Prólogo

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—¡Gracias, mamá!— Exclamé. 

Mi madre me regaló un departamento. Al parecer quería que empezara a ser más "dependiente".  

—De nada querido— Sonrió, le devolví la sonrisa.— ¡Pero no quiero enterarme qué hayas traído a alguna chica!

Negué divertido. Creo que la mentira se me notaba a kilómetros. Acompañé a mamá hasta la puerta, la besé, esperé a que se marchara y me metí dentro de mi nuevo "Depa". 

¡Oh! Perdón, olvidé presentarme. 

Me llamo Dylan, Dylan Shepard. Pueden llamarme cómo quieran: 

-Amor

-Divino

-Precioso

Bueno, eso es lo que usualmente me dicen. 

La persona que acaba de irse, es la mujer que me dio la vida; Stella Shepard. 

Era de noche, mis amigos salían y no tenía con quién pasar el aburrimiento; así que tomé una cerveza mientras veía televisión. 

¡Linda manera de pasar un sábado por la noche, Dylan!

(...)

Dejé la décima botella en la mesa enfrente del sillón, en dónde me encontraba. El escandaloso ruido de un auto llamó mi atención. Me acerqué a la ventana y pude observar que se estacionó en la casa de enfrente. Una rubia bastante linda bajó de éste. 

Algo borracha entró en su casa, tendrían que haber visto la manera en la que movía esas caderas. 

¿Qué? ¡Soy hombre! Y además, estoy soltero ¡Así que no tienen por qué reprocharme!

Bostecé, ya era demasiado tarde. Caminé a mi habitación, estaba totalmente a oscuras, no le dí importancia y me tiré sobre ésta. 

Ahora, a dormir. 

Hola, esta es mi nueva historia, espero que les guste♥ Y si les gusta, den dedito arriba *Ah, era Germán. Bue, me calmo*

Enamorado de la VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora