CAPÍTULO 31 | Manteniendo el cariño.

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San Diego, California
12:28PM
Rachel.

El camino parecía nunca acabarse. Los 15 minutos que había pasado conduciendo se sintieron como años. Me encontraba ansiosa, nerviosa, simplemente no podía evitarlo. Estaba llena y revuelta de emociones gracias a que vería de nuevo a mi padre, estaría frente a frente de nuevo con él después de casi 6 años. Vic se había ofrecido a venir conmigo y yo realmente quería pero tenía que arreglar esto por mi misma. En algún punto tenía que aprender a cuidarme yo misma; no podía estar siempre esperando a que otros lucharan por mi.

Finalmente llegué a la calle hasta que encontré el número 1815. Estacioné mi auto en la cera de enfrente mientras miraba la casa en la que solía vivir. Parecía recién pintada de un color azul claro que la hacía ver más alegre. El jardín de enfrente estaba adornado con flores blancas y amarillas que combinaban con la pintura, dándole una hermosa vista. La vieja camioneta Ford de mi papá estaba estacionada en el frente, era la misma camioneta donde yo había aprendido a conducir.

Después de unos minutos de tanto pensarlo, me armé de valor para salir del auto y cruzar la calle hacia mi antigua casa. Una vez que estaba frente a la puerta, a pesar de que estuviera nerviosa; la toqué lo más ruidosa que pude, me sentí un poco más liberada una vez que esperaba por la respuesta. Estaba entre quedarme o salir corriendo de nuevo hacia mi auto para abandonar todo esto, pero antes que pudiera tomar decisión alguna, la puerta se abrió dejando ver a mi padre. Giré a verlo y nuestros ojos verdes se encontraron, creo que se quedó casi perplejo al verme.

—¿Rachel?— Cuestionó casi en un susurro.
Yo sonreí al escuchar mi nombre salir de su boca, asentí de inmediato.

—Hola papá..— Respondí. En su rostro brilló una chispa de felicidad y no tardó en abrazame; al igual que yo no tardé en corresponderle.

—Oh, hija, te he extrañado demasiado..—
Murmuró aun en mis brazos. —Ven, vamos adentro..—

Me abrió paso para entrar, cerrando la puerta detrás de nosotros. Caminé entre un pasillo para así poder llegar hasta la sala.

Se veía diferente; los muebles habían cambiado, la alfombra había sido remplazada por piso de madera brillante. Ahora la pared estaba llena de cuadros con fotografías de mi familia, mi padre, mi madre y yo. También habían fotos de cuando yo era apenas una bebé, de cuando fue mi graduación y me sorprendió mucho más cuando vi una nueva; era una foto mía de una sesión que había hecho hace un año.

—Encontré esa foto en el internet, te veías tan hermosa así que tuve que imprimirla. Me hizo sentir como si aún siguieras aquí..—
La voz de mi papá rompió el silencio detrás de mi. Me giré a verlo y le sonreí antes de sentarme en uno de los sofás. El se acercó también y se sentó a mi lado, me decidí a hablar primero.

—Papá.. Lamento no haber regresado a casa..—
Mi voz se apagó al momento de hablar, me sentía culpable, incluso el sentimiento me estaba provocando llorar.

—No, Rae. Yo soy el único que tiene que pedir perdón; la forma en la que te traté.. fue la peor y aún no logro perdonarme a mi mismo por ello. Nunca debí haberte forzado a dejar tus sueños, eso no es lo que se supone que hacen los padres..—
Ahora él se escuchaba de lo más honesto, pero también lleno de sentimiento como yo.

—Pa, te perdoné desde hace mucho tiempo. Es solo que.. Tengo este mal hábito de alejar a las personas que más quiero de mi.. Y creo que eso fue lo que pasó. De una forma u otra siempre estuve con el miedo y la preocupación de que te había decepcionado..—

—Por qué estaría decepcionado de ti, Rae?—
Preguntó. No podía mirarlo a la cara para responderle esto.

—Por no haber seguido tus consejos; gracias a ello viví de mi vida un desastre..— Respondí casi en un murmuro.

¿What If I can't forget you? // Vic Fuentes. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora