Emily.
Hojeé la revista de quidditch. Era el último número y mi lechuza me lo había traído. Las guardo desde que tengo conciencia. Recuerdo con añoranza como mi padre me enseñó a montarme en escoba y con orgullo corroboró que sería una buena cazadora. Me sentí tan feliz y orgullosa de que mis padres estuvieran contentos por mí que insistí en todo lo relacionado con el Vuelo, algo que a Eleanor nunca se le había dado bien. No es que me sintiera feliz de eso, pero el saber que yo era buena en algo que ella no tenía ni idea me hacía sentir muy contenta.
Miré por el rabillo del ojo a mi lado. Ron devoraba una tarta de manzana como desayuno. Nos habíamos hecho... Amigos, supongo. Al fin y al cabo, me había salvado del troll. Ya no me caía tan mal. A mi otro lado Hermione repasaba por millonésima vez el libro que había cogido prestado en la biblioteca. Harry estaba enfrente de mí y mucho más pálido de lo normal.
Suspiré, dejando mi revista a un lado.
-Harry... -susurré, sonriendo ligeramente- Debes comer algo. Si estás volando, tener el estómago vacío te sentará mal, creéme.
-No tengo hambre -masculló nervioso.
Le dediqué una sonrisa amable. Yo ha conocía el motivo de todo esto y lo comprendía. Era su primer partido de quidditch y probablemente era el jugador más pequeño del campo, no sólo de edad sino también de tamaño. Además, era contra los Slytherin, famosos por cometer numerosas falsas.
-Emily tiene razón, deberías comer algo -opinó Hermione con mirada severa.
-Ten, una tostada -ofreció Ron.
El chico miró de reojo mi revista y asentí dándole permiso para cogerla mientras me giraba de nuevo hacia Harry.
-Mira, yo te comprendo. Cuando mis padres me vieron jugar por primera vez, estaba muy nerviosa y casi me golpeé con una bludger -recordé.
-¿Estuviste bien?
-No. En realidad, me dio en la nariz y estuve sangrando durante un cuarto de hora... -Hermione me dio un codazo- ¡Pero, seguro que tú estás bien! -me apresuré a decir.
A pesar de nuestros magníficos ánimos, Harry seguía nervioso, pareciendo enfermo. Me daba algo de lástima.
Ya que había acabado el desayuno y la revista la leía Ronald, levanté la mirada hacia la mesa de Slytherin. Mi hermana charlaba animadamente con Malfoy. ¿Eran amigos? Como ese bastardo la estuviera engañando, lo mataría.
Alcé una mano saludándola y sin ningún sonido articulé con mi boca un "buenos días". Mi hermana pareció verme porque aunque no me sonrió inclinó la cabeza en mi dirección. Eso me valía.
Cuando Oliver avisó a Harry para practicar pude ver que se estaba poniendo de un extraño color verde. Quise animarlo pero Wood se lo llevó con rapidez.
-¿Creéis que estará bien? -pregunté robando del plato de Ron un pequeño dulce.
-Supongo -espetó Ron mirándome enfadado y después a su dulce.
Resoplé partiéndolo por la mitad y luego fijé mi vista en las personas que estaban enfrente de mí. Draco Malfoy, sus dos gorilas y mi hermana. Qué bonito. Me daban ganas de vomitar, ya sé cómo te sientes, Harry.
-Hola, Seller -saludó el rubio. No sé por qué me llamaba por mi apellido. A mi hermana la llamaba por su nombre. Eleanor-. ¿Es verdad que eres amiga de cara rajada y el traidor a la sangre? No te pregunto por Granger porque ya lo veo.
-¿Tienes algún maldito problema? ¡Deja a mi hermana en paz! ¿Me oyes? -grité con furia.
-Tu hermana y yo somos amigos ahora -entonces déjame en paz, ¿no?-. Ahora responde a mis preguntas.
La chica que siempre iba con mi hermana tocó el hombro a Eleanor que se disculpó y fue corriendo con ella, posiblemente para buscar asientos en las gradas.
-Mientras no le hagas daño, estará bien y... -tomé aire- Sí, soy amiga de Harry -quedé en silencio unos segundos, esperando una respuesta cuando alguien tosió falsamente a mi lado-. ¡Disculpa! De Ron, también.
-Vaya... Yo pensaba que eras como Eleanor. Ya vemos que eres un nivel inferior aunque claro, era de esperar sabiendo que eres una Gryffindor -rió Malfoy airosamente.
-Lo dices como si te gustara. Llegas a tocar un pelo a Eleanor y te juro que sales muerto, estúpido -critiqué con ira.
Él se encogió de hombros y salió de allí acompañado de Crabbe y Goyle. Cerré los ojos unos segundos. Eleanor era amiga de ese diablo. Mi vida iba de mal en peor. Me dejé caer en el asiento mientras Ron intentaba consolarme diciendo que él siempre sería el peor de sus hermanos.
[...]
Agité la bandera de Gryffindor con una gran sonrisa mientras subía las escaleras hacia las gradas.
-¡Qué pasada, qué pasada! -chillé mientras nos sentábamos en la primera fila y observaba con impresión el campo.
Era de un brillante color verde. Hacía muy buen tiempo, un gran sol y un brisa cálida. Aunque yo siempre había preferido la lluvia.
-¿Nunca has visto un partido? -inquirió Hermione mirándome.
-Sí pero ésta vez jugará Harry. Es diferente -expliqué.
Alguien me sacudió detrás de mí y me giré para ver a Hagrid con un pequeño rubor en sus mejillas.
-Oh, hola Hagrid. No hay problema -le quité importancia con una pequeña sonrisa.
-Gracias. ¿Sabéis dónde está Harry? -preguntó bajando su mirada hacia el campo.
-Entrenando, creo -jugué con mi trenza.
En las gradas de frente había otras de color plata y verde esmeralda. Slytherin. Quise ver a mi hermana pero había tantas cabezas de pelo negro que me fue imposible encontrarla.
Me encogí de hombros y centré toda mi atención en el partido.
¡Aquí estoy de nuevo! :3
Hay una chica que ha comentado y en serio, te juro que me has hecho la chica más feliz del mundo ^^
Espero que éste capítulo os haya gustado y lo hayáis disfrutado tanto como yo al escribirlo.
Gracias (:
Leyre.
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Las hermanas E «Hogwarts».
FanfictionEmily y Eleanor Seller son dos hermanas muy diferentes en todos los aspectos, pero tienen un sueño común, ir a Hogwarts. ¿Su relación de hermanas saldrá afectada en la famosa escuela de magia y hechicería? Les invitamos a leer su historia.