Capitulo 11

14 1 0
                                    

La conversación con mi madre me había dejado completamente descolocada, como si me hubiesen arrancado las ganas de hacer cosas. Odiaba los lunes ¿Quién no los odia? Es un día realmente asqueroso porque es el que da comienzo a la semana, sin embargo si el lunes no existiese todos odiaríamos el martes. ¿No es todo un galimatías? Saludé a Cailin con la mano mientras me acercaba a ella. Estaba apoyada en la verja de la entrada del instituto con los brazos cruzados. Se acercó a mi sonriente.

-Tienes una pinta horrible.-Dijo a modo de saludo. Posiblemente fuese verdad, si soy sincera aquella mañana ni siquiera me había molestado en mirarme al espejo. ¿Para qué? Ya sabía que estaba espantosa, con unas enormes ojeras bajo los ojos y el rostro pálido. Apenas me había mirado los ojos al pintármelos con aquella sombra oscura, al menos parecía disimular un poco mis ojeras.

-Gracias.-Respondí pasándome la mano por mi cabello corto y rojo.-No he dormido una mierda en todo el fin de semana.

-Normal, si yo tuviese un novio como el tuyo tampoco dormiría nada.-Bromeó Cailin dándome un codazo. Debe de ser porque estaba cansada, puesto que me notaba un poco lenta al pensar, y por ello no entendí muy bien lo de "novio" a la primera y mi cerebro tubo que procesarlo. Hablaba de Iván... ¿Hablaba de Iván no? No estaba segura de que responder, por ello me limité a soltar una leve risita. Cailin se frenó en seco.

-¿No lo niegas?

-¿Negar el que?-Dijo Dar, que había aparecido a su espalda, Cailin se giró para mirarlo.

-Negar que el tío bueno ese es su novio.-Dar suspiró y puso los ojos en blanco, como si el mero hecho de oír hablar de Iván lo pusiese enfermo.

-¿Ese? Ni siquiera era tan guapo, no exageres.-Dijo Dar provocando en Cailin una reacción desagradable, pues puso cara de exasperación y cansancio.- ¿Es tu novio?

-No, por supuesto que no.-Me apresuré a contestar, tratando de resolver aquel malentendido.-Solo es un rollo pasajero.

-Muy pasajero no es, ¿Cuánto llevas ya con él gatita?-Esto no lo dijeron ni Cailin ni Dar, sino que fue Cristian. Claro, entre que uno me llamaba gatita y otro princesa me estaba rayando. No era ninguna de las dos cosas, bueno, admito que lo de Kat y gatita (por lo de cat, gato en ingles) si tenía sentido pero igualmente... Bfff.

-Y yo que sé. Desde la fiesta de mi tía, hará un mes.

-Hay, ahora que lo dices. ¿Cuándo será la próxima fiesta de tu tía?-Preguntó Cailin cambiando el rumbo de la conversación drásticamente, y esto pareció cobrar interés en mis amigos. Me encogí de hombros.

-No lo sé, pero creo que hoy tenía pensado elegir un tema. Tenía dos bastante buenos pendientes.

Mis amigos se adelantaron para entrar a clase, mientras que yo, contra mi voluntad, me vi obligada a volver a la sala de delegados a recoger unos papeles, bueno, más bien a recoger lo que viene siendo mi mochila entera puesto que me la había dejado allí el viernes, justo antes de pirarme con Iván y dejar al Lameculos con la palabra en la boca. Abrí la puerta pensando que encontraría a Nathaniel en aquella sala, puesto que casi parecía que el viví a en ella, pero no estaba allí. Me descubrí a mi misma experimentando un extraño sentimiento de decepción, rápidamente retiré mis pensamientos del Lameculos y me puse a buscar mi mochila, sin éxito. Suspiré y me pasé la mano por el cabello. Dichosa mochila, alguien la habría movido, iba a llegar tarde a clase por culpa de aquello y no me hacía ninguna gracia toparme con la directora de nuevo. En ese momento entró en la sala, y apareció Alisa, que se quedó paralizada al verme. Pude ver en sus ojos un brillo de temor y tuve que contenerme para no relamerme los labios, orgullosa. Apartó la vista de mí y se acercó con pasos lentos y cautelosos a una estantería para coger unos libros.

Infierno CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora