Prohibited |z.m| mature

Uno

—Ugh Matthew— mi voz sale entre un quejido y un gemido.Sonrio cuando siento sus manos desesperadas recorrer mi cuerpo hasta el ultimo rincón—.El timbre tigre,no querrás que nos encuentren así ¿no?.

El chico de cabello dorado,como el trigo en verano,se queja en la piel de mi cuello sacándome una risita traviesa.Da una última mordida y se aleja con la respiración jadeante.Sus ojos se encuentran imposiblemente oscurecidos por el deseo.Sus labios rojos,hinchados,por los besos fuertes.Su rostro se encuentra colorido por un suave rubor y su respiración aún sale dificultosa.

—Mierda —dice con sus brazos aun envueltos en mi cintura—.Esta bien,pero no creas que esto va a quedarse así— guiña coquetamente para bajarme,mis piernas se desenredan de su cintura y mis pies tocan el suelo.Comenzamos a arreglar rápidamente nuestros uniformes entre miradas coquetas.Veo al chico luchar contra su corbata,y riendo,me acerco a ayudarlo.¿Que tienen los hombres contra aprender a anudarse la jodida corbata?

Sus labios chocan bruscamente con los míos y su lengua ataca salvajemente mi boca,le da un apretón a mi trasero y muerde mi labio inferior.Lo separo riéndome entrecortadamente.

—Vamos a continuar esto,ni lo dudes —ronroneo en su oído para seguido propinarle un empujón—. Ahora vete antes de que alguien te vea salir del baño de niñas y comiencen a dudar de tu virilidad.

Me da una sonrisa ladeada,haciendo que aparezca un hoyuelo en su lado izquierdo,remueve su pelo y luego de un "continuara" se va.Suspiro mirando la pequeña puerta azul del baño del colegio y niego la cabeza con una pequeña sonrisa.

Bien.No estuvo tan mal.

—¿Así que fueron interrumpidos nuevamente ?—pregunta Anna,mi mejor amiga en el mundo,con voz burlona y mordiendo su labio para aguantar la risa.

—¡No seas perra! —me quejo,mientras nos dirigimos a su coche.Saco un poco de cabello de mi frente y aliso un poco la falda del uniforme que se levanto gracias al leve viento que corre—. Es como si el destino no quisiera que nos acostemos,o yo que sé.

La rubia hecha su cabeza hacia atrás mientras suelta una carcajada que,muy a mi pesar,me hace sonreir.Saca las llaves de su bolso para quitarle la alarma al auto y subimos.

—Deberias irte a un hot ...—ni siquiera la dejo terminar,cuando mi mano colisiona contra su frente,otorgándole un leve golpe y un exagerado "¡ay!" de su parte.

—No seas boba,los hoteles son para prostitutas querida,valgo mas que eso— le digo solemnemente,mientras tomamos la dirección hacia casa.

—¿Y su casa? — Pregunta luego de unos momentos,cuando nos detenemos unos segundos en un semáforo en rojo.Ann aprovecha para ponerse algo de brillo en los labios.Acaricio la tela azul de mi falda suavemente y hago una mueca cuando bocinas suenan detrás nuestro y mi amiga se ríe por su descuido mientras deja de admirarse en el espejo y echa a andar nuevamente el auto.

—Porque no quiero cruzarme con la perra de Michelle.Esta más que claro que no me soporta y ¡oh! Suerte para ella,el sentimiento es mutuo.Pero ya que es la hermana de Matt...no quiero tener problemas con eso— muerdo mi labio pensativamente—.Y casa no se ...—dudo unos momentos y Ann me da una mirada diciéndome que es mala idea.Claro,solo si quiero que papa encuentre a su hija en pleno acto sexual,entonces si,seria una gran gran idea.Le ruedo los ojos—.Lo se,papa es todo un perro buldog a la hora de cuidar de mi.Pero quizás uno de estos días que tenga un viaje o algo —digo en tono inocente.

Cuando llegamos a casa me sorprende encontrar un auto desconocido estacionado en nuestro garaje.Anna me dirige una mirada curiosa y me encojo de hombros.Tomamos nuestras cosas del asiento trasero y entramos,la limpieza obsesiva de mi madre dándonos la bienvenida.Dejamos nuestros bolsos en el sillón rojo del salón y me paro en seco a escuchar la voz de mi padre y una desconocida.