Capítulo 11:
Suiza.
—¿Vas a dejar esta gran maleta aquí? —cuestionó Scarlett.
—¡Sí, tía! Debo viajar cómoda, de aquí en adelante no tendré más lujos, solo aventura.
—Pero, y ¿te vas vestida así? —preguntó con horror en su mirada.
—¡Sí!, vamos, se hace tarde.
—Pe... ¡Pero, Kida, te ves tan corriente!
—Tía, por favor, ¡es tarde!
Por supuesto que mi vestimenta no era la más apropiada para ella. Mi vestido era holgado y completamente simple, como una campesina. Perfecto para pasar desapercibida y moverme con facilidad. La verdad no era tan diferente a los que usaba en casa, pero ella no sabía eso.
Por último, me coloqué unas botas marrones que apenas lograban apreciarse y dejé mi cabello suelto.
Jamás olvidaría a las personas que llegaron a mi vida en París, supe desde qué los conocí que tendría una amistad con ellos, y ahora que me iba, realmente los extrañaría; nunca había tenido amigas, solo a mi madre y Abby, aunque no sé si como mi familia cuenten.
Por supuesto, y hace poco pude reencontrarme con una vieja amiga, Valery, pero solo estuvo unos meses. Así que el compartir con Nathalie y Marie, me hizo querer tener amigas, cosa por la que no me había preocupado antes; siempre me centré en mí, mi padre y mi único amigo, Zachary.
Ahora entiendo que toda mujer necesita tener amigas, aunque sea una, eso está en nuestra naturaleza, supongo, y es que no hay nada como hablar con otra mujer, ellas te entienden, son tus cómplices, es diferente.
Bajé las escaleras con mi atuendo particular y mi pequeña maleta, todos se me quedaron viendo, las mellizas, Sophie, Dylan, Zachary, Rennie, Scarlett, hasta el ama de llaves, Sylvie y Lowell, nuestro chofer, estaban allí.
La primera en reaccionar fue Marie, se acercó deprisa y me abrazó fuerte. —Te voy a extrañar mucho, Kida, no me olvides, por favor.
Luego se acercó Nathalie. —Cuídate mucho, querida, te invitaré a mi boda, así que debes estar pendiente, ¿de acuerdo?
La siguió Sophie, para mi sorpresa me abrazó también. —No olvides nuestra conversación, sé inteligente, Kida, y cuídense mucho, buen viaje.
Aún no sabía si ofenderme o no con la forma en la que Sophie me hablaba, pero qué más daba, supongo que tenía razón y ese era un gran enredo pendiente en mi vida, pero por el momento había decidido darle pausa.
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Llévame Contigo
Historical FictionLa señorita Kida James, una joven de 19 años, lleva una vida tranquila en Wandsworth, Londres, en 1880. Inteligente, valiente y apasionada por la literatura y la pintura, Kida ha pasado gran parte de su vida comunicándose con seres queridos a través...