"El primer humano que insultó a su enemigo, en vez de tirarle una piedra fue el fundador de la civilización"
Sigmund Freud (1856-1939)
Narra Anna
La tarde caía lenta mientras yo guardaba mis cosas y las ideas rondaban por mi mente haciendo que me perdiera en un mar de pensamientos bastante abrumadores, no había nadie y me había quedado por un papeleo del grupo solicitado en la dirección.
Tenía que salir de aquí rápido porque la paranoia de sufrir algo como Maria me alteraba los nervios.
Hace bastante tiempo Steve me había dicho que ella había tenido problemas en el hospital y la idea de que algo le pasara estaba aterrándome porque después de un tiempo no había podido lograr que Steve me ayudara y no había sabido de él desde que me puso al tanto de la situación de Maria. El ataque que había sufrido era malo y por lo que había entendido es que esa chica era una antena parabólica para los fantasmas y esas mierdas.
De eso hacía ya alrededor de un mes y medio, las cosas se habían complicado seriamente, habían declarado que Maria no estaba en condiciones para tener visitas, y aunque había estado dispuesta a hacerme pasar por su hermana había tenido dos inconvenientes: 1) La enfermera rubia, que había dado su número de teléfono a Steve, se mostró odiosa y prepotente ante mi presencia. 2) Cuando no encontró otra excusa me exigió una credencial de mayoría de edad o la presencia de un adulto.
Maldito sistema de credenciales.
Había pasado entonces más de mes y medio desde que Maria estaba sola en el hospital y yo estaba lo más al pendiente de su situación hasta donde podía y no parecía tener mejoras; por si fuera poco Steve había desaparecido y aunque lo había querido contactar no lo logré, no lo encontraba en la biblioteca y no estaba en su casa, a mi parecer la última vez que habíamos hablado todo estaba bien. No entendía sus razones, ni siquiera sabía si las tenía y eso me ponía triste y al mismo tiempo enojada.
Tomé mi maleta y me dispuse a salir de ahí pero antes de abandonar el aula logré captar un sonido en el salón del fondo, como si algo hubiese caído desde una altura considerable. Al salir cerré la puerta con llave mientras discutía conmigo en mi cabeza si sería prudente ir. Las últimas semanas habían sido prácticamente como un juego entre la vida y la muerte, lo peor es que esa lucha era constante de todos los días. Sobé mi sien para calmarme y después me di dos cachetadas mentales por ser tan idiota como para ir a ver; me dirigí al fondo del pasillo.
Ya estaba cansada y completamente aturdida de todo esto, cuando estaba frente a la puerta del aula dirigí mi mano hacia mi cuello masajeándolo un poco como un absurdo intento de calmarme mientras trataba de ver a través de la ventana, en seguida una mano tocó la ventana y empezó a golpearla rogando por salir, acto seguido distinguí el rostro muy familiar de mi pequeña amiga. Abrí la puerta con tanta rapidez como mi cuerpo y razón me lo permitieron y cuando lo hice Leslie salió disparada al pasillo como si hubiera estado empujando la puerta todo el tiempo.
-¿Qué...?
Su cuerpo temblaba y su mirada estaba cristalina, también su rostro estaba empapado del llanto; se veía atemorizada y me preguntaba que mierda había pasado para ponerla así, estaba consciente de que ella era una persona sensible pero eso no justificaba el hecho de que yo la viera en ese estado ni el hecho de que estaba encerrada, seguía llorando aun en el piso y conociéndola sabía que interrogarla no serviría de nada; y aunque en mi mente la curiosidad y la preocupación por saber qué carajos había pasado me estaba matando, al final tuve que optar por una acción.
Así que lo primero que hice fue ayudarla a levantarse y justo cuando lo hice me sentí aún peor emocionalmente porque cuando ella me vio volvió a llorar con más fuerza y teniendo las mejillas rojas de la vergüenza no pudo ocultar que se había orinado encima.

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Notas 1984
Misteri / ThrillerDespués de todo puede que nuestras decisiones nos sigan toda la vida y es preferible enfrentarlas desde temprano, aceptar cuando te equivocas y solucionar el problema, la vida suele ser una historia bastante frágil que se estira y se hace pequeña a...