Notas 1984

15

"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes".

John Lennon--

Narra Anna

Me sentía algo pesada, también había estado ligeramente mareada hacía un buen rato, tal vez el frío había ayudado a que esa sensación no volviera pero es cierto que me hacía sentir miserable por no tener como calentar mis manos pese a que mi chaqueta ayudaba lo suficiente a mi cuerpo para no congelarme, eso y que estaba en completo pánico sin saber como reaccionar me impedían ponerme en una situación mejor, después de todo también me había creído mi mentira de que temblaba por el frío, era como estar atrapada en mi cabeza por esos pensamientos que aunque no podían conmigo sí me hacían dudar en mi estado actual.

De hecho me sorprendía que estuviera mejor en mi estado de ánimo, porque si así me sentía como mierda antes me identificaría con la cosa más inmunda y asquerosa que se pudiera imaginar.

—¡Se están acercando! —Susurré con la voz temblando y aún con los ojos queriendo llorar, a penas había parado y ya quería volver a hacerlo—. Y... ¿Si se dan... cuenta?

—Calmate Anna... No te pueden hacer nada si no les temes...

Me abrazó para darme confianza, pero realmente aunque quería no ayudaba, podía apostar que no había nadie en la calle y si alguien se acercaba probablemente estaría arrestada por alterar el orden público, aunque realmente no había tal público, después de eso me darían por loca y terminaría en un psiquiátrico. No entiendo como no se había desesperado conmigo ahora, este hombre tenía, a su manera, la mejor tolerancia de todos (la única que le ganaba era Max); tal vez tenía algo de empatía porque podría saber lo que se sentía, después de todo a él le había tocado también que todo el mundo cambiara a sus ojos de un momento a otro, es como cuando a un ciego le cambian los muebles de la casa.

—No sé que hacer, todo esta cambiado, ni siquiera reconozco este lugar.

Fue ahí cuando me hice bolita en mis brazos y no aguanté el llanto, cada sonido espectral que hacían me recordaba lo poco que podía del "largo sueño" que había tenido, del horrible día en la persecución por mi casa, del suicidio de mi amiga, de la muerte de Amanda y de las máquinas del hospital. Eran alrededor de las 2:00 am, la misma madrugada nunca me había parecido tan inquietante y aterradora, me sentía completamente ajena, esa calle en particular me gustaba más que todo el camino pero ahora la odiaba y quería desesperadamente llegar a casa pero a la que había perdido hacia años, eso era bastante difícil porque desde eso yo no tenía un hogar, a penas habíamos avanzado porque yo me congelaba al ver las cosas así.

Tenía media hora que me habían dado de alta del hospital y fue un teartro sacarme de ahí, era obvio que no esperaba abrir los ojos y encontrarme con tres personas muertas en la misma habitación que yo haciéndome sentir vulnerable, Steve terminó localizado a mi madre luego de un buen rato y la puso al tanto de lo que había pasado (al menos lo que podía saber), no sé como le hizo para convencerla para concederle el permiso de que él me diera de alta.

Nunca olvidaré como lo vi ese día, había llorado así como cuando me contó de su familia, ni siquiera supo que decir cuando por fin lo dejaron entrar a la habitación, no era su fuerte expresarse pero se había dado el lujo de llorar frente a mí aun cuando todavía no estaba del todo consiente.

También te extrañé y pensé que no te volvería a ver.

En ese momento me lo dije, pero ambos somos tan orgullosos que lo mejor era no decirlo, sabía que también él había creído que no volvería a verme con vida, no sólo eso, probablemente se culparía como hacía con muchas cosas (eso me lo había contado Max), yo sabía que aún no superaba no haber podido salvar a su hermano y el haber impedido que su padre huyera de esa pesadilla, afortunadamente sí había podido salvarme a mí con una ambulancia.