Loca adicción (Loca adicción 1, Completa)

Capitulo 19

Estaba nerviosa, lentamente me senté frente a papá, él solamente me miraba esperando mi respuesta, tengo que pensar muy bien que le voy a decir, no me va aceptar cualquier cosa, sea verdad o mentira.

En el momento menos esperado, me llegó una idea, solo esperaba que funcione.

- Pues, el que le pegó a Adam, Dante, tuvimos una relación, pero nada serio, solo fue sexo... -dije.

- Pero, ¿por qué eres tan descuidada?, ¿no sabes que en esas cuestiones debes de ser selectiva y cuidadosa?, tienes una imagen que sostener, y no solo te perjudicas tú, también a tu madre y a mí. -respondió.

- Lo sé, es por eso que los hago firmar acuerdos de confidencialidad, pero con esa borrachera que tuvo, dijo cosas que no debió decir, le irá muy mal por haber hablado.

- Pero, ¿Quince? -preguntó un poco exaltado.

- Catorce, el que sigue sería el quince...

- ¿Por qué haces esto? -preguntó tratando de comprenderme.

- Porque quiero usar a los hombres de la misma manera en que me usaron cuando era pequeña, una niña, creo que no es necesario recordar el daño que me hicieron.

- Ay, Catherine, no me gusta para nada eso, pero ya estás grande para saber qué es lo correcto e incorrecto.

- Gracias por entender, papá. -dije poniéndome de pie.

- Hey, ¿a dónde vas?, aún no acabo contigo, no me has hablado de Adam Ahern. - dijo mi padre.

Me volví a sentar, y también hay que decirle una parte de la verdad.

- Pues, Adam es mi asistente personal y un buen amigo. -dije.

- ¿A poco los buenos amigos besan a las buenas amigas? -preguntó recordándome ese beso, el que nos fotografiaron.

- Los dos sentimos una fuerte atracción, uno al otro, y pues la situación nos llevó a eso, y lo que les dije a los medios fue solo para tapar el error.

- No sabes el gusto que me da el saber que te gustan los hombres, el no verte con uno me hizo pensar que tenías gustos diferentes, pero me equivoqué.

- Mamá dijo lo mismo cuando vio a Adam por primera vez. -dije riendo.

- Y con justa razón, bueno, cariño, haz pasar a ese asistente tuyo.

- Si, y de nuevo, gracias por comprenderme. -dije poniéndome de pie.

- Ya sabes que no estoy muy de acuerdo, pero te apoyo.

Abrí la puerta, y me fui a la cocina, ahí estaba mamá platicando con Adam, no supe de qué porque en cuanto me vieron, se callaron.

- Mi padre quiere hablar contigo, Adam. -dije.

- Ay Dios, mucha suerte, muchacho. -dijo mi madre.

- Creo que no la necesita -dije segura y sonriendo.

- Bueno, que sea lo que quiera que sea. -dijo Adam poniéndose de pie, y dirigiéndose al despacho de mi padre.

- ¿Cómo te fue? -preguntó mi madre.

- Bien, me entendió muy bien. -respondí.

Mamá sabe lo mismo que papá, y nada más.

- Bueno, querida, me voy a descansar. -dijo mi madre con un bostezo.

- Buenas noches, mamá. -dije, y después le di un beso en su mejilla.

La acompañé hasta las escaleras, ya que la perdí de vista, me devolví a la puerta del despacho de papá, para oír de que va esa conversación. Entonces fue cuando escuché la voz de papá.

- ... Desde que Catherine apareció en mi vida, mi única misión ha sido cuidarla, protegerla y hacerla feliz, cuando me dijo que quería abrir su empresa de publicidad, la apoyé lo más que pude con tal de verla exitosa, feliz.

- Y lo ha logrado. -dijo Adam.

- Lo sé, Catherine es una mujer muy diferente a todas, su corazón está cerrado con veinte mil candados, por suerte, Elise y yo hemos encontrado la llave que abre cada uno de esos candados, y creo, por cómo veo que se comporta Catherine con usted, puedo ver que usted también lo ha logrado. -dijo papá.

- No lo creo, señor Roberts, hay veces que he querido que ella se abra, que me cuente qué pasa por su mente, pero siempre lo evade, cuando me abrí a ella, me dijo que no la podía amar.

- Así es ella, lo mismo nos dijo a nosotros, ahora ella nos adora y nosotros a ella, estoy seguro que pronto lo hará con usted, como sea, sé que no debo pedirle que la cuide y la proteja, porque estoy seguro de que lo hará, así que le pediré que trate de hacerla feliz, y sea paciente, para que alguien forme parte del mundo de mi hija, se necesita ser paciente.

- Haré todo por hacerla feliz, señor.

- Bueno, siguiente asunto, sé que los asistentes de mi hija duermen en su apartamento, tiene la costumbre de que cuando trabajan a altas horas de la noche los deja dormir ahí, eso lo aprendió de mí. Bueno, el caso es que cuando ella vivía aquí, ella solía tener pesadillas, se despertaba gritando por las noches, o llorando en el mejor de los casos, me gustaría saber si las sigue teniendo.

- Pues las veces que me he quedado en su apartamento, creo que no ha tenido pesadillas, no la he escuchado llorar o gritar durante la noche, así que creo que todo está bien con ella.

- No sabe el alivio que siento de escuchar eso, me da gusto que conforme pasa el tiempo, mi hija vaya regresando a la normalidad.

- Me alegra escuchar eso.

- Siguiente asunto, y quiero que me conteste con sinceridad, ¿qué es lo que siente por mi hija?

En ese instante, mi corazón empezó a latir a gran velocidad, estaba nerviosa.

- Siento miles de cosas por ella, pero la principal es que estoy completamente seguro de que estoy enamorado de ella, como nunca antes lo había hecho, ella me ha hecho ver varios aspectos de mi vida completamente diferente, ella me ha cambiado, señor. -dijo Adam con seguridad y sin titubeos.

- Y tiene la autorización de hacer todo lo posible para que mi hija se abra a ese amor, por lo que veo, usted es un buen hombre para ella.

- Muchas gracias, señor.

- Ya hemos terminado, puede salir.

En ese momento corrí al sillón más cercano, tomé un libro, e hice como si estuviera leyéndolo.

Adam salió del despacho junto a papá. Mi padre nos deseó buenas noches y nos exigió que nos quedáramos ahí a dormir, obviamente le hicimos caso.

Subimos las escaleras, y nos dirigimos a mi habitación. En cuanto llegamos, nos tumbamos en la cama, y nos quedamos profundamente dormidos.