Las hermanas E «Hogwarts».

Capítulo 19.

Emily.

Sin comentarios. No podía creer lo que estaba pasando. ¡Era terriblemente espantoso! ¡Y mis padres me iban a matar! Por no añadir, lo decepcionada que estaría mi hermana Eleanor aunque ella hubiera tenido algo que ver estaba segura de que me mataría a miradas de reproche. No debería haberlo hecho. ¡Todo por culpa del dragón noruego de Hagrid! Ojalá Draco Malfoy no existiera. No sé cómo a Eleanor le podía gustar estar a su lado y entablar una conversación sin insultos con él.

Estaba enfrente de la mesa de la profesora McGonagall también reconocida como la jefa de la casa Gryffindor, justamente a la que iba yo y nos acababa de castigar a Harry, Hermione, Ron, Malfoy y a mí a un castigo que no tenía ni idea de que podía ser. Quería morirme y desparecer bajo tierra en este momento.

—Podía esperarse esto de vosotros tres —replicaba McGonagall mirándonos a Ron, Harry y a mí con expresión seria y estricta— pero de usted, señorita Granger, por supuesto que no —negó con la cabeza—. Pueden marcharse.

Observé la cara de mi amiga, parecía estar a punto de echarse a llorar y temía que se arrastrase hasta la profesora McGonagall de rodillas, agarrándose a su túnica pidiéndole que no la castigara. Lo retiro. Sería gracioso. Cogí su muñeca y nos encaminamos los cinco fuera del despacho. Y todo porque Malfoy nos había pillado fuera de la sala común. ¿Cómo se habría enterado? ¡Ese maldito...! Espera. Eleanor se lo podría haber dicho. No, sólo era más que una coincidencia, estaba segura.

Solté un suspiro y me volví hacia el Slytherin que ya se encaminaba hacia su sala común. ¿Pensaba irse de rositas? ¡Pues claro que no, de eso ya me encargaba yo! Cogí el cuello de su túnica por detrás, frunciendo el ceño.

—¡Idiota, te podrías haber callado e incluso tú no estarías castigado! —le solté con furia contenida— ¿Cómo sabías que estábamos aquí fuera?

Él pareció titubear y antes de decir algo, sonrió arrogantemente. Como lo odiaba.
—Eleanor, quién sino —y antes de que pudiera decir algo ya se había marchado a paso rápido.

Entonces... Era verdad. Abrí la boca, incrédula. ¿Cómo podía ser una persona tan ruin? No quería creer a esa rata pero la mente me decía que lo había dicho de verdad. Me volví hacia mis amigos. Me miraban con decepción.

—Tu hermana no debería de haber venido, Emily... —susurró Harry, mirándome a través de sus circulares gafas.

—Ante todo tú no tienes la culpa, pero... —Hermione se mordió el labio sin saber qué decir y sólo miró a los otros dos, con expresión arrepentida.

¿Ahora yo soy la que pagaba todo el marrón? ¡Era alucinante! ¡Por las barbas de Merlín! ¿Cómo me podía pasar esto a mí?

—No creo que... —Ron masculló algo por lo bajo pero no pude oírle bien— Mejor, olvídalo. Vamos a la sala común.

***

Removí la cuchara dentro del cuenco lleno de leche y trozos de galleta de chocolate. Aún tenía yo la culpa de todo pero sobre todo no debía de haber traído a Eleanor. Había sido una idiota, una completa idiota. Me arrepentía muchísimo pero no me atrevía a pedir perdón a mis amigos por culpa de mi orgullo. De lo que sí estaba dispuesta era a hablar con Eleanor, ¿cómo se atrevía a mancillar una cosa así como así? No podía creer lo que había hecho. Yo sólo entrelazar lazos de amistad con ella ahora que parecía que éramos algo así como amigas. Me equivocaba, estaba más claro que el agua, más claro que un cristal.

—¡Hola, Harry! ¡Hola, Hermione! ¡Hola, Em...! —Ron carraspeó y se sentó al lado de Harry— ¿Qué tal habéis dormido?

Vaya, qué bonito. Ahora me hacía el vacío. En realidad, Ron era el único que me evitaba ahora. Harry y Hermione no paraban de repetirme que yo no tenía la culpa y desde esa mañana no había habido ningún problema en nuestras charlas de siempre pero él era tan rencoroso que hacía como si no existiera.

Tosí falsamente pero quedé como una ridícula. Ron siguió sin hacerme caso.

—Te recuerdo que fue tu idea —repliqué de mal humor. Siguió hablando como si nada con Harry—. ¡Ronald! ¿Quieres hacerme caso de una vez? ¡Hablaré con mi hermana si es lo que quieres! ¡Pero deja de evitarme! Por favor...

Lo único que conseguí fue una mirada de decepción. Apreté la mandíbula, tanto que me rechinaron los dientes y me levanté cogiendo mi mochila firmemente y caminando hacia la mesa de Slytherin. Mi hermana estaba ahí, charlando con Pansy Parkinson aunque con una mueca de desagrado así que cuando me vio se permitió sonreír.

—Buenos días, Emily —saludó interrumpiendo el largo discurso de Pansy Parkinson sobre sus vacaciones de Navidad.

—No tan buenos... —me atreví a decir cogiéndole el brazo y sentándome a su lado. Me daban igual las miradas— ¿Cómo has podido hacerme esto? Ron ni siquiera me habla —ella me miró sin entender—. Ya sabes... —vacilé.

—No entiendo lo que quieres decirme, Emily. Por cierto, será mejor que te vayas, los demás comienzan a mirarte mal —me aconsejó suspirando.

Tampoco logré sacar nada de provecho con ella. Era imposible. ¿Por qué siempre tenía que ser yo la que cargara con todo? Solté un resoplido y salí de allí, con mi mochila en mano arrastrándola por las escaleras sin saber qué hacer.

Las lágrimas se deslizaban por mis mejillas y antes de poder sacármelas, alguien me agarró por la cintura con una pequeña risa:

—¿Por qué lloras, Emily? —preguntó Fred girándose hacia mí, sorprendido.

—Eso, eso. ¿Necesitas diversión patrocinada por Fred y George Weasley? —añadió con diversión el que reconocí como George.

Solté una carcajada, llorando riendo o riendo llorando. No sabía cómo describirlo. Y antes de que pudiera pensar en algo, ya estábamos corriendo por los pasillos haciendo trastadas de nuevo. ¡Siempre lograban hacerme sonreír!

Aquí está el nuevo capítulo. Sé que he tardado un poquito, lo siento, lo siento pero es que los estudios llegan a agobiarme a unos niveles superiores. ¡Lo prometo!

De igual manera, espero que os haya gustado muchísimo el capítulo ^^ Ya veis, pronto el Bosque Prohibido, ¿cómo reaccionará Emily? ¿Y cómo es eso de que Eleanor tiene algo que ver? ¡Más adelante!

Os debo agradecer de nuevo los vistos, votos y comentarios, muchas gracias♥. ¡Ahora sí, hasta pronto!

Leyre.