Capítulo 26:
Mi vida.
Nuestra luna de miel fue en Verona, y fue magnífica, en todo sentido posible. Cada sensación que viví se había grabado en mi piel y en mi alma por siempre.
No duró tanto como hubiese deseado, porque con todos los nuevos negocios de Zachary, no podía estar ausente por tanto tiempo.
Además, la construcción de nuestro nuevo hogar estaba a pasos apresurados, cada detalle iba quedando más hermoso que el anterior. Preparamos el largo terreno alrededor para hacer jardines de flores, donde pudiéramos respirar esa fragancia deliciosa cada día.
Solo faltaban algunos detalles, para mudarnos. Hicimos toda un ala de la casa solo para Allison, Zachary quería darle su propia casa, pero, finalmente, concluimos que no tenía sentido que estuviese sola, y así ambas podíamos darnos compañía cuando él tuviese que viajar.
—¿Qué te parece? ¿Crees que a mi madre le guste? —me preguntó, mientras observábamos el amplio y pintoresco espacio, que era tan grande como una pequeña casa, solo para ella.
—Considero que le encantará, en especial porque ha escogido cada detalle de la decoración; pienso que en unos días podríamos hacer la mudanza.
Afirmó con la cabeza. —Estoy de acuerdo; ven conmigo.
Zachary tomó mi mano y me guio hacia el otro lado, a nuestro espacio, subimos las escaleras de madera pulida, todo llevaba un estilo que mezclaba lo rústico, campestre y elegante.
Entramos a la última habitación del pasillo, era una habitación preciosa, grande, iluminada, y amoblada con tonos champán, tenía una peinadora de madera tallada, y grandes armarios, pero, lo que más captó mi atención fue un enorme ventanal, que dejaba una vista a la naturaleza detrás de la casa.
—Aquí podrás ver las estrellas cada noche —susurró Zac en mi oído, mientras me acercaba al ventanal, abrazándome desde atrás.
—Estoy segura de que sí —respondí, al tiempo que giraba mi rostro para dejar un beso en su mejilla.
—Aún hay algo más que quiero enseñarte —sonrió—, ven.
Junto a uno de los armarios había una puerta que se disfrazaba en los colores de la pared, Zac la abrió despacio, y encendió la luz que guiaba por las escaleras que seguían. Subimos con cuidado, hasta toparnos con una puerta de madera, Zachary, introdujo una pequeña llave en ella, y la empujó hacia arriba.
Terminé de subir, y pasé por la puerta, quedando en el piso de la nueva habitación, un ático. No me moví de allí, porque no podía dejar de admirar el lugar.
Una biblioteca cubría prácticamente toda la pared del sitio, cubierta en su totalidad de toda clase de libros. A un lado se encontraba un escritorio debajo de una ventana con la misma vista agradable que la del cuarto. Del otro lado, en una mesa, se extendían pinturas y lienzos.
Una pequeña lágrima bajó por mi mejilla, mientras no paraba de sonreír. —Mira hacia arriba —me pidió.
—Oh, Zac —puse una mano en mi boca, era el mapa, el mismo del cuarto de mi madre, en la mansión Bellamy, cubría todo el techo. Estaba marcado el camino de nuestro viaje. Era perfecto.
Recorrí el estudio apreciando cada pequeña detalle, muchas de las cosas del estudio y la habitación de mi madre, estaban allí.
—Los libros son de los que tenías en tu casa, más una buena parte de la colección que tu madre tenía en su habitación de Buckingham —me abrazó por detrás—, este lugar es completamente tuyo, es tu estudio —otra lágrima bajó por mi rostro.
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Llévame Contigo
Narrativa StoricaLa señorita Kida James, una joven de 19 años, lleva una vida tranquila en Wandsworth, Londres, en 1880. Inteligente, valiente y apasionada por la literatura y la pintura, Kida ha pasado gran parte de su vida comunicándose con seres queridos a través...