Capítulo 3.

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Emily.

Observé a mi hermana boquiabierta. ¿Slytherin, ella? Sabía que éramos diferentes pero, ¿tanto? No podía ser verdad. Ésta era otra de mis pesadillas, estaba seguro. Cuando McGonagall me llamara despertaría con la voz suave y fría de mi hermana y sonreiría.

-¡Seller, Emily!

Miré a ambos lados y vi como alguien de detrás me empujaba. Un cabello pelirrojo. Ronald Weasley. Ese idiota había mirado mal a Hermione por enseñarle un fácil hechizo. Arrogante. Bueno, sabía que su familia no tenía mucho dinero pero aún así, siempre hay ovejas negras en la familia. Como yo.

Me senté en la silla temblorosa.

-¡Otra Seller! -¿también había hablado con mi hermana?- ¡Claro, pero no han hecho falta casi palabras! Es una auténtica Slytherin... -desvié la mirada al suelo, esperando que observara mi mente o lo que fuera. Solamente quería hablar con Eleanor pero cuando anunció mi casa no pude evitar saltar emocionada- ¡Gryffindor!

Solté un pequeño grito y salí emocionada hacia la mesa de los leones, donde mis padres habían estado. Unos gemelos me recibieron con una gran sonrisa y decidí sentarme a su lado.

-Fred y George Weasley... -comenzó uno.

-A tu servicio -terminó el otro.

Yo reí, asintiendo enérgicamente.

-Emily Seller.

-¡Genial! -corearon a la vez y prosiguió el que reconocí como George- Tu hermana ha ido a Slytherin, ¿no?

-Eh... Sí -murmuré evitando cualquier conversación sobre eso. Haría lo que fuese para poder hablar con ella en el siguiente rato, aunque me saltara las reglas.

Finalmente, todos fueron elegidos a sus correspondientes casas. ¡Harry Potter estaba en Gryffindor! No dudé en acercarme para saludarle.

-¿Harry, verdad? Nos hemos conocido en el tren -corrobé con una amplia sonrisa-, me encantaría ser tu amiga, ¿sabes? Yo no voy a darte largas charlas sobre tu historia porque ya me lo sé aunque si me quieres dar detalles encantada los escucharé. Mi hermana ha ido a Slytherin y...

-Cállate -gruñó el Weasley a su lado.

Ni me digné a contestarle, sólo dediqué una bonita sonrisa a Harry y corrí hacia Hermione que me explicó junto a Percy, el prefecto que también era un Weasley. ¿Cuántos había? ¡Por Merlín!

El director Dumbledore pronunció unas palabras que no entendí. ¿Qué indicaba eso en Hogwarts? También cantamos la canción. Ésta la sabía así que alcé la voz comenzando a cantar pero a la mínima me salía una risa así que fui de las últimas en acabar.

La cena estuvo deliciosa aunque nunca se compararía con el puré de calabaza de mi madre. Cogí dos muslos de pollo, patatas fritas y me serví al menos cuatro vasos de agua. Al terminar, ni siquiera había saciado mi hambre y finalicé todo con un pequeño trozo de tarta de chocolate.

[...]

Poco después, caminé hacia la mesa de Slytherin intentando localizar la cabellera de pelo negro de mi hermana pero acabó encontrandome ella. No me sentía demasiado cómoda entre las serpientes pero fui igualmente hacia ella que hablaba con un chico de pelo rubio. Esperaba que no fuera un Malfoy.

-Eleanor, ¿podemos hablar? -pregunté, agobiada de que tantas miradas de asco se centraran en mí. Eleanor no se dio cuenta pero qué más daba.

-Estoy ocupada, pero adelante -aceptó con voz fría. Me mordí el labio.

-Preferiría hablar en privado, ya sabes -expliqué, jugando con la corbata mal anudada.

-Nosotros estábamos hablando con Eleanor primero -recalcó un chico gordo mientras masticaba una clase de puré rosado.

-¡Pero, es mi hermana! -corregí con orgullo, mientras me cruzaba de brazos.

-Mira, Weasley...

-No soy una Weasley.

-Sólo cierra la boca -continuó. Fijo que era un estúpido Malfoy-. Estábamos con Eleanor primero, puedes hablar con ella mañana, no creo que la necesites tanto como nosotros.

Desvié mi mirada hacia mi hermana, parecía demasiado ocupada charlando con una Slytherin. Estaba sonriendo. Nunca había sonreído conmigo. Asentí derrotada y caminé de nuevo hacia la mesa Gryffindor sintiéndome como un troll.

Hermione tampoco me hizo caso pues charlaba animadamente con Percy sobre las siguientes clases. Me sentí muy sola pero cuando Fred y George me recibieron, reí escondiendo mi tristeza y comencé a sentirme acogida.

[...]

-¡Los de primer año, por favor! No os separéis. Seguidme hacia las escaleras giratorias. Tened cuidado.

Oía a Percy de fondo mientras hablaba con Fred y George que me explicaban cuál era su sueño. Me parecía algo fascinante.

-¿Me dejaréis comprar en vuestra tienda? -pregunté con ilusión mientras seguía a los demás por las escaleras. Ellos asintieron- Hace tiempo que no tengo bombas fétidas. Cuando fui a comprar, se habían agotado.

-A partir de tercer año te dejan salir de excursión a Hogsmade -proclamó Fred-. Allí está Zonko's. La mayor tienda de bromas de todo el pueblo. Hay cantidad de inventos para hacer bromas, créenos.

¡Menuda pasada! Asentí con una amplia sonrisa y entramos en la sala común. La admiré como si fueran miles de galeones. Era una estancia escarlata y dorada con una chimenea encendida en su interior. Había un tablón de  anuncios y unas butacas al lado del fuego para calentarse. Había otras esparcidas por la sala y unas mesas con sillas de madera en un rincón, supuestamente para estudiar aunque ya teníamos la biblioteca para eso. Y un gran reloj chocolate para indicar la hora con unas ventanas que indicaban el Lago Negro en medio de la oscuridad y el estadio de quidditch.

-Dormitorios de las chicas a la derecha. Los chicos a la izquierda.

No presté mucha atención a lo que decía pues Fred y George se despedían de mí. Amplié mi sonrisa y alcé mi mano en señal de despedida. Hermione me cogió del brazo y subimos las escaleras de las chicas juntas.

-No puedo creer que esté aquí -dijo con una sonrisa soñadora mientras se quitaba la túnica, poniéndose su pijama color azul oscuro.

-Yo tampoco -murmuré, buscando el pijama de los Chudley Cannons-. Pero...

-Lo sé. ¿Eleanor, verdad? -asentí- Si te soy sincera, desde un principio sabía que era una Slytherin pero no te lo conté porque sabía que te decepcionaría -confesó mientras suspiraba y se metía a su cama.

Yo escogí la que había al lado de la ventana. La escuché con dolor y me limité a murmurar un vale. No tenía gamas de hablar. Cogí a mi gato en brazos y lo puse en su cesta de mimbre, dándole un suave beso.

-Buenas noches, entonces -le deseé, antes de cerrar los ojos.

¡Hola a todos!
Bueno, en el anterior capítulo se presentó Denisse y aquí estoy yo, Leyre.
No hay mucho que decir sobre mí, simplemente hago que Emily esté presente en la novela. La pelirroja se parece mucho a mí, física y mentalmente sólo que quizá yo soy un poco más profunda y solitaria aunque dejaré que Emily en sus momentos sentimentales y demás(?) también sea así.
¡Gracias a todos los que leen la novela y votáis! ¡Adiós! ^^

Las hermanas E «Hogwarts».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora