"Como te traten los demás, eso es su karma, como reacciones tú, es el tuyo".
Dr. Wayne Dyer.
Narra Maria
La noche estaba entrando y el ambiente se sentía muy solitario en esta habitación que alguna vez me pareció grande y cada día se sentía más pequeña, la luz de luna que se colaba por las ventanas no era precisamente reconfortante ante el hecho de que los espíritus aparecen más constantemente de noche. Lo cierto es que últimamente no hablaba con nadie, Derek había sido dado de alta hace unas tres semanas, nadie en el hospital me conocía (a excepción de Alex que no la había visto) entonces todo el tiempo que pasaba aquí era aterradoramente improductivo, no entendía cuando había dejado de ser social y luego un golpe de realidad llegó como quien no quiere la cosa y me hizo recordarlo:
Aquel largo día de otoño, no recordaba si había pasado en la primera mitad de noviembre o en la segunda, de cualquier forma no era una fecha que quisiera recordar, además de que aunque las cosas eran así, yo no recordaba ningún tipo de fecha y tal vez ya había pasado un año y medio o dos pero tampoco lo tenía presente. El punto es que yo aún recordaba la estúpida y patética discusión por la que habíamos tenido que pasar debido a la ignorancia y falta de cultura de mis padres:
"—Saun Eagle, has pasado mucho tiempo fuera ¿No te parece? —Recuerdo que acabábamos de llegar después de un lindo día, tal vez eso fue lo que dolió, estábamos tan felices que ellos tuvieron que amargarnos el día, la noche y la vida. Yo estaba detrás de mi hermano no comprendía a la perfección lo que pasaba pero creo que a esas alturas de mi vida ya sabía más o menos el rumbo de la conversación—. ¿Puedes explicarme dónde diablos has estado?"
"—Tú me has conseguido un trabajo, creo que puedes dar por hecho que he estado ahí —Mi hermano retrocedía hacia el pasillo y yo con él—".
"—¡¿Te parezco un idiota?! —Mi padre suspiró con frustración y luego volvió a la conversación—. Te he conseguido un trabajo de 20 horas semanales, eso te lleva a trabajar cuatro horas por día teniendo fines de semana libres ¡Imbécil! No me puedes engañar".
—Saun, ya déjalo, no tiene caso —No entendía por qué mis ojos empezaban a ponerse llorosos como esa vez—. Por favor... No peleen.
"—Maria, este no es tu asunto, no te entrometas —Luego me abrazó y me susurró—. Evítate de problemas, va a estar todo bien".
"—No Saun, te equivocas, es su problema por haber ido contigo —Mi padre se acercó a mí con una sonrisa de hiena que yo ya conocía y que especialmente me aterraba—. ¿Maria, dónde estaban?".
Las lágrimas se escurrían por mis mejillas y mi respiración ya estaba fallando mientras indicaba a mi padre que no con la cabeza.
"—¡¿DÓNDE DIABLOS ESTABAN?! —Me gritó en la cara y yo ya estaba sollozando, cubría mis ojos para secar mis lágrimas pero también para no verlo—".
"—Déjala en paz, es tu hija, tenle consideración —Para mi buena suerte sentí la pared del pasillo chocar con mi espalda como si fuera la campana que siempre me salva—. Maria ve a tu cuarto".
"—Ella no irá a ninguna parte —Pero yo no le hice caso, cuando mi hermano me dio un ligero empujón al pasillo yo salí corriendo a mi habitación—. ¡No vas a pasar sobre mi autoridad! ¡Ella es mi hija!".
"—Es mi hermana, no la metas en esta discusión".
Pero a mi padre no le importó y golpeó a mi hermano en la cara dejando hinchado su cachete.

YOU ARE READING
Notas 1984
Misterio / SuspensoDespués de todo puede que nuestras decisiones nos sigan toda la vida y es preferible enfrentarlas desde temprano, aceptar cuando te equivocas y solucionar el problema, la vida suele ser una historia bastante frágil que se estira y se hace pequeña a...