Os voy a poner en la situación de Eiri.
Supongamos que habeis perdido las esperanzas de todo y ya no veis motivos para luchar.
Lo único que quereis es estar solos y alejaros de todo aquello que os rodea, ya no os veis saliendo con nadie de vuestra ciudad y no lograis encontrar ninguna amistad que os llene como para decir "Estoy agusto".
No encontrais vuestro lugar y bueno, que ya no os podeis imaginar un futuro o por lo menos no en vuestra ciudad porque ya nada os llena y ese vacío sigue ahí.
De repente un día os escapais de casa por ciertos motivos y vais a parar a casa de una amiga y acabas haciendo un grupo de was con gente de twitter ya que ahí es donde has conocido a las únicas personas que digamos que te entienden y se sienten como tú en muchisimas ocasiones.
Te pones a observar tu TL y digamos que a los "elejidos" les mandas un MD preguntandoles si quieren entran y la mayoria de estos aceptan.
Abres a tu geme, que es como tu tú de otra ciudad y es la segunda persona que más sabe de ti de toda la gente con la que te has ido hablando a lo largo de tu vida y te dice que la metas también en el grupo.
Miras tu lista de was y metes a tu compañera de chistes malos también, a tu compañera de desvaríos, a tu amigo reflexivo, y a tu amigo metalero.
Todo gente que vive a kilometros de ti.
De repente echas un ultimo vistazo a twitter y le ves. Ves a ese chico con el que te llevas siguiendo tantisimo tiempo y con el que te identificas tanto a pesar de no hablar, le abres MD y se acaba uniendo al grupo.
El día siguiente de noche cuando tu amiga ya se ha quedado dormida y tú te estás fumando un porro dices: Venga, voy a abrir al chiquillo este.
Y a partir de ahi hablais día sí y día también casi a todas horas. Al principio os quedabais hasta dormidos con el móvil, nunca os dejabais en visto.
Conversaciones tras conversaciones en las que cada vez sin darte cuenta te va atrayendo más y más.
Pero como os iba diciendo... lo conocisteis por twitter a si que ya os podeis imaginar que gracias a vuestra mala suerte encima es de la otra punta del pais.
De repente un día te das cuenta de que cuando hablas con ese chico todo lo demás te parece menos importante, escuchas sus audios miles de veces y joder, ¡Qué voz y que acento más bonito!
Resulta que cada día que pasa tienes más y más ganas de irte de tu ciudad y tu padre te propone irte con él lejos siempre y cuando le ayudes a buscar trabajo y estudies el curso que te queda.
Obviamente aceptas. Y ahí es cuando te das cuenta de que aún tienes algo por lo que luchar, algo por lo que seguir adelante, algo por lo que todos esos pasos atrás quizás valdrían de impulso.
Tu padre te manda un was al dia siguiente de noche y te dice: Eh, *Vuestro nombre*, buscame para el Sur si puedes, yo voy a mirar también, cuenta con ello.
Y entonces ZAS. Al Sur. En vuestra vida habias estado tan felices.
¿Sabeis quien es del Sur, no? Exacto.
Y a partir de ahi empiezas a tener esperanzas en que además le podrás conocer con un poco de suerte.
Solo tienes que esforzarte todo este tiempo y con un poco de suerte te irás de tu ciudad dejando todo atrás.
Empezar de 0, tener otra oportunidad para ser feliz lejos de todo aquello que te intoxica y además en un sitio en el que no sabrán nada de tu vida ¿Suena bonito, eh?
Y así es como día tras día tienes un motivo por el que intentarlo una vez más.
"Me falta el aliento, la fuerza, la pasta, las ganas de verte, el encanto, la salsa, la luz de mis ojos, mi as de la manga, tu ojitos rojos, me faltan, me faltan"

ESTÁS LEYENDO
De todo, de nada.
Short StoryDistintas personas, distintas maneras de ver las cosas, mismo mundo, misma mierda. *Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia*