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"Es curioso ver que... si estás muriendo, de repente todo el mundo te quiere"

Dr. House

Ella estaba caminando a media noche, estaba atada a la mala vida, vivía de eso. Pero le desagradaba la noche, le desagradaba lo que hacía, se desagradaba ella misma. No era ella, no era otra persona, era un punto más en un escrito. A nadie le importaba si estaba ahí, había terminado de llover, aún caía agua de los tejados y hacía brisa, el viento sopló y su cabello se desordenó, dejó el cigarrillo en su boca y al acomodar su corto cabello encontró un mechón largo y negro, no era suyo, podría ser de algo a sus espaldas. Gritó pero muy pronto su grito se ahogó perdido en la noche.

Narra Anna

Durante todo el día estuvimos asustadas, estábamos confusas, Maria parecía pérdida en un mar de pensamientos y yo también lo estaba. La noche había sido una mierda, nosotras estábamos con los nervios de punta y esa "cosa" se aprovechó de eso, yo trataba de ocultarlo pero tenía miedo, recordaba como los sonidos escalofriantes irrumpían el breve silencio y en la incertidumbre de la noche escuché los gritos de Maria. No pudimos dormir y estábamos hechas una mierda por el tiempo en el que no habíamos dormido bien hace días.

Ni siquiera me había dado tiempo de pensar en la nota, se veía el enojo con el cual fue escrita ya que se podía apreciar como habían enterrado el bolígrafo en la hoja, habían pocas manchas de pintura, la escritura era firme y con clase, al final las letras eran frágiles, como si temblara la mano de la persona que escribía o como si dudara en escribir. La hoja estaba desgastada y un poco arrugada y con un color amarillento, estaba escrito en papel cebolla.

¿Pero quién cojones es L. K.?

Más que eso... ¿Por qué tenía una nota de esa persona? ¿Qué ostia tenía que ver conmigo si el escrito era totalmente ajeno a mí? No lo sabía.

Maria entró a la habitación y guardé la hoja en medio de un libro de texto de la escuela, era más pequeña.

—A-Anna... ¿Podemos hablar?

He ahí lo que yo quería hacer, hablar y encontrar respuestas.

—Sí, ¿de qué quieres hablar?

—Ayer. Han... Pasado cosas extrañas estos días, ya sabes. Pero creí que todo estaba en mi mente, como un mal sueño.

—¿Sabías que iba a pasar lo de ayer?

Negó con la cabeza, maldita sea, me estaba confundiendo—Han pasado cosas muy raras desde hace unos días, pero no sé por qué.

—¿Desde cuándo?

—Desde que fui a la escuela la primera vez.

—¿Crees que te voy a creer que nuestra puta escuela está maldita?

—No... Yo sólo sé que inició ese día pero no significa que la escuela tenga algo que ver. Y no estoy diciendo eso. La vez en la que fue mi primer día yo... Entré a una unidad departamental cerca de la escuela, no lo sé... Fue raro y "algo" me atacó. Pero no me hizo nada. Luego fue lo de la hermana de Leslie.

Tenía los codos sobre la mesa y apretaba los puños, trataba de relacionar las cosas. En estos momentos me sentía en la jodida película de Código da Vinci.

—Y... Ese día encontré una nota —Levanté la vista con sorpresa.

—¿Una nota? —Estaba sorprendida y tomé mi libro—. ¿La tienes?

—Sí —La sacó de un bolsillo de su mochila—Es muy rara, no tiene nada que ver. Tal vez fue una broma o un chico —Dijo lo último titubeando—. De cualquier forma, no podemos relacionarlo.

Notas 1984Where stories live. Discover now