No sabia.

Final.

¿Mañana?

Mierda, ahora más que nunca lo se, Victoria nunca me amo como yo a ella.
¿Qué sigo haciendo aquí?
Es que ella no sabe de miramientos y sin importar muerte o destino, se aferra al sufrimiento. Se aferra a torturar.
Soy su fetiche, me manipula a su antojo, sabe aprovecharse de mi estupidez.
Y es que he evitado este pensamiento por días, semanas, meses...
¿Voy a la boda?
¿Finjo estar bien y seguir adelante?
¿Pretendo que nada paso?

Es que es tan difícil, Victoria fue de esos amores que nunca olvidas. Aquellos amores que te marcan de por vida, esos que le suman arrugas a tu alma, grietas a tu corazón y apuñaladas a tu razón. Esos amores que estaban predestinados a la desunión y a la soledad.
Amores dormidos y sueños sin cumplir. Momentos sumergidos en lágrimas y llanto sumergido en recuerdos.
Viví como pocos, quise como muchos y sólo la ame a ella.
En la peculiaridad de la vida, la impotencia reina la mía. Nunca le he contado a nadie sobre mis amoríos con cada concubina, nunca a nadie le he contado lo vacío de mi existir y nadie tiene la noción de mi agobia. Me marchito de llanto y tristeza cada noche, para reencarnar cada mañana como sí nunca hubiera pasado nada.
Soñar con su cuerpo sobre el mío y sus ojos posados sobre los míos. Soñar cada caricia, cada beso... Soñar en que vuelva a ser realidad.
¿Por qué e tan cruel la vida?
¿El destino?

Me manifiesto con desorden y dolor, me recuesto en una cama donde tu piel se recostó, donde tus gemidos fueron la mejor melodía que puede escuchar. Donde tu cuerpo desnudo fue la obra de arte más bella y divina que nunca volveré a ver.
Te tuve aquí, en mis brazos y para mi. Te tuve a diestra y siniestra. Y como el agua entre los dedos, te me escapas de las manos. Te vas a vivir, vivir lejos de mi, o yo de ti.
Si, no, si, no... Contradicción tras contradicción para llegar a la misma conclusión, nunca te conocí como creí.
Eras más compleja que el universo, complicada como la filosofía existencial, peligrosa como el océano y explosiva como el volcán.
Eras un huracán y un torbellino, eras una tormenta de arena y un terremoto, eras el desastre en mi vida, eras la tragedia... El drama y yo sólo fui tu comedia.
Siempre fuiste, yo no. Siempre eres y yo no.
Eres luz y yo sombra, eres un hola y yo un adiós.
Eres feliz y aquí está tu bufón.
Miro el tejado de las casas, miro parejas discutir, miro el mismo bar donde te volví a ver después de cinco largos años, miro la misma calle donde los celos me carcomieron el habla, la educación y el alma.
Miro donde fui incapaz de sostenerte la mirada y observo con anhelo el volver a estar frente a ti y tener las agallas para decirte "Te amo, ven conmigo" raptarte y huir como criminales, cuidarte y protegerte... Amarte por siempre.
Me ensañaste el mundo en tus manos, me enseñaste como la tentación si vive arriba. Me enseñaste que un beso puede doler más que cien palabras y que una noche de pasión y lujuria puede asesinar mejor que un arma.
Me enseñaste que un adiós si es despedida y que un hasta luego no es volver a mirarnos, a vernos, quizá...
Y es que aquí es donde afirmo que tu, que yo y que todas las mujeres que han estado a mi alrededor, me condenan a sufrir en soledad.
Y no les culpo a la mayoría la herí como tu lo hiciste Victoria. De tu aprendí a destruir y manipular, de ti aprendí a nunca valorar. De ti aprendí a amar, a llorar sin tener vergüenza o arrepentimiento.
De ti aprendí ¿qué no aprendí de ti?
Bueno en fin, ¿qué le voy a hacer?
¿Presentarme mañana y gritar a los cuatro vientos? "¡te amo Victoria Boné!"

No se sí pueda hacerlo. No se sí tu puedas sentir algo más que ambición.
Esta manifestación de desprecio, esta prueba de amor y odio me hacen creer que he alcanzado la locura máxima.

Me preparo una taza de café, le hable a mi asistente para irme en el próximo vuelo a Vancouver. Se concretó que será mañana.

Te deseo suerte, que seas feliz Victoria Boné, nunca luche por ti.
Y la razón, el motivo fue que nunca supe si valía la pena luchar por el pretencioso amor que decías sentir.
Me doliste en el alma, en los huesos y ese amor que yo siento por ti consume hasta la última migaja de mi ser.
Miseria, dolor, sufrimiento y melancolía me llenan día con día.
Sólo para ver la realidad, mi realidad.
La estúpida realidad en donde no estas.
Mi vida sin ti, ha tomado rumbos que no creí que diera.
Mi vida sin ti, es oscura, tan larga, tan fría, tan triste.
Mi vida sin ti no tiene nombre, los días no tienen principio ni fin, las horas no tienen minutos y estos no tienen segundos.
Mi vida sin ti es una mierda. Una mierda tan grande y horrible que el cielo y Dios lloran por mi. Tan mierda que sienten lástima por mi.
Esto es lo que has hecho de mi.
¿Cómo no odiarte? ¿Cómo no amarte?
Bebo la taza de café y me siento a leer el periódico... Y lo primero que veo es tu foto con Eva.
Sonriendo y tomadas de las manos.
Y es que es obvio que de amar y aquí la tercera soy yo, que sólo yo me veo como tercera.
Patética, ingenua, incrédula inmadura e infeliz. Esa soy yo, una desgraciada que nunca será correspondida.
Mi pecado es amar y mi penitencia es la soledad.
Enciendo el fogón, y arrojó el periódico ahí, espero que con el fuego se consumé todo esto que siento aquí, justo en el pecho. Justo donde mi corazón late tu nombre.
¡Te odio!
¡Te odio!
¡Te odio!
¡Te odio!
¡Te odio!
¡Te amo!
¡Te odio!
¡Te odio!
¡Te odio!

Odiar, amar... Ambos son sentimientos y yo no quiero sentir nada por ti.

Me tomo todo el café y decido tomar una ducha.
El agua recorre mi cuerpo de principio a fin.
Mi alma imputa suplica perdón y mi cuerpo cansado suplica por sueño.
Me encierro en el departamento y decido abrir una botella de vodka.
Tomo un caso y sirvo allí todo un sorbo del néctar alcohólico.
Olvidarte no será sencillo, lo se... Ya lo he intentado, pero el que persevera alcanza y ese es mi objetivo.
Me tomo el trago y siento como quema mi garganta y esófago.
Escucho la puerta, pero no abro... Escucho que insiste y me levanto.
Camino mareada por los tres tragos seguidos que tome y abro la puerta indecisa y tambaleante.
Mi sorpresa más grande, verte allí... Tan afligida y cerca... Verte en frente de mis narices. Por fin estar cerca de ti y a solas.
Me miras, te miro... Te dejo entrar en rotundo silencio...
Miras la botella y Tomás directamente de ella. No puedo pensar en asquerosidad ni poca higiene.
Sólo pienso en tu boca y el daño que me hace verte.
Pienso en ti y en todo lo que provocas en mi.
-sabía que estabas aquí...
Te escuche decir.
Mi silencio hablo y tu proseguiste con tu discurso.
-no, no se cómo decirte esto... Sólo lo diré y esperó que sepas que es fuerte... Y fue muy difícil para mi llegar hasta aquí y decirte que te amo. ¡Te amo! No puedo darme el lujo de volver a perderte. No puedo permitir que te vayas sin mi. Yo no quiero a Eva, no le amo y te lo había dicho.... Te amo a ti... Te amo, te amo, te amo, te amo.

Y sin dejarme hablar, y aunque no tuviera nada que decir, me besaste como paso en Atenas. Me besaste como cuando te volví a ver... Pero esta vez no tenía el sabor de equivocación sino de para siempre.

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Chicos aquí está la primera parte del final, espero y les gusté y claro que esperó también sus comentarios.
Eh... El fin se acerca con mi pesar pero en fin. Duele y no puedo evitarlo.

Creo que es todo por el momento recuerden que les amo, con el alma y todo mi ser y recuerden que soy su amiga y confidente.
Su amante también ¿por qué no? xD

Les amo, disfruten lo que resta de la historia y hasta luego.
Nos leemos luego
"Saludos desde el Norte de México"