Capítulo 1: Qué empiece la fiesta.

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-Camarero, ¡pongame un ron con cola!

Es Domingo por la noche. Raquel está claramente borracha y debido a su escasa disponibilidad social hemos tenido que decidir venir a un pub del centro de Madrid (sí, la noche anterior a mi primer día de curro)  a celebrar y al poner pie en el lugar lo primero que mi amiga hizo fue pedir bebidas. Yo también llevo mis copas encima, pero creo que me falta bastante te para llegar al estado de Raquel.

Pido otro ron con cola para mi y me lanzo a la pista a bailar. Las luces blancas y azules que rodean el local me hacen parecer un farolillo con mi vestido blanco ajustado, pero muevo las caderas al ritmo de la música sin importarme lo más mínimo quién me vea bailar. Dirijo una mirada a mi amiga, que se había puesto a bailar a mi lado y la veo coqueteando con un moreno atractivo. Si es que aquí nadie pierde el tiempo.
Media hora más tarde,llena de toqueteos y besos apasionados, ambos se acercan a mi y yo intuyo que querrán despedirse antes de dirigirse al hotel.

 

-¡Nadia! Mira a quién tengo a mi ladoo... -se ríe y su acompañante también lo hace cuándo la mira. Una claramente borracha y otro contento de tener en su terreno a un pivón como mi amiga. - Te presento a Joe... ¿Adivina qué? Es amigo de el dueño de este pub y además está cañón. Si es que escojo a los mejores...

Me río y pongo los ojos en blanco. Acto seguido dirijo mi mirada a ese tal Joe.

-Cuidámela. -pido antes de que me guiñe un ojo en señal de complicidad. -Ah... ¡Y usad protección!

Ambos sonreímos y Raquel también lo hace, sin saber por qué. Me dispongo a irme y a dejarlos en su intimidad cuándo un tipo vestido de negro, que supongo que será uno de los vigilantes de este sitio, se nos acerca y le susurra algo a el pretendiente de mi amiga en el oído. Éste, convirtiendo su rostro en un conjunto de facciones serias, asiente con seguridad.

-Señoritas, siento mucho esta interrumpción, pero tengo que atender un asunto urgente y tendré que dejarlas solas unos minutos. -dice Joe cuándo el gorila vestido de negro se marcha a sus espaldas.

Raquel hace un mohín con los labios y acto seguido él se los besa, cogiéndola por la cintura y atrayéndola hacía si. Terminado el momento hormonal, se miran a los ojos y se sonríen, sin soltarse. Percatándose de mi presencia se dirije hacía mi y vuelve a hablar.

-Haré lo posible por volver pronto, pero mientras tanto les invito a que sigan disfrutando de la noche, y no se preocupen por la bebida, todo está a su disposición.

Dicho esto, le da un último beso a mi amiga en los labios y se marcha tras ella, caminando con seguridad en unos zapatos deportivos blancos.

-Creo que he encontrado al padre de mis hijos. -bromea Raquel cuando este se va. -Pero se ha ido, así que la noche es joven. ¡Que siga la fiesta!

Así de corto me ha quedado, pero creo que la historia debe seguir en otro capítulo.
¿Que os ha parecido Joe?
Espero que os haya gustado el capítulo. ¡No olvidéis votar y comentar!

Cuándo un hombre se enamora. (El jefe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora