Es hora...

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Despierto con un sentimiento extraño, siento mi entrepierna mojada. Estoy desnuda con Ulises en la cama y los pinchazos en mi vientre, me muevo un poco y siento que el liquido vuelve a salir. Me he hecho pis.

-Que pasa cariño- pregunta Ulises poniendo su mano en mi espalda.

-Creo que me he hecho pis, lo siento mucho- trato de ponerme en pie y los pinchazos se vuelven severos y caigo una vez más en la cama.

-Amor, esto no parece pis- Ulises se baja de la cama y me mira. -Amor, te sientes bien- pregunta preocupado.

-Creo... creo que he roto fuente-susurro tratando de calmar la respiración.

-Oh dios, oh dios mío- dice y comienza a desesperarse.

-Ulises, relájate y respira profundo- le pido y él asiente respirando profundo. -Alondra no saldrá ahora- le recuerdo y me pongo en pie, él me ayuda a dar cada paso al baño.

-Que vas a hacer- pregunta asustado. -Ainhoa, te llevaré a la enfermería- dice y niego con la cabeza.

-Ulises, busca ropa para mi y vístete- dice y se mira, cae en cuenta que está desnudo. -Me dare una ducha, luego me llevarás a la enfermería y de allí llamaremos a Julia- le doy ordenes y como buen alcalde sale del baño.

Al sentir una contracción no puedo evitar gemir de dolor, es tan punsante lo que estoy sintiendo en este momento que no se como describirlo.

-Ya está amor- dice y cierra la llave del agua. Ulises me ayuda a vestirme y salimos paso a paso. -Te duele algo- pregunta asustado y yo niego co la cabeza.

-Nada fuera de lo normal, tranquilo- trato de no asustarlo mucho. -Te amo lo recuerdas- me ayuda a dar paso a paso.

Al llegar a la enfermería, me pone sobre la camilla y llama a Julia con el intercomunicador, trato de respirar profundamente mientras él sigue órdenes de Julia.

-Bien, estoy aquí- dice Julia y comienza a reivisarme. -Sabes todo lo que va a ocurrir, no será fácil, pero valdrá la pena- comienza a palpar dentro de mi vagina y me remuevo por la incomodidad.

Han pasado 4 horas quiero morirme, llevo 7 cm y ya no soporto el dolor, doy pasos con ayuda de Ulises, él da círculos en la parte baja de mi espalda con sus manos.

-Ulises, no creo aguantar más- confieso y dejo de caminar.

-Shh, sigamos caminando- seguimos la orden de Julia de caminar un poco para adelantar el parto, me duele mucho y cada paso es peor. -Te sientes mejor- pregunta y yo niego.

Ya han pasado 3 horas más y solo quiero dormir, Julia y Salomé han hervido agua, estoy siendo preparada para dar a luz ahora, tengo los 10 centímetros y mi niña vendrá al mundo ahora.

-No, no- digo al sentir como llega la hora. -No estoy preparada, por favor ahora no- suplico y Julia me mira con lastima.

-Tranquila amor, estará todo bien- dice Ulises y me da la mano. -Ahora comenzaras a pujar fuerte para acabar con esto- asegura y asiento. -Respira- dice y tomo aire.

-Ahora Ainhoa, puja- pide Julia y empujo con todas mis fuerzas. -Una vez más- vuelve a insistir y pujo más fuerte.

-Eso amor- dice Ulises y seca el sudor de mi frente. -Una ve más- dice y me da apoyo, vuelvo a empujar y me dejo caer contra la camilla.

-Ya saldrás de esto- dice Salomé extendiendo la sabana en sus brazos.

-Está coronando- avisa Julia y vuelvo a pujar una vez más. -Falta poco, muy poco- vuelve a insistir y pujo una vez, el dolor se vuelve desgarrador y pujo una vez más.

El llanto de mi bebé es lo mejor que he escuchado en mi vida, es tan pequeña y logro verla por un momento, Ulises me besa por toda la cara, me dejo caer en la camilla con la respiración agitada y una gran sonrisa en el rostro.

-Hola bebé- dice Ulises cuando Julia se la entrega. -Bebé, te presento a mamá- Ulises la pone en mis brazos y trata de llorar.

-No, no llores- pido sollozante de felicidad. -Es hermosa- digo tocándola con cuidado, abre sus pequeños ojos y me mira.

-Te amo, te amo mucho- dice y toca su carita.

-Enhora buena- papá nos felicita y mira a su nieta. -Estoy orgulloso de ti cariño, muy orgulloso de ti- dice y abraza a Julia.

-Ainhoa, hoy las dos os quedareis aquí por cualquier cosa- dice Julia y yo asiento. -Sabes lo que pasará luego de esto- pregunta y yo asiento.

-Ulises, ve a por la ropa de la bebé y Ainhoa- ordena Salomé y no sin antes darme un último beso se va corriendo.

Papá sostiene a Alondra con mucho cuidado y la arrulla, quisiera tomar una foto para nunca olvidar este recuerdo maravilloso, el ver a mi padre sostener a su primera nieta con una sonrisa de orgullo y amor...

Dentro del BarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora