Capítulo 11

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Su afirmación me sacó de órbita, ¿cómo sabe esa información?

- Creo que después de que me tocaron vivir cosas muy malas, por fin me tocaron vivir cosas buenas, pero, ¿cómo sabe eso? –pregunté.

- Yo fui quien llevó su caso, el oficial que investigó cada paso que daba su padre, el que la rescató de ese motel de mala muerte. –respondió.

- Él no es mi padre, mi padre es Emmet Roberts, y usted, ¿es el oficial Johnson?

- El mismo, solo que ahora soy el comandante Johnson.

- Me da mucho gusto que lo hayan promovido, pero, ¿ya encontró a Carlo?

- No, aún no, es como si se hubiera esfumado de la faz de la tierra.

- Hace días recibí un anónimo, creo que es de él.

- Si, un agente de su equipo de seguridad me entregó esa carta, pero aún no hemos encontrado algo que nos lleve hacia Carlo.

- También, hace unos días buscaba a un asistente personal, uno de ellos me amenazó, creo que tiene algo que ver con Carlo.

- ¿Cómo se llama el individuo?

- Carlos Flores.

- Yo me encargo de investigarlo. –dijo anotando el nombre en un pedazo de papel.

- Muchas gracias, me quita un gran peso de encima.

En ese instante, entraron Adam y el contador, tal y como el oficial había dicho, Adam trae al contador amarrado.

- Aquí le traigo al verdadero culpable, comandante. –dijo Adam.

- Sí gusta desamarrarlo, de aquí ya no se podrá escapar.

Adam buscó la punta de la cuerda, y lo desamarró. Después me puse de pie, y Adam sentó al contador de golpe en la silla que estaba sentada.

- Nombre. –preguntó el comandante Johnson.

- Santiago Loera. –contestó el estúpido, digo, el "contador".

- Edad.

- 40 años.

- Fecha de nacimiento.

- 10 de agosto de 1975.

- Ocupación.

- Contador general de Roberts Publicity & Marketing Company.

- ¿Qué tiene que ver usted con la falsificación de documentación del pago de impuestos de dicha empresa? –preguntó el comandante.

- No sé de qué me habla. –respondió el "contador".

- Bien que sabes, ya deja de mentir, mientras más sigas mintiendo, más tiempo pasarás en la cárcel. –dijo Adam.

- Hubiera sido millonario si no hubieran ido a embargar –dijo el "contador".

- Hijo de perra. –le dije tomándolo del cabello, y levantándolo de la silla.

Viéndome a la cara, le dije:

- ¿En verdad cree que soy estúpida?, ¿qué nunca me iba a dar cuenta?, esto le va a costar muy caro.

- No puedes hacerme nada, perra. –contestó enojado.

- Claro que puedo, no me conoce, no sabe de lo que soy capaz.

- Claro que sé quién eres, eres una puta perra con aires de grandeza.

Me acerqué a él, hasta el punto que sentí su aliento en mi rostro.

Loca adicción (Loca adicción 1, Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora