"Somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio infierno".
Oscar Wilde
Narra Anna
Desperté, sentía como el corazón latía completamente acelerado, sudaba frío, mi respiración estaba entrecortada, completamente agitada, noté la nariz tapada, los ojos lagrimosos y una extraña sensación de bochorno ¿Qué diablos había soñado para llorar? Me levanté con un desánimo y cansancio mayor que lo habitual: definitivamente había tenido una pesadilla. Me dirigí al baño, probablemente la caldera estaba caliente ya que la podía escuchar funcionar, me miré en el espejo; tal como la otra vez mi cabello estaba hecho un desastre pero seguía en una coleta ¿Qué había pasado ayer? Recordaba... una mierda. Había estado en casa de Max, con Steve y Maria, Derek trataba de que no pelearan y después de comer me trajeron a casa ¿no? Sólo recordaba imágenes, tal vez después de todo me había asustado estar sola y terminé durmiendo, si es así explicaría la pesadilla.
Al bañarme me di cuenta de que tenía algunos moretones, rasguños y también me había comido las uñas, creí que estaba imaginando y me dio miedo empezar como Maria, me dolió la cabeza, tendría que llamar a Steve pero este no era el momento; en el peor de los casos habría tomado (y lo dudo porque Max no nos dejaba). Al salir carraspeé la garganta y sentí el ligero malestar en mi pecho que casi me hizo toser, la mañana estaba fría, aún estaba nublado ¿Qué hora era? No recordaba cuando me había dormido, probablemente desde la tarde hasta la mañana del día siguiente.
No le di importancia y me dediqué a desayunar, tenía mucha hambre pero también una inusual sensación de asco, me preparé un café y no tuve apetito para nada de la comida que había en el refrigerador, mi madre ya se había ido así que tuve que haber despertado pasadas las 7:30 am, apagué la caldera y miré mi celular: 9:45 am. Aún era relativamente temprano así que me di la dicha de buscar por la casa algún medicamento que me hiciera sentir mejor, nunca he sido propensa a enfermedades por lo cual siento que me muero con un simple resfriado, fue cuando caí en cuenta de que la chaqueta de Steve estaba en una silla ¿Cuándo me la había dado? ¿O era acaso que había estado ahí? De alguna forma comencé a rascarme la cabeza con nerviosismo, bastante fuerte hasta que dolió.
Había algo que no cuadraba, fue entonces cuando empecé a recordar el mal sueño que había tenido, la piel se me erizó y casi empiezo a temblar, como acto reflejo simplemente tomé el abrigo y al notarlo húmedo con olor a diablos lo eché a lavar, las benditas pastillas aparecieron en el mueble de la sala ¿Qué hacían allí? Podía ser que mi madre las hubiera usado, una vez que hizo efecto tomé mi celular buscando el número de Steve para que me explicara de lo que me había perdido, pero algo interesante se topó en mi camino: la conversación que había tenido con Leslie.
¡Había olvidado que la llevaría a la feria! Revisé la fecha con algo de nerviosismo, obviamente era el día de acción de gracias y recuerdo que me había asegurado de que estuviera abierto justo ese día porque era mi cumpleaños (lo sé, muy festiva y navideña) y porque había una vista increíble en la rueda de la fortuna, ¿Leslie estaría esperando? Habíamos quedado de vernos a las 10:00 am y ya era la media así que tendría que correr. Mientras corría le dejé un mensaje para que me esperara y después de cinco minutos de que no contestara la llamé, al principio su celular sonó pero nunca respondió ¿Estaba enojada porque la hice esperar? Le marqué otras seis veces pero en las últimas dos me mandó directo a su buzón.
-"Hola, si me conoces sabes que soy distraída, cuando me dé cuenta de que no he podido contestar te llamaré".
Ese maldito tono me bromeó una vez, lo que decía era cierto pero siempre cabía la posibilidad de que se hubiera enfadado, recordé la vez en que la cité en la plaza para después ir al cine, me desperté con su llamada, ella ya estaba ahí:

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Notas 1984
Misterio / SuspensoDespués de todo puede que nuestras decisiones nos sigan toda la vida y es preferible enfrentarlas desde temprano, aceptar cuando te equivocas y solucionar el problema, la vida suele ser una historia bastante frágil que se estira y se hace pequeña a...