"No significa nada"

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Soy _____ ______ y tengo 17 años, soy algo tímida y no me relaciono mucho con los otros chicos de mi edad, tengo a mi mejor amiga y con eso me basta, vivo con mis padres, aunque no es muy agradable, no veo la hora para salir de esta casa.
Me estaba arreglando para poder ir al colegio ya que hoy no podía llegar tarde, termine de arreglarme y salí corriendo de mi casa antes de que mis padres se dieran cuenta.

Len

Eran las 7:40 de la mañana, había salido de mi casa a la hora justa, de otra manera hubiera llegado tarde. Iba entrando al colegio cuando veo a Kaito y a los chicos en la entrada, todos en un círculo, iba a llamarlos cuando el peliazul se dio media vuelta y trató de llamar mi atención.

-¡Len!-Achinó sus ojos y mostró su reluciente hilera de dientes como saludo.

-¿Que quieres, Kaito?-no me mal entiendan, era mi mejor amigo, pero era muy temprano para escuchar sus idioteces.

-¿Por qué ese ánimo, amigo?, con los chicos se nos ocurrió una gran idea-junto sus manos con un sonoro golpe y apretó sus labios tratando de esconder una sonrisa-vamos a desafío o desafió.

-Creo que quieres decir, verdad o desafío-aumente mi tono en la palabra verdad.

-En realidad, no, este juego es desafío o desafío, así ninguno se escapa de los castigos de los demás.- comento mirándome como si fuera algo obvio, el resto de los chicos no prestaban atención a las palabras del idiota que tenía en frente mío, solo venían jugando entre ellos a mis espaldas.

-Ah, esta bien, aceptó-solté rápidamente-solo si así dejas de molestarme por lo menos hasta las-levante mi muñeca para poder ver mi reloj de mano-10:00 A.M. ¿te parece?- este paso sus dedos por sus labios como si estuviera corriendo un cierre invisible y se alejó sin decir ni una sola palabra.

10:30 A.M.

Estaba tratando de llegar a mi casillero cuando todo el peso de alguien se recargó en mi espalda-¡Hola pequeño Len!, ¿listo para jugar?

-Ah, supongo que se acabaron mis horas de paz-solté con aire pesado.

-Eso es obvio, mi amigo-se rió mientras golpeaba mi pecho-sígueme.

Me alejo de mi anterior destino hasta que llegamos las canchas de fútbol donde en las gradas ya estaba el resto de mis amigos esperando.

-Hey-saludó Nero, Gakupo y Gumo solo asintieron con su cabeza en forma de saludo.

-Muy bien-Kaito se sentó en una grada y me obligo a sentarme a su lado.-comencemos con esto.

En realidad no preste atención a nada de lo que decían, no quería jugar esto, era un juego infantil y absurdo, volví a la realidad cuando el peliazul golpeó mi hombro.

-Desafío o desafío, rubiecito.-comentó riéndose.

-Supongo que-mire hacia el cielo fingiendo que estaba pensando mi decisión-desafío.

Todos se quedaron pensando, sabían que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa y querían ponerme en un apuro.

Paso un buen rato cuando parece que al fin se les ocurrió algo.-te desafiamos...-estaba impaciente por saber que se les había ocurrido, lo haría rápido para terminar con este juego rápidamente-Qué salgas con la niña rarita, la que todos molestamos.-comentaron riéndose.

-¿Qué?-no sabía como reaccionar a eso, esto era lo único que no podía hacer, yo, ¿con ella?- No-dije secamente.

-Vamos amigo, solo es un desafío, no significa nada-seguían burlándose en mi cara.

El chico popular y la chica emo (Len y Tu) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora