Loca adicción (Loca adicción 1, Completa)

Capítulo 17

Sumergida en un buen sueño, siento en mis parpados los rayos del sol, debe de ser muy tarde, lo bueno es como soy mi propia jefa, puedo llegar tarde al trabajo, pero ¿a Adam?, bueno, a él se lo podemos perdonar.

Al querer levantarme de la cama, sentí algo raro debajo de mí, abro mis ojos y veo que es el pecho de alguien, levanto mi cabeza, y veo a Adam, ya estaba despierto.

- Buenos días –me dijo, dándome un beso casto en mis labios.

- Oh Dios, buenos días, ¿qué hora es? –pregunté.

- Las 7 de la mañana.

- ¿Tiene mucho despierto?

- El suficiente para observarla dormir plácidamente. –sonreí como una idiota, él hizo lo mismo.

- Creo que ya deberíamos levantarnos, hay que ir a trabajar. –dije, rompiendo el momento.

- Si por mí fuera, nos quedaríamos en la cama, pero el deber llama.

Con cuidado, me levanto de la cama, Adam hace lo mismo. Sin cubrir su desnudez, él se encaminó hacia cuarto rojo.

- No puede entrar ahí.

- Pero, voy por mi ropa.

- Oh, pase. –dije disculpándome.

Entró al cuarto, y a los pocos minutos salió completamente vestido.

- Voy a mi habitación a tomar una ducha, ¿quiere que haga algo por usted?

- Sí, dígale a Clara que prepare unos panqueques para desayunar, ella sabe cómo me gustan, y cheque si tengo reuniones para el día de hoy, y pues, ya puede retirarse.

- Muy bien, con permiso.

En cuanto Adam salió de la habitación, yo me dirigí al cuarto de baño, tomé una ducha, y me vestí.

Esta vez opté por un vestido discreto, color ciruela, además de unos zapatos de tacón bajo. Con mi cabello, hice un mono sencillo, me coloqué unos aretes chicos y sencillos, después de eso, salí al comedor.

Al llegar, Clara estaba terminando de hacer el desayuno, y Adam ya estaba sentado en el comedor, estaba esperándome. Se puso de pie, y me ayudó a sentarme a una silla frente a la mesa.

- ¿Revisó si tengo algún pendiente? –pregunté.

- Sí, no tiene ninguna reunión, pero por la noche hay un evento, la fiesta de cumpleaños de su padre.

Con todos los problemas de la empresa, me olvidé por completo de la fiesta de papá, y si no voy, mamá me matará.

- ¿Ira a la fiesta? –preguntó Adam, sacándome de mis pensamientos.

- Por supuesto, no puedo faltar, pero usted me va a acompañar.

- Señorita, pero ese es un evento que no tiene que ver con la empresa, así que no estoy obligado a asistir.

Tiene razón, pero tenía que encontrar una excusa, y por suerte la encontré.

- Mire, usted fue invitado por mi madre, y si no va, no querrá conocer a mi madre enojada, además, recuerde que para la sociedad, usted y yo somos pareja. –repliqué.

En eso, Clara termina de servir el desayuno, y pregunta:

- ¿Necesita algo más, señorita?

- Sí, vaya a mi habitación, límpielo, por favor, ah y también necesito que limpie la otra habitación, entré anoche a ver en qué estado estaba, y vi que había polvo.