Fuerza Del Corazón (Pausada)

Todo comenzo...

Hola a todos, ¿Cómo os va?. Soy Joyce no les diré mi apellido por que ya se enterarán, además no es nada formal, se que están aquí esperando por que os cuente mi historia, pero no se queden ahí en la puerta, entren a mi habitación, a mi mundo y a mi estilo, los cite en mi habitación porque si les voy a contar lo que me ha pasado este último año quiero que sea donde todo comenzó. Nat está aquí, porque ella es super importante en está historia, ella es mi mejor amiga. Quiero que tomen asiento y se relajen, la historia es algo larga, extraña, loca y no tiene nada de normal. Así que dejémonos de tanta cosa y empecemos. Y como toda historia empieza les diré.

Todo comenzó...

Un día especial, aveces no sólo es un día especial, esos días tienen un poder muy grande por que puede pasar una serie de cosas sean buenas, malas o que nos ponen de nerviosos como hoy. Si, estoy nerviosa con mariposas en la panza, comiéndome las uñas y con ganas de vomitar mientras voy a camino a casa en el autobús de la Universidad, Nat y yo nos inscribimos en concurso de arte donde si ganamos iremos con una beca a Londres, se supone que hoy salen los resultados y debemos ir a verlos por eso Nat almorzara en mi casa hoy, se que es una excusa, pero creo que queremos ir a verlos lo más rápido que se pueda y está cerca de mi casa.

- Hola ma --le di un beso en la mejilla.

- Buenas Maribel --a mamá no le gusta que le llamen «señora» y Nat se lo toma mucho a pecho.

- Hola chicas, ¿Qué tal las clases? --se puso de pie y fue a la cocina --hoy hice su comida favorita. Paella al estilo Maribel.

- Oh, muchas gracias Maribel usted si sabe como calmar los nervios --dejamos las maletas en el sillón y fuimos a sentarnos en el comedor.

- A-a, esas maletas arriba --¿Pero que? Mi madre nunca pide eso, queríamos decir algo, protestar, pero nos chistaba cada que abriamos la boca. Tomamos las maletas y las fuimos a dejar en mi habitación.

- Niñas está servido y de paso llamen a la Pauli --la escuchamos gritar desde abajo después de unos cuantos minutos de subir.

- Ya vamos --estábamos acostadas boca arriba mirando al techo sin decir una palabra, aveces conversamos en silencio, sólo las mejores amigas saben hacer eso.
Nos sentamos, nos miramos y pusimos una cara de tragedia y pereza.

- Mmm, hay que llamar al ogro de su guarida --Paulina era mi hermana, ella siempre es problemática y peleamos siempre pero la quiero mucho.

- Alá, que alegría --Nat dijo con sarcasmo en su voz, pero la diversión era muy notable, reímos juntas y bajamos la cabeza -- ¿Qué harías si ganaramos? --añadió.

- No, lo se. Pero de verdad quiero ir, no sólo solo por novelera sino porque quiero aventuras con mi mejor amiga.

- Yo igual, bueno es hora, vamos no quiero ir tarde mientras más rápido veamos el resultado mejor. 

- Niñas, se está enfriando --mamá grito impaciente.

Salimos de la habitación, haciendo muecas graciosas de miedo por que iríamos a despertar al Dragon de dos cabezas.

- Hey --di unos toques a la puerta --yo te invocó Diosa del mal --Nat estaba detrás de mi, imitando mis movimientos extraños con las manos -- despierta ser del más allá y ven más acá por que tu madre ha hecho paella y es hora de almorzar --reímos sin parar, ya no aguantamos la risa, la voz que hacía era graciosa y rara.

- Ya calla engendro desfigurado --mi hermana salió despeinada y con cara de pedo, obvio estaba de mal humor como siempre, ella es mayor para mi con tres años.

- Wow, nos equivocamos de monstruo ¿Es la Gorgona la que ha salido de allí? --nos torció los ojos y pasó empujandonos.

Bajamos casi haciéndonos pipi de la risa, Paulina era capaz de lanzarnos plato y luego mandarnos a los cocodrilos, molestandola de está manera es mi forma de vengarme de ella.