Capítulo diecisiete: Vivir o morir.

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PDV Daniela:

No, mi cuerpo no murió, sigo viva, o eso me hacen creer. No es algo que yo haya decidido, me salvaron sin que yo lo pida, solo me conectaron en algunas máquinas y me curaron las heridas, pero las que tenía en el alma nunca se van a sanar, ahora estoy en una clínica supongo, él está al lado mío.
No quería seguir, no podía. Ya sé que creeran que soy una exagerada, pero ponganse una puta vez en mi lugar. No es fácil y yo no soy fuerte, no voy a aguantar mucho más.
A penas desperté Lionel me miró y agachó la cabeza.
-¿En qué carajos estabas pensando?-Preguntó fastidiado.
-En todo. Mi vida no es fácil.-Me miró como si deseara matarme.
-La vida de nadie es fácil, digo. ¿Te pensás que la mía es sólo jugar al fútbol? No, tuve que dejar mi país, soportar críticas destructivas, dejar a mi hijo, a mi mujer, separarme de mi vieja cuando tenía trece años...
-Pero vos sos fuerte y yo no.-Le dije, tratando de disimular que sus palabras me habían matado por dentro.
-Me tuve que hacer fuerte, boluda, es hora de que vos enfrentes tus problemas, no podés vivir toda la vida depresiva y sin comer. No sabés lo que fue para mi entrar a tu departamento y verte tirada en el piso, casi me muero.
-Perdón, pero si no te gusta dejame, yo no puedo cambiar.-Musité entre sollozos.
-No podés seguir así nena, tenés 19 años y pesás 43 kilos ¿te parece saludable eso? Y si no querés curarte te voy a llevar a Barcelona y te voy a internar ahí. No puede ser que cada noche que no estoy con vos tenga miedo de lo que puedas hacerte, me vas a volver loco.-Dijo con una pizca de enojo.
-Tengo 19, soy mayor de edad, no quiero internarme.
-Hasta los 21 allá te puedo internar, asique dejate de joder. Vas a empezar terapia.
-¿Qué? No no no no no. Ni lo pienses. No. Absolutamente no.
-No me importa lo que digas, vas a ir al psicólogo, necesitás ayuda.-Dijo esto y se fue de la habitación.
Un rato después que Lionel salió entró mi mamá... ¿Que carajos? Ella hasta hace unos días estaba internada.
-¿Que hacés acá? Mamá vos estabas internada. ¿Cuánto tiempo estuve inconciente?
-Una semana, según los médicos perdiste demasiada sangre y te dejaron dormida hasta que te repongas entera.-Habló mi mamá.
-¿Y vos cuándo saliste?-Pregunté.
-El sábado, me recuperé bien y me dejaron venir a verte. Pero no puedo salir mucho al exterior.
***
Después de hablar con mi mamá(Que seguía recuperándose) vino una enfermera.
-Que jovencita, y ya pensando en esas cosas, tenés una vida por delante piba, vivi que sos joven. ¡Ah y tenés un novio que madre mía!-Dijo la enfermera mientras revisaba el suero.
Me reí.
-Señora.-Llamé a la enfermera sin conseguir una respuesta.-Señora.-Insistí.-¿Puede decirme cómo hago para salir de acá?
-Comiendo, tus defensas están bajas.-Dijo sin prestarme atención.
-Sí, ya sé, pasa que mañana tengo que rendir un parcial de medicina y...-Traté de convencerla.
-Bueno, bueno, yo te voy a ayudar a salir, pero vos portate bien.
***
Cuando salí del hospital me fuí directo a mi casa. No, no tenía ningún parcial, pero era una mentirita.
Lo llamé a Leo.
Saludos Mar.

Déjame morir.(L.M)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora