cada vez más y más; no tenía opción. Me di la vuelta para verlo cara a cara; el relamió sus labios y me sonrió ampliamente. Le sonreí de vuelta antes de lanzarme yo misma por el borde; estaba callendo lentamente, tratando de relajarme en lo que esperaba por el impacto, pero nunca llegó. Seguí callendo con lentitud en lo que pequeños recuerdos de mi vida giraban al rededor de mi. Pude ver a mi vida pasar rápidamente frente a mi; quise llorar pero ninguna lágrima salió. Estaba a punto de llegar, asi que cerré mis ojos para lo que me esperara; fuera malo o bueno. Ya me encontraba lista para impactarme contra el piso, estaba lista para el final. De un momento a otro mi cuerpo comenzó a descender más lento que de lo que venía, hasta que logré llegar a unos brazos que conocía; se sentían tan cálidos y fuertes, justamente como los de Vic. Sonreí de felicidad al saber que por fin estaba a salvo, asi que me dispuse a abrir mis ojos para encontrarme con los que siempre quise ver.

—¡Caíste!— No era Vic, era otra vez él. Trace.

Me había encontrado. Abrí de nuevo mi boca para gritar pero su mano ya se encontraba tapándomela; dejándome nuevamente sin escapatoria.."

—¡Ayuda! ¡Déjame en paz! ¡No me toques! ¡Por favor detente!—
Grité en lo que trataba de deshacerme de su fuerte agarre.

—¡RACHEL! ¡Rachel soy yo! Soy Alan. ¡Estás a salvo! ¡Rachel! ¡Rachel!—
Escuché una voz diferente gritar en lo que otros brazos me tomaban. No podía abrir mis ojos, sentía miedo aún.

—¡Por favor detente! ¡Realmente duele!—
Me encontraba suplicando de nuevo, a este punto; lágrimas volvían a caer por mis ardientes mejillas.

—¡Rachel!— Volví a escuchar mi nombre una vez más y con todas mis fuerzas abrí mis ojos en lo que trataba de recuperar mi respiración. Estaba completamente sudando y mi cuerpo no dejaba de temblar.
—Hey, estás bien, estás a salvo, yo estoy aquí..— Pude sentir nuevamente esos brazos acorralarme, apretujándome contra su pecho.
Sabía que era Alan, reconocí su colonia al instante y por primera vez en todo este tiempo me sentí totalmente a salvo. El acarició mi cabello por unos segundos antes de volverme a recostar sobre la cama tratando de calmarme; había sido solo una pesadilla..

En lo que me recuperaba de ella comenzé a sentirme enferma; mi cabeza punzaba, la luz que entraba por la ventana de la habitación me calaba mucho en los ojos y ahora mi mente me gritaba a gritos por un arreglo. Mi cuerpo se sentía sin vida, débil, sin fuerzas y yo me sentía más exhausta por más que haya dormido quién sabe cuantas horas. Tomé una de las playeras de Alan para cambiar la anterior sudada; me la puse con mucho esfuerzo, pero estaba segura que mis brazos no querían responder a los llamados de mi cerebro. Finalmente me recosté nuevamente en la cama, viendo como el pelirrojo se acercaba.

—No me dejes..— Susurré. Él solo dejó un beso en mi frente.

—Nunca..— Susurró de vuelta. Me decidí por dormir de nuevo, esta vez rogando por que los recuerdos de esa noche no me persiguieran de nuevo.

5:39PM

—¿Estás seguro de que no debemos despertarla?— Pude escuchar a lo lejos una voz hablar, no sin reconocerla.

¿What If I can't forget you? // Vic Fuentes. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora