Prólogo

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Tener tu propia empresa tiene sus ventajas, más si es una empresa transnacional, que abarca 15 países de los cinco diferentes continentes del mundo, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, México y Japón.

Tengo una gran habilidad para los negocios, y la parte que más me encanta de hacer negocios es la firma de contratos, pero no todos esos contratos son para el beneficio de mi empresa, catorce de ellos han sido para mi propio beneficio.

Después de dos meses que firmé el contrato número catorce, estaba en mi oficina, sentada en mi escritorio, frente a mí tenía a Dante, con él firmé ese contrato, el día de ayer finalizó el plazo establecido, pero él lo quiere hacer más difícil, no entiende que ya no quiero nada con él, ya obtuve lo que quería de él, placer.

- Entiende, ya no quiero nada de ti, nunca te prometí más, disfrutamos muy bien del sexo, pero hasta ahí. –dije muy molesta, ya me estaba colmando mi paciencia.

- Pero Catherine, yo te amo, quiero estar contigo, quiero hacerte la mujer más feliz del mundo.

- Yo no quiero nada contigo Dante, fueron muy excitantes estos dos meses, me encantó jugar contigo en mi cuarto de juegos, pero ya estoy aburrida, quiero a alguien más, lo siento, pero no siento nada por ti, si me permites, tengo una reunión en cinco minutos.

- Está bien, entrégame mi cheque y me voy.

- Con gusto.

Tomé mi chequera, y le puse la cantidad que le corresponde,  $10,000 dólares, eso es lo que le pago cada maldita semana, únicamente por sexo. Me arrebató el cheque, como lo han hecho los otros trece antes de él.

No sé cómo se les llegó la idea de que iban a lograr hacer que me enamorara de ellos, de que siempre íbamos a estar juntos y formar una familia feliz, pero en mi mundo, eso, no existe.

Desde un principio cada uno de ellos, al firmar el contrato, sabían que iban a ser totalmente de mi propiedad, sabían que yo controlaba sus vidas. No pueden hacer nada sin mi permiso, yo digo como deben vestirse, que deben comer, que deben decir, que deben de hacer cada día, sí tienen una rutina ya establecida, pero si quieren hacer algo diferente, la que decide soy yo, únicamente yo.

Sí, tal vez tenga una loca adicción al control, y lo acepto, pero creo que ya es hora de que a mí me toque dominar y dirigir. Siempre había hecho lo que los demás querían. Ahora, soy yo la que decide que quiero que hagan, y me gusta, no me canso de ello, y nunca lo haré.

Desde que salí del mundo en el que estaba, he buscado el éxito, porque el éxito es de los que tienen el poder y el control,  poder es mi segundo nombre, y el control, ya lo tengo.

Conmigo, muñeco, nunca busques un romance que nunca tendrás. Únicamente de mí obtendrás placer, eso, si estás dentro de mis estándares, pero sobretodo, si eres un buen sumiso.

Si, leíste bien, un buen sumiso, me llena tener el poder, sobretodo en la cama, que el sumiso me folle como se me antoje, exactamente, me gusta ser Dominante, que el sumiso se someta ante mí y mi poder.

Ésta soy yo, no me puedes cambiar, la vida me hizo ser así, cada maldito golpe del destino, me hizo ser así.

Loca adicción (Loca adicción 1, Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora