"¿Quién era él?"

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Estaba sentada en mi pupitre, intentando mantener mis pensamientos centrados en la clase de filosofía, esta clase solo la tomaba yo, a ninguno de mis amigos les gustaba, pero un pensamiento me mantenía desconcentrada.

Media hora antes...

Suena la campana, avisando que ya iban a empezar las primeras clases del día.-¿Qué tienes ahora?-la voz de Len ocupo todos mis pensamientos, instintivamente mis ojos buscaron los suyos, y cuando los encontré, pude ver una blanca hilera de dientes que se mostraba sin timidez y unos profundos ojos azules mirándome intrigado.

Aquellos ojos y esa sonrisa aún eran culpables de mi nerviosismo al estar cerca de mi novio, el aún seguía esperando una respuesta- Filosofía-logré pronunciar mientras que esa hermosa sonrisa causaba que la mía apareciera, pero en segundos se convirtió en un puchero de parte de él.

-No tendremos clases juntos- siguió mirándome triste, yo también lo estaba, con Len compartíamos muchas clases, pero no esta.

-Ya nos...-no pude terminar mi oración porque una cabellera café se interpuso entre nosotros.

-¡Len!-sonó su chillona voz alargando la "E"- ¡Tenemos clase juntos ahora!-se dio vuelta para mirarme- ya puedes irte-hizo una mueca de desagrado y al darse vuelta movió su pelo exageradamente causando que me choque todo en la cara- ¡vamos Len!-enredó sus dedos con los de él y lo arrastró por el pasillo, el me miraba y trataba de zafarse, pero no lo logró.

Ahora...

¡¿Cómo se atreve?!, se llevó a mi novio, ¡en frente de mis narices!.

Estaba tan sumida en mis pensamientos, que no me di cuenta de que el profesor me había hablado.

-Señorita _____ -Lo miré confundida-responda la pregunta.

-Yo...¿podría responder la pregunta?-estaba nerviosa, nunca me hacían preguntas en clase.

-¿Por qué Tales de Mileto es considerado el primer filósofo?-me miró serio, sabia la respuesta, obviamente, pero mi voz no quería salir.

-Porque...pues...-intentaba hablar, pero no lo lograba, seguí así un buen rato hasta que una voz masculina habló por mi.

-Tales de Mileto es considerado el primer filósofo por haber sido quien intentó la primera explicación racional a distintos fenómenos del mundo de la que se tiene constancia en la historia de la cultura occidental. En su tiempo predominaban aún las concepciones míticas, pero Tales buscaba una explicación racional, lo que se conoce como "el paso del mito al logos".-Di vuelta exageradamente mi cuello para lograr verlo, un chico de cabellos turquesa, muy parecido a Miku habló por mi, era bastante guapo, con unos ojos que hipnotizaban, lo quedé mirando unos largos segundos hasta que el cruzo su mirada con la mía y me regaló una sonrisa coqueta.
Volví a fijar mi vista al profesor con un notable sonrojo.

Al momento en que sonó el timbre, tomé mis cuadernos y salí rápidamente del salón hacia mi casillero.
Estaba a punto de abrirlo cuando un musculoso brazo se posó al lado de mi cabeza, di media vuelta rápidamente y pude ver al mismo chico que contesto por mi en la clase.

-Hola, preciosa-volvió a darme esa sonrisa, lo mire a los ojos y me puse muy nerviosa, eran imponentes, reflejaban seguridad, y eso causaba mi timidez.-Pude notar tu nerviosismo en la clase y quise ayudarte, ¿no te molesta verdad?-seguía sonriendo, solo pude asentir.-Qué bueno-amplio si sonrisa, achinando sus ojos.

-¡Hey!-un grito hizo que me sobresaltara, ambos dimos vuelta la cabeza para ver de donde provenía, logré ver la cabellera rubia de mi novio saltar, mientras el corría hacia nosotros. Al llegar a nuestro lado, tomó firme el brazo del chico el cual aún no sabía su nombre y lo alejó de mi.
Se colocó a mi lado mientras con su brazo derecho apresaba mi cintura para así mirar con hostilidad del pelo turquesa.-¿Quién eres?-Soltó con notable descontento.

-Tranquilo amigo, solo quería decirle una cosa, nada más-levantó sus manos en forma de rendición. Me miró y guiñó un ojo, para luego irse.

-¿Quién era él?-Len me miraba confundido y algo ¿celoso?

-Un compañero de clase-conteste sin preocuparme, porque eso era.

Se quedó pensativo unos segundos, para luego suspirar y volver a hablar- como sea, te quería hacer una pregunta-me sonrió y sus ojos mostraban emoción.

-Dime-le devolví la sonrisa.

-¿Quieres salir a un viaje?, este fin de semana.-era una buena idea, aunque nunca había salido de viaje.

-¿Nosotros?-el me afirmó de la cintura, no había notado cuando la soltó, y me acercó a él.

-Si, ¿te gustaría?-notaba emoción en su mirada.

-Me encantaría-admito que la idea me ponía algo nerviosa, pero enserio quería salir con Len.

Caminando para encontrarnos con los chicos, al llegar estaban todos en un grupo, aunque habían tres personas de más, Meiko, aunque ella no me importaba, era mi "prima", Namy, que estaba mirando a todos con cara de desagrado y el chico del que aún no sabía su nombre.

-¡Hola a todos!-saludó Len, pero al chico le lanzó una mirada de desagrado.

-¿De que venían tan animados hablando?- preguntó Rin.

-Vamos a hacer un viaje el fin de semana.-solté, todos nos miraron emocionados.

-¿Podemos ir?-Preguntó Miku.

Los dos nos miramos unos segundos, por mi no había problema, pero en realidad creí que sería un viaje de solo nosotros dos.

-Claro-dijo Len, pero su voz no sonaba tan convencida.

Seguimos hablando de otras cosas, por la cuales me enteré del que el chico se llamaba Mikuo y que había entrado hace poco al instituto, luego todos nos fuimos a la siguiente clase, y cuando terminó el instituto todos se fueron a sus casas, y yo me fui con los Kagamine, llegamos y ordenamos nuestras maletas, en un momento me pareció escuchar gritos, pero luego lo descarté porque no volví a escuchar nada.

Al terminar me lance a mi cama y caí rendida a los brazos de Morfeo.

El chico popular y la chica emo (Len y Tu) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora