Punto de Vista de Hayley
Me sorprendí al sentir sus labios sobre los míos, no sé si fue por el alcohol que tenía esa bebida o qué, pero no lo aparté. Quería ese beso, lo quería a él. Pero Dylan no debía saberlo, no quería que el supiera mi debilidad y la aprovechara al máximo.
Sus labios sabían a alcohol, no me importó, me gustaba ese sabor en sus labios. Él me tomó por la cintura y me acercó más a él, instintivamente, llevé mis manos a su cuello.
Pero luego algo llegó a mi mente, ese recuerdo que tanto me dolía. Había pasado tiempo, casi un año, pero igual, el recuerdo de Connor dolía bastante.
Decidí hacerlo, me separé de él, lo miré a los ojos y salí de su habitación. Cerré la puerta a mi espalda, observé la cantidad de gente que había, esta casa estaba repleta. El olor a alcohol, tabaco y a algo más invadió mi nariz.
Caminé entre la gente, busqué a Allison, ya era hora de irnos. Recorrí toda la casa, pero no había rastro de ella, me dí por vencida y fui directo a la puerta. Pero lamentablemente fui interrumpida por el pecho de la persona que no quería ver en este momento.
Punto de Vista de Dylan
Sentí algo dentro de mí cuando Hayley se separó de mi, me observó a los ojos y supe que algo le dolía. Esa mirada tan rota que tenía, ya la había visto. La rubia salió y cerró la puerta, quedé petrificado.
Pasaron algunos minutos hasta que reaccioné, parpadeé varias veces, tomé mi remera y salí a buscarla.
—¡Dios mío!— exclamé.
¿En qué momento la casa estaba tan llena de gente?
Ignoré el hecho de que mi casa estaba invadida por completos extraños, y busqué a mi vecina. Corrí hacia la piscina y me encontré a Dallas, estaba sentado en una silla junto a Allison. A su lado, Noah abrazaba a una chica, ella tenía los ojos cerrados. Me pareció demasiado rara esa escena, fije mi mirada al lado del susodicho y se encontraba Ian con Madd.
¿En qué momento invité a Madd?
Me acerqué a ellos, hacía tiempo que no la veía, desde el incidente en el supermercado no volví a verla.
—¡Dy!— sonrió, mostrando sus perfectos dientes.
La abracé, observé a Ian, estaba incómodo y algo enfadado. Bebió un sorbo de su botella de cerveza, en eso, Madd deja de abrazarme y se aleja un poco de mí.
—¿Cómo estás, Madd?— sonreí.
Ella rodó los ojos divertida.—Estoy bien— se sentó al lado de Ian.— , ¿qué haces con eso?— señaló mi remera.
Alcé mis hombros.—Pensaba en ponérmela.— observé enfadado a Ian.—¿No has visto a la vecina rubia?
Él rió en el orificio de la botella, sorbió un poco y habló:—Pensé que sabías su nombre.
Me acerqué amenazante a él, Madd se incorporó de repente y me detuvo.—No te hagas el gracioso, eres el menos indicado para hacer chistes en este momento.
Noah, quien aún seguía abrazado a la chica, escuchó mi voz, se separó rápido de ella y vino hacia mí.
—Hey, Dylan— me abrazó y me dio vuelta.—, Hayley acaba de pasar por allá.— me señaló la puerta para entrar a mi casa.
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Enamorado de la Vampiro
RomanceEsta historia NO trata sobre vampiros. Prohibida su copia o adaptación®