Mi piel esta hecha añicos

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3 Semanas despúes, 14 semanas de embarazo.

Las cosas van mejor, mi bebé crece dentro de mi y ya deja la evidencia en mi vientre. Mi delicada piel está llenándose de estrías, me he dado cuenta hacen unos días mientras me miraba en el espejo y hasta he llorado por ello.

-Cariño, ten he encontrado esto en una de las últimas bodegas- dice Salomé entrando con una caja de cosas. -Son de cuando eras una bebé, tu padre las ha conservado- pone sus manos en mis hombros.

-Son hermosas- digo viendo los vestidos rosados y los pequeños bebe creces que hay dentro, todo rosado chillón. -Pero no sé que será- le digo y miro las fotos con mi madre y mi padre.

-Lo sé, pensé que querías tener algo de tu madre y de cuando eras una pequeña bebé- dice ella y le doy un abrazo.

Camino por los pasillos para dejar esto en la habitación, donde tengo muchas cosas para mi bebé, resulta ser que Burbuja tenía unos biberones guardados y mi padre tenía cosas de Valeria y todos creen que mi bebé será una niña.

Me estrello con alguien y mantengo el equilibrio, las cosas se caen de mis manos, me agacho con cuidado a recogerlas.

-Lo siento- dice Palomares y me ayuda a recoger las cosas.

-No es nada- le digo con una sonrisa, recojo todo lo que tenía dentro la caja y él me ayuda a ordenarlo.

-Siento mucho lo de ese dia, no pudimos detener a Pitti- se excusa y yo asiento.

-Vale Palomares, olvídalo sí- me abro paso entre él y la pared, llego al camarote y Ulises está haciendo algo. -Hola amor- le doy un beso.

-Te gusta- pregunta y me agarra por la cintura, es una pequeña cuna. -La he soldado esta mañana- dice y me da un beso en la cabeza.

-Me encanta- digo sintiendo lágrimas en mis ojos. -Eres tan romántico- le digo y acaricia mi vientre suavemente en círculos.

-Quiero ver a nuestro bebé, cuando te dijo Julia que volviéramos a ver la ecografía- pregunta y me enojo de hombros.

-No lo se, no recuerdo en la cena puedo preguntarle- le digo y me acerco a la cuna, Ulises la ha pintado de blanco y ha puesto una sabana amarilla, algo simple pero en medio de la nada, es lo mejor que valla a ver. -Te ha salido el detalle- digo y lo beso profundamente. -A el bebé y a mi nos gusta- lo atraigo hacía la cama y me subo a horcadas de él.

-Se que si- dice y me quita mi camiseta. -Te amo- dice y acaricia las pequeñas rayas rojas que ahora decoran mi piel sobre mi vientre.

-No las toques- le pido avergonzada. -No me gustan- digo en un hilo de voz.

-Tu eres perfecta, y esto te vuelve mejor. Eres más especial- dice y me besa mientras le quito su camiseta.

-Porque- pregunto besando su pecho. -Dime una razón o varias- le pido y me quito los zapatos.

-Por que eres hermosa- dice y cambiamos de posición.

-Eso ya lo se- me burlo de él y me mira con sorna.

-Eres la mujer de mi vida y te amo tanto- asegura con mucha ternura y acaricia mi mejilla. -Eres la madre de mi hijo y eso te hace más especial que cualquier otra- me da otro beso y acaricia su nuca.

-Mas gorda- me quejo.

-Eso no me importa, yo te amo tal y como eres, te seguiré amando aunque tengas estrías en el vientre y los pechos- dice y me hace estar más segura de mi.

-Es que, a penas si me había logrado deshacer de la de mis senos y ahora tengo que lidiar con estás- digo y vuelve a tocarlas.

-No importa- dice y se deshace de mi pantalón.

Solo nosotros sabemos lo que hicimos esa tarde en nuestro camarote, nos demostramos el amor que nos sentimos...

Dentro del BarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora