Llévame Contigo

Capítulo 10: EL baile

Capitulo 10:

El Baile.

          Los días pasaron y quedaba una semana para el acto. La academia siempre estaba llena de gente entrando y saliendo; mi tía y el señor Rennie caminaban sin parar de un lugar a otro. La señorita Sophie y Zachary pasaban cada momento, cada hora, dedicados a ensayar, y creo que hasta salieron un par de veces, luego de la jornada del día, a pasear.

          Yo, sin mucho que hacer, me dediqué a recorrer partes de la ciudad con Lowell y a veces ayudaba a Nathalie y Marie, eso nos había dado más confianza, éramos más cercanas.

           Ese día, en el almuerzo, me senté con ellas cerca de la ventana.

           —Entonces, ¿ya saben con quién asistirán al baile? —nos preguntó Nathalie.

           —¿Cuál baile? —pregunté.

            —El baile de bienvenida, Kida, la profesora Bellamy, lo organiza cada año, para las nuevas estudiantes, y el nuevo año de clases —explicó, Marie.

            —Sí, es muy elegante, todos traen una pareja, se hace aquí en el comedor con orquesta y todo eso —continuó Nathalie, con emoción.

           —¿Y cuándo será?

          —El día después de la clase abierta. Podemos ir por unos vestidos esta tarde, ¿qué piensan? —ofreció Marie.

          —Perfecto —canturreó Nathalie—, yo iré al baile con el señor Fournier, pero ustedes consigan pareja, chicas, es una vergüenza ir sola.

          Fuimos a la casa de una conocida diseñadora de París, nos probamos varios vestidos, preciosos y formales, ya Marie y yo habíamos escogido, entonces Nathalie fue a probarse el último.

           —Oye, Marie, ¿tú con quién asistirás?

          —Bueno, tengo un primo, el hermano de Sophie, él me acompañará.

          —Oh, qué bien, yo no sé con quién iré, solo conozco a Zachary, quizás asista con él.

         —Será mejor que te asegures —afirmó, y en eso tenía razón, ya que hacía mucho que no compartía con él.

         Al llegar a la casa dejé en mi habitación mi ropa para el baile, y me dirigí a la academia, no había nadie en ella, casi todo estaba oscuro, solo la oficina seguía iluminada, imaginé que quizás el señor Rennie y Scarlett aún estaban allí, pero no eran a quien buscaba.

         Cuando iba a regresar, escuché algo lejano y entré por los camerinos hasta llegar al escenario, Sophie reía de forma muy ruidosa, guindada del cuello de Zachary, él cuál también reía. Cuando me vieron ambos se separaron y Sophie me sonrió.

          —¡Kida! Qué gusto, ¿cómo les fue? Supe que comprarían vestidos —me dijo ella, portándose inusualmente amable.

          —Emm sí —murmuré—, lo hicimos.

          —¿Vestidos para qué? —preguntó Zachary.

          —¡Para el baile, Zachary!, ya te lo había dicho —golpeó su hombro de forma juguetona—, yo tengo el mío, lo compré con tiempo, y ¿con quién iras, Kida?

           —Oh, aún no lo sé, Sophie, pero me alegra que ustedes vayan juntos —las palabras salieron de mis labios, antes de que pudiese meditar en lo que significaba, supongo que simplemente la escena frente a mí, me molestó tanto que mi boca reaccionó antes que mi mente.