Dentro del Barco

Indicaciones...

Entramos a la enfermería y me recuesto sobre la camilla, Julia me saca sangre y as pone en tubos especializados.

-Bien, de ahora en adelante, sereís dos personas en una- dice Julia y se sienta enfrente de nosotros.-Ainoha, debes alimentarte, el bebé necesita proteínas y acido fólico, esto debes tomarlo una vez al día- dice y me da un bote de pastillas que son acido fólico.

-Y esto para que- pregunto leyendo las indicaciones.

-Para los huesos del feto- explica. -No tomes pastillas sin antes no haberme preguntado, recuerda que los antiinflamatorios le hacen mal al bebé, corticoides y demás compuestos- me dice y yo asiento. -No debes tomar infusiones de canela o boldo, esto hace que el emrión se suelte por la temperatura- me dice y yo asiento.

-Entonces, estaré bien- pregunto y ella asiente.

-Mientras Ulises te cuide y no estés haciendo trabajos fuertes o pesados- dice y Ulises asiente y toca mi vientre. -Pueden irse- dice y asentimos tranquilamente, salimos tomados de la mano.

-Quiero ir a tomar el sol- le digo. Tomamos el camino hacía nuestro camarote para ir en busca de mi bañador.

Me pongo mi bañador favorito y me recuesto en la cama a esperar a Ulises.

No se en que momento me he quedado dormida, despierto desorientada y alucinada. Me destapo y veo que tengo una camiseta de Ulises puesta. Me siento en la cama y pienso en lo que ahra crece en mi, no quiero un bebé, se que Ulises está emocionado pero yo no, le estoy mintiendo pero me duele estar haciéndolo.

-Ainoha- se mueve Ulises y me recuesto en su pecho. -Que sucede- pregunta y acaricia mi espalda.

-Ulises- digo en un hilo de voz. -No me siento lista para tener un bebé- susurro y bajo la mirada, me siento muy mal al decirlo.

-Que no quieres tener al bebé- brama enojado y sentándose bruscamente. -Maldita sea, Ainhoa- dice Él y se pone en pie.

-Tengo miedo- sollozo. -No quiero ser mamá- digo sollozante.

-No te dejaré hacerle nada- dice y frota su cara con sus manos. -No entiendo, estábamos tan felices- dice él y se sienta en una silla frente a mi.

-Yo te dije que no quería un bebé desde el primer momento- le digo tratando de controlarme. -Le dijimos a mi padre que no íbamos a tener un desliz- le digo.

-Pero ya está dentro tuyo- dice él mirando sus manos. -Y he comenzado a amarlo- susurra.

-Yo no quiero nada- le digo y me pongo en pie. -Yo no he querido quedar embarazada- digo y camino hacía mi bolso. -No sabes lo mucho que ha dolido ver la cara de decepción de mi padre está mañana- digo y salgo del camarote hecha una furia...