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Se ve que el chico que supuestamente lo salvé, se dio cuenta que no estaba de los más bien...

-Señor, valla usted a la oficina con él, yo me quedo vigilando. Si es que ella se despierta veré que hago. Tranquilo, no dejaré que ella me vea la cara.-

Me es tan raro escucharlo tan frío, no sé cuando está hablándome de verdad o en realidad...
No sé; ya ni yo misma me entiendo.

Escucho de nuevo pasos, pero esta vez se van alejando. Lanzó un suspiro en mi interior, sabiendo que si lo hago de verdad, él me vería y sabría que yo no estoy de lo más "sedada".

-Pequeña, te juro que algún día todo esto se va a solucionar... No puedo hacerte esto. No ahora. Podría hacer algo, pero pondría en peligro muchas cosas. Incluyéndote.

No sé de que está hablando ¿Vos?
*No, ¡Dios! Este pibe me tiene harta con tanto enigma...*
A mí también, ¿Qué crees que podría hacer?
*Ya sé, mueve los ojos como si estuvieses a punto de despertarte. Si ves, bueno si sentís o te aviso algo mal, hacé que te quedas dormida de nuevo*
Okay...

Hago lo que me dice mi consientes y veo que hace algunos frutos. ¡Dios! Estoy hablando como una vieja...

Muevo los ojos y siento que se alarma...

-¡Uy! Te estás despertando... Emm.. ¿Qué hago? ¿Dónde está el pasamontañas? ¡Acá!

Abro un poco los ojos. Al menos para poder verlo. No del todo, pero algo es algo.
Él era alto. A simple vista creo que un poco más que yo. Me gustaría saber algo más... Pero. ¡No! Todo estab...

Love me, Love youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora