Dentro del Barco

No mejoran...

3 semanas después, 6 semanas de embarazo.

Las cosas entre Ulises y yo no van bien, solo dormimos juntos, sin abrazarnos o acariciarnos. No nos hablamos casi nada, las naúseas se hacen presentes en mi.

Dejo de mirar el horizonte por un momento, miro el mar y vuelvo a marearme, maldita sea. Siento el vomito en mi garganta y corro dentro para encontrar un baño, dejo todo mi desayuno en él váter, siento que unas manos recogen mi cabello.

-Ya, déjalo ir- dice Salomé dándome palmadas en la espalda. -Ven- dice y me lleva al lavamanos y me da un vaso de agua. -Vallemos a la cocina, te daré unas galletas- me ayuda a salir del baño, me siento tan débil.

-Salomé, me siento débil- digo arrastrando las palabras.

-Vamos, con unas galletas se te pasará- me dice y me leva a la cocina, pongo la cabeza sobre la mesa y siento como me voy. Todo es tan negro y cálido...

...

Despierto en la enfermería, Julia está hablando con mi padre y Ulises tiene mi mano entre las suyas y lo veo llorar.

-El bebé- digo asustada sin saber que paso, me remuevo en la camilla asustada.

-Shh, todo está bien- dice Ulises y pone su mano en mi frente. -Solo te desmayaste- explica y pongo las manos sobre mi vientre y siento el pequeño bulto, que solo yo he descubierto no se nota a simple vista.

-Creo que será mejor que te quedes en observación un par de horas más- dice Julia entrando con mi padre. -No estés nerviosa- pide ella y yo asiento con lágrimas en los ojos.

-Es que no quiero que nada le pase- sollozo y Ulises me abraza y me consuela.

-Nada les va a pasar- dice él y me tranquilizo en sus brazos.

-Ya va, ve a tu camarote. Ulises estará contigo- dice papá y me siento sobre la camilla y respiro hondo. Ulises me toma la mano y la cintura para ayudarme a dar pasos.

Me deja sobre la cama y se quita la camiseta, me recuesto y él se pone a mi lado y me abraza.

-Quieres ver algo- pregunto y él asiente, levanto mi camiseta y pongo su mano donde siento que algo va mas levantado. -Me he dado cuenta hacen algunas semanas- digo y se pone a la altura de mi vientre.

-Oh Dios, es maravilloso- me dice haciendo círculos. -Hola bebé- habla cerca de mi ombligo y me hace reír.

-No te escucha, es del tamaño de una uva o fresa- le digo y él pone su cabeza sobre mi vientre.

-Me encanta- dice y besa mi vientre. -Me gusta como se ve esto en ti- dice y me da alguno que otro beso en mi ombligo.

-He estado muy preocupada- digo acariciando su cabello. -Me he dado un susto muy grande- le digo y siento como mis ojos pican.

-Siento mucho lo hacen algunas semanas, debo entender que todo esto es nuevo y que yo no puedo exigirte cosas- me dice, lo beso suavemente.

-Quiero mucho, amo a esto que crece en mi, nunca podría lastimarlo- digo y Uli se acomoda y hacemos la cucharita.

-Yo se que no- besa mi cabeza y nos dormimos en un tierno sueño...