—No puedo creer, que tu padre haya arrestado al hijo mayor de los Evans.— habló mamá, indignada mientras conducía.—¡Él sabía que era nuestro día libre!— golpeó el volante.
—Wow— me sobresalté.—Calma, mamá— la observé.— . Te dejó claro que iba a volver, seguro fue a traer a alguien más.— alcé mis hombros.
—Quieres... ¿callarte?— susurró.
Levanté ambas manos y le dí una pequeña ojeada al asiento de atrás, Theo estaba ocupando la mayor parte, estaba profundamente dormido.
—¿Conoces a la chica?— preguntó.
Sonreí.—¿Cuál chica?— me hice el tonto.
Ella bufó.—¡A la que besaste!— elevó la voz, cansada.
Me carcajeé, seguramente ya se habrán dado cuenta del defecto de mi mamá. Así es, ella carece de paciencia.
—Claro que sí— observé el camino.— , es mi vecina.— mamá lo dudó un poco, bufé.—Es la hija de los Evans.
Abrió sus labios de par en par, como si hubiera descubierto el tesoro más caro del mundo.
—¡Con razón!— sonrió.—Es muy parecida a su hermana.
—Es parecida a todos, má.
—¡Shh!— me hizo callar de repente.— ¿Por qué están haciendo esas señas?
Miré el auto, la remera blanca que Hayley tenía puesta, ahora estaba colgando de su mano por fuera de su ventana, parecía una bandera.
—Creo que ya llegamos.
—Creí que faltaban algunos kilométros.— habló.
—Yo igual— el auto de la familia rubia se estacionó tan rápido, que mamá los pasó por unos metros.— . Detente, hay que ver que pasa.
Ella estacionó. Bajamos del vehículo y corrimos hacía ellos.
—¿Qué ocurre?— cuestionó mamá.
Los padres de la vampiro se miraron entre ellos.—Pelea de hermanas.— la madre, habló.
No entendí, observé el auto y pude apreciar a una hermosa rubia en traje de baño.
Ella me pilló observándola, le guiñé el ojo, se cruzó de brazos y me ignoró. Pude ver como se sonrojó, aunque ella no quiera admitirlo.
—¿Quiere que maneje por usted, señor Evans?— las palabras salieron de mi boca sin aviso.
Ambos se sorprendieron.
—¿Disculpa?— inquirió enfadado el padre.
—Es que se ve demasiado cansado, y ya que su hijo...— olvidé su nombre.
—Trevor.— habló cortante y con desconfianza el hombre enfrente de mi.
—Sí, él— continué.— . Ya que Trevor no está, quería ayudarle. Usted necesita relajarse y— observé a mis espaldas.— con esas chicas no creo que lo haga.
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Enamorado de la Vampiro
RomanceEsta historia NO trata sobre vampiros. Prohibida su copia o adaptación®